Antes sirvieron para recluir a delincuentes, hoy reciben a turistas que no se quieren ir
Alojarse en un hotel es toda una aventura. Y si ese hotel fue
anteriormente una cárcel, con mucha mayor razón. El blog “Turistario”
del diario “El País” de España preparó una relación de cinco hoteles que
anteriormente fueron utilizados como prisiones. Y los hay para todos
los gustos: desde hospedajes de lujo hasta albergues de experiencias
extremas. Reseña elcomercio.pe
Para comenzar está el Liberty Hotel. Lo que en el 2007 se convirtió
en un lujoso hotel de Boston fue, entre 1851 y 1990, la cárcel de
Charles Street. Queda en el corazón del barrio de Beacon Hill, lo que le
da una ubicación privilegiada para poder acceder a todos los atractivos
de la ciudad.
En segundo lugar está el Jailhotel Löwengraben de Suiza. El histórico
edificio fue construido en 1862 y se utilizó como prisión hasta 1998.
Por otro lado, en Gran Bretaña está el Malmaison, es un hotel
boutique que queda en una cárcel del centro de Oxford. Sin duda, un
lugar que te resultará irresistible. “Usted ha sido malo, lo sabemos.
Pero tal vez lo más extremo sea alojarse en el hotel Karostas, en
Letonia. El lugar fue primero hospital y luego cárcel militar hasta
1997. Los huéspedes son tratados como verdaderos reos: deben dormir
sobre camastros de hierro, comer comida de cárcel y bañarse con agua
fría, incluso en invierno.
Finalmente está el Ottawa Jail Hostel, en Canadá. Este lugar fue una
prisión hasta 1972 y posteriormente fue adquirido por Hostelling
International y convertido en albergue. Los dueños han dejado intacta
buena parte de su estructura original.
Analítica.com
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