viernes, 7 de diciembre de 2012

Castigos a palos en la cárcel modelo de Venezuela

La ONG venezolana Una Ventana a la Libertad ha denunciado ante el Fiscal General de la República las palizas cotidianas a los presos que se suceden desde hace algunos meses en la Comunidad Penitenciaria de Coro, en el Estado Falcón.
En un vídeo filmado por los propios reclusos de esta cárcel, considerada por el Gobierno de Hugo Chávez como un modelo de buenas prácticas penitenciarias, se observa cómo presos desnudos y en cuclillas esperan su turno para ser golpeados a continuación por un guardia armado con un palo similar a un bate de béisbol de cara a la pared.
Los maltratos y torturas de los funcionarios de prisiones son las irregularidades más graves que se viven en esta cárcel inaugurada en 2008 y que según datos no oficiales alberga a más de 1.800 reclusos cuando su capacidad es de 750 presos. La ONG denuncia además que «las condiciones de la comida que se le da a los reclusos es precaria, insuficiente y alejada de los valores nutricionales que deberían de tener». Un «buen grupo de familiares» de presos llevan más de dos meses sin poder ver a sus parientes allí recluidos y desconocen cuál es su situación ya que «el ente encargado de regir las políticas penitenciarias del país mantiene silencio absoluto de lo que allí está pasando», según figura en escrito presentado por el coordinador general de Una Ventana a la Libertad, Carlos Alberto Nieto Palma.
El maltrato no solo se produce en castigo por un mal comportamiento, sino también para acallar a los presos cuyos familiares protestan por las condiciones que se viven en el interior.
En su denuncia, Nieto Palma reclama a la fiscal general Luisa Ortega Díaz que se investiguen de forma exhaustiva las palizas y las irregularidades que se están cometiendo en la cárcel de Coro para que se determinen las responsabilidades penales, civiles y administrativas y se sancione a los responsables.
El coordinador de Una Ventana a la Libertad presentó su escrito ante la Fiscalía General acompañado por familiares de los reclusos que denunciaron que las agresiones se producen tras requisar teléfonos móviles a los presos. Los reos mantuvieron una huelga de hambre hasta el martes por la noche para pedir que cesen los maltratos y el retraso de los procesos, según señala El Nacional.
«Lo que aparece en el vídeo evidencia como el Estado venezolano mantiene una práctica sistemática y cotidiana de violación de los derechos humanos de las personas privadas de libertad», señala a El Nuevo Herald Marco Antonio Ponce, coordinador del Observatorio Venezolano de Conflictividad Social (OVCS).

Un sistema en crisis

«Estamos hablando de la aplicación sistemática de la tortura. A estas personas se les maltrató porque sus familiares estaban protestando en las afueras de la cárcel, exigiendo garantías de la preservación de los derechos humanos de sus familiares recluidos. Y porque sus familiares estaban afuera, entonces los cuerpos de seguridad en represalia proceden a maltratarlos», añade Ponce.
En Venezuela existen 33 prisiones con 44.000 presos, según los datos oficiales del Servicio Penitenciario. Según la ministra Iris Varela, se necesitan por lo menos 10.000 funcionarios más para que funcione el sistema.
El sistema penitenciario venezolano atraviesa una profunda crisis y son habituales los episodios de violencia, que han repuntado desde que Varela ocupa la nueva cartera de Asuntos Penitenciarios. En el primer semestre del año se registraron 304 presos muertos y otros 527 heridos, con un repunte del 15% en relación al mismo período de 2011, según apuntó a ABC Humberto Prado, director del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP).

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