EL PSOE se ha apuntado a las críticas contra el viaje del Rey a Botsuana
en el que se rompió la cadera cuando participaba en una cacería de
elefantes. Griñán calificó el episodio de «inapropiado e inadecuado» y
Patxi López y el PSC pidieron al Monarca que se disculpe públicamente,
petición a la que se sumaron UPyD y algunos partidos nacionalistas.
Mientras tanto, el secretario general del PSOE señaló que no comenta el
viaje por «lealtad institucional», pero que comprende «perfectamente»
las críticas de muchos españoles al Rey y que se lo dirá al Monarca en
privado. Eso se llama tirar la piedra y esconder la mano. Primero,
porque después de decir que no opina del Rey, lo que hace es opinar al
mostrar comprensión hacia las muchas voces críticas con la actuación del
Rey. Y segundo, porque la «lealtad institucional» no tiene nada que ver
con guardar silencio ante actuaciones que le parezcan criticables.
Parece evidente que Rubalcaba ha decidido aprovechar la oportunidad para
subirse a un carro que él considera que va lleno. Aunque no lo hace de
frente, sino de forma farisaica.
epsimo y EL MUNDO
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