1º) Felicitar a las fuerzas convocantes por el
descrédito que estamos sufriendo, al no alcanzar el 7% a nivel global en la
Función Pública.
2º) Sorprendernos de que los simpatizantes,
afiliados y representantes de estas formaciones “de progreso” sean todas del
PP, ya que según CCOO no ir a la huelga era sinónimo de estar a favor del
Gobierno.
3º) Avisamos de que estábamos ante una huelga
política y esto se negó;
1.-En la mañana del 14N Cándido Méndez afirmó:
“..nos dicen que es una huelga política… ¡pues claro que es una huelga
política!”
2. El PSOE se
puso al frente de la huelga condicionándola a la celebración de un referéndum.
3. Algunas de
las consignas fueron: “Acabar con el sistema capitalista”, o convocar nuevas
elecciones.
4º) Avisamos que se iban a producir actos violentos:
118
detenciones, 74 heridos (43 de ellos Agentes de Policía) y el Gobierno habló de
“normalidad”. Si eso es normalidad quizás el Gobierno sea “anormal”, porque es
anormal una sociedad basada en la injusticia
y socializada en el miedo, causas reales de la crisis socio económica,
junto a burbujas inmobiliarias y corrupciones políticas. La noche fue brutal
con coches quemados a la policía y ataques al Parlamento.
5º) Avisamos
que el Gobierno utilizaría el escaso seguimiento para legitimarse y así ha
sucedido. Esta misma mañana han verbalizado que se sienten reforzados en sus
políticas.
El hecho de que CSI.F no se sume a la huelga no
supone una carta blanca al Gobierno y CSI.F tiene la vista puesta ya en el “día
después “, en el que habrá que seguir trabajando, con medidas de protestas en
las calles y Centros de Trabajo, pero también en las mesas de negociación, por
alcanzar una pacto de Estado que permita
modernizar de una vez por todas las Administraciones Públicas, eliminando
duplicidades y gastos innecesarios, planificando y dignificando el empleo y las
condiciones de los Profesionales Penitenciarios.
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