La ONG venezolana Una Ventana a la Libertad
ha denunciado ante el Fiscal General de la República las palizas
cotidianas a los presos que se suceden desde hace algunos meses en la
Comunidad Penitenciaria de Coro, en el Estado Falcón.
En un vídeo filmado por los propios reclusos de esta cárcel, considerada por el Gobierno de Hugo Chávez como
un modelo de buenas prácticas penitenciarias, se observa cómo presos
desnudos y en cuclillas esperan su turno para ser golpeados a
continuación por un guardia armado con un palo similar a un bate de
béisbol de cara a la pared.
Los maltratos y torturas de los
funcionarios de prisiones son las irregularidades más graves que se
viven en esta cárcel inaugurada en 2008 y que según datos no oficiales
alberga a más de 1.800 reclusos cuando su capacidad es de 750 presos. La
ONG denuncia además que «las condiciones de la comida que se le da a
los reclusos es precaria, insuficiente y alejada de los valores
nutricionales que deberían de tener». Un «buen grupo de familiares» de
presos llevan más de dos meses sin poder ver a sus parientes allí
recluidos y desconocen cuál es su situación ya que «el ente encargado de
regir las políticas penitenciarias del país mantiene silencio absoluto
de lo que allí está pasando», según figura en escrito presentado por el
coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Alberto Nieto
Palma.
El maltrato no solo se produce en
castigo por un mal comportamiento, sino también para acallar a los
presos cuyos familiares protestan por las condiciones que se viven en el
interior.
En su denuncia,
Nieto Palma reclama a la fiscal general Luisa Ortega Díaz que se
investiguen de forma exhaustiva las palizas y las irregularidades que se
están cometiendo en la cárcel de Coro para que se determinen las
responsabilidades penales, civiles y administrativas y se sancione a los
responsables.
El coordinador de Una Ventana a la
Libertad presentó su escrito ante la Fiscalía General acompañado por
familiares de los reclusos que denunciaron que las agresiones se
producen tras requisar teléfonos móviles a los presos. Los reos
mantuvieron una huelga de hambre hasta el martes por la noche para pedir
que cesen los maltratos y el retraso de los procesos, según señala El Nacional.
«Lo que aparece en el vídeo evidencia como el Estado
venezolano mantiene una práctica sistemática y cotidiana de violación de
los derechos humanos de las personas privadas de libertad», señala a El Nuevo Herald Marco Antonio Ponce, coordinador del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).
Un sistema en crisis
«Estamos hablando de la aplicación sistemática de la
tortura. A estas personas se les maltrató porque sus familiares estaban
protestando en las afueras de la cárcel, exigiendo garantías de la
preservación de los derechos humanos de sus familiares recluidos. Y
porque sus familiares estaban afuera, entonces los cuerpos de seguridad
en represalia proceden a maltratarlos», añade Ponce.
En Venezuela existen 33 prisiones con 44.000 presos, según los datos oficiales del Servicio Penitenciario. Según la ministra Iris Varela, se necesitan por lo menos 10.000 funcionarios más para que funcione el sistema.
El sistema penitenciario venezolano atraviesa una profunda
crisis y son habituales los episodios de violencia, que han repuntado
desde que Varela ocupa la nueva cartera de Asuntos Penitenciarios. En el
primer semestre del año se registraron 304 presos muertos y otros 527
heridos, con un repunte del 15% en relación al mismo período de 2011,
según apuntó a ABC Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).
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