lunes, 22 de octubre de 2012

El informe de UBS sobre el proyecto independentista de Artur Mas

Un informe dirigido a los clientes preferentes de UBS, uno de los bancos más importantes del mundo descarta la posibilidad de que se produzca la secesión unilateral de Cataluña planteada por Artur Mas porque, además de ser ilegal, supondría la ruina económica de la Comunidad. La preocupación del presidente de la Generalidad por el rechazo o la falta de entusiasmo del empresariado catalán ante el desafío secesionista que ha planteado en las últimas semanas es más que evidente.
Las empresas son, junto a la propaganda dirigida a los medios e instituciones internacionales, la parte fundamental de su estrategia. El Gobierno autonómico ha intensificado sus visitas a todo tipo de empresas, y la mayor parte de las intervenciones públicas de Mas incluyen mensajes dirigidos a los empresarios.
Hace una semana, en una entrevista el La Vanguardia, el líder nacionalista advertía “al mundo económico” catalán de que deberá “adaptarse al cambio de mentalidad” que supone su hoja de ruta independentista. Y unos días después, suavizando el tono del discurso, añadía que “el mundo empresarial catalán lleva en su ADN la capacidad para adaptarse a situaciones y estructuras nuevas”.
Los medios públicos también aportan su granito de arena al proyecto rupturista de Mas, tergiversando la realidad hasta límites inauditos. El pasado día 11, por ejemplo, el informativo de la televisión autonómica titulaba una crónica asegurando que ‘un 53% de los empresarios de la Cecot están a favor de que Cataluña sea un nuevo Estado de Europa’. Sin embargo, lo cierto es que solo 798 de los 7.053 afiliados al sindicato contestaron la encuesta. De ellos, 423 se posicionaron a favor de la independencia, lo que supone el 53% de los que participaron en el sondeo, pero solo el 6% de los empresarios de la Cecot.
Este jueves, la CNN ha emitido un breve reportaje sobre el independentismo catalán en el que periodista Richard Quest entrevista a tres empresarios de Cataluña. En el vídeo, el presidente de la multinacional farmacéutica Grifols, Víctor Grifols, aboga por una España federal, pero rechaza la independencia. El presidente de la empresa de diseño industrial Santa & Cole, Javier Nieto, también apuesta por “un trato fiscal diferente” para la Generalidad, pero no ve “ninguna buena razón por la que la independencia beneficiaría a Cataluña”. Y la fundadora de la empresa de pañales Tucuxi, Montse Muñoz, sí apuesta por la secesión, aunque “solo” si eso supone una reducción de los impuestos.
En ese sentido, el pasado 13 de octubre, El Mundo recogía las palabras del presidente de Volkswagen-Audi España, Ludger Fretzen. “Si Cataluña continúa por la vía de declararse independiente, trasladaríamos nuestra sede a Madrid”, indicó antes de reconocer que ya ha tenido reuniones con su equipo de Recursos Humanos para analizar la operación.

El Informe de UBS sobre el proyecto rupturista de Mas

Sin embargo, después del posicionamiento del presidente del grupo Planeta, José Manuel Lara Bosch, que hace dos semanas advirtió de que, en caso de una hipotética secesión, trasladaría sus empresas fuera de Cataluña, uno de los más duros reveses que ha recibido el proyecto secesionista de Mas ha venido de la mano del banco suizo UBS, uno de los más importantes e influyentes del mundo.
UBS ha presentado este jueves un demoledor informe dirigido únicamente a sus clientes preferentes en el que analiza las consecuencias del desafío independentista impulsado por CiU. El documento concluye que, ‘con toda probabilidad, Cataluña no puede separarse de España’, pero que, en caso de que finalmente se produjese, el escenario resultante sería ‘sombrío’ y ‘desastroso’.

La secesión unilateral es legalmente inviable.

La corporación suiza destaca que la secesión es inviable bajo la actual Constitución, que es ‘bastante clara’ al respecto, y recuerda que la Generalidad tampoco podrá celebrar un referendo legal, puesto que su autorización es una ‘competencia exclusiva’ del Gobierno, y este ya ha señalado que no lo permitirá.
También señala que la propia Constitución autoriza al Gobierno, con el apoyo de las Cortes Generales, a intervenir cualquier gobierno autonómico ‘en el caso que incumpla la Constitución’ o ‘actúe contra el interés general de España’.
UBS reproduce el anuncio de Mas de celebrar un referendo secesionista ‘con o sin la autorización del Gobierno’, un planteamiento que incrementará ‘el choque constitucional con resultados inciertos para Cataluña’.
‘Si Mas sigue adelante y lleva a cabo un referendo sin apoyo legal, el pueblo catalán deberá elegir si vota sobre la independencia fuera de cualquier marco legal, en choque total con el Gobierno, lo que tendría enormes implicaciones para la economía de la nueva Cataluña independiente’, añade.

El aumento del independentismo se debe a la crisis económica.

Más allá de las cuestiones legales, el informe destaca que ‘a pesar de que la mayoría de los catalanes quiere una renegociación de la posición de su región con Madrid, la plena independencia no es necesariamente su opción‘. Y sostiene esa afirmación recogiendo los datos de la última encuesta del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalidad, en la que, por una parte un 51% votaría a favor de la independencia en un referendo, pero por otra, solo un 34% quiere por que Cataluña sea ‘un estado independiente’. Una situación que también se repite en otros sondeos, añade.
El estudio asocia el incremento del independentismo a la crisis económica. ‘Parece que las dificultades sociales y económicas causadas por la crisis están detrás de la reciente ola independentista. Es más, todavía es una minoría (aunque la primera) la que tiene la total independencia de España como su primera opción’, indica.

Unas perspectivas ‘probablemente sombrías y posiblemente desastrosas’

UBS se pregunta cuáles serían las ‘perspectivas económicas’ de Cataluña tras una hipotética e improbable secesión. La respuesta que da no puede ser más contundente: las perspectivas serían ‘probablemente sombrías y posiblemente desastrosas’.
El banco destaca que, pese a que la deuda de la Generalidad a finales de 2011 solo representaba el 21% de su PIB (lo que supondría ser ‘uno de los países menos endeudados de Europa’), ‘obviamente, Cataluña tomaría una parte [de la deuda global del Estado] igual al tamaño relativo de su economía en España’, lo que elevaría su ratio de deuda respecto al PIB hasta el 78,4%.
También recoge el planteamiento realizado por la Generalidad, trabajando con la hipótesis de que existiese un déficit fiscal del 8% del PIB anual (‘no hemos podido cotejar estos números con los del Gobierno’, advierten), lo que se ahorraría tras la supuesta secesión y convertiría el déficit de las cuentas autonómicas de 2011, de casi un 4%, en un superávit del 4% del PIB anual.
Con este planteamiento (78% de deuda y 4% de superávit), ‘la posición fiscal de una Cataluña independiente mejoraría respecto a una Cataluña en España, pero estos sencillos cálculos descuidan la cuestión de los activos (cómo serían repartidos) e importantes obstáculos fiscales a los que se enfrentaría el nuevo estado’.
Entre ellos, el informe destaca el problema de cómo hacer frente a las amortizaciones de la deuda: ‘Una parte considerable de la deuda catalana vence el próximo año. Cataluña ya ha pedido acceder al fondo de liquidez regional de emergencia establecido por el Gobierno, que muestra con bastante claridad que la región ha perdido el acceso al mercado. ¿Lo recuperaría con la independencia? Lo dudamos. Seguro que la deuda y los niveles de déficit podrían mejorar, pero todavía habría enormes incertidumbres pesando fuertemente en las cabezas de los inversores. Creemos que esto impediría refinanciar la deuda catalana (por no hablar de la deuda que tendría que tomar del Gobierno). En este escenario, ¿quién rescataría a Cataluña? Ciertamente, no el fondo regional español’.

Cataluña quedaría fuera de la UE

Por otra parte, UBS también analiza la situación de una Cataluña independiente respecto a la Unión Europea (UE), una cuestión que considera como ‘la más importante’. ‘¿Estará [una Cataluña independiente] en la UE? La respuesta parece ser no, Cataluña no formará parte de la UE, y para acceder a ella deberá someterse a un (condenado) proceso de adhesión’, concluye el informe.
El artículo 4.2 del Tratado de Lisboa señala que la UE ‘respetará las funciones esenciales del Estado, especialmente las que tienen por objeto garantizar su integridad territorial’. ‘Esto sugiere que si España calificase la secesión de Cataluña como unilateral, y por lo tanto, un atentado contra su integridad territorial, la UE no podría aceptar el nuevo estado independiente como miembro‘, señala el documento, que recuerda que para impedir el ingreso bastaría con el veto de uno de los estados miembros.
España no sería capaz de vetar la entrada de Cataluña a la UE para siempre, pero, desde luego, puede hacerlo al principio‘, añaden. Además, recuerdan la petición del presidente de la Generalidad para que se reforme la legislación comunitaria en esta cuestión pero ‘considerando lo rápida y sencillamente que los tratados de la UE son enmendados, creemos que Mas tendrá que esperar un tiempo’, indican en tono irónico.

Las exportaciones serían ‘enormemente’ penalizadas

Para la corporación bancaria, ‘las implicaciones económicas inmediatas’ de que Cataluña no estuviera en la UE ‘serían enormes’: ‘Para empezar, Cataluña perdería su acceso al mercado común. Actualmente, el 63% de sus exportaciones se dirigen a la UE y a España. Esto sería enormemente penalizado. Las empresas que ahora están situadas en Cataluña tendrían un gran incentivo para desplazarse más allá de la frontera con España y así acceder al mercado común’.
En este sentido, recuerdan la posición anunciada por el presidente del Grupo Planeta, José Manuel Lara, y otras similares, como la de los responsables de Vueling, de Abertis o la del presidente de la CEOE, Joan Rosell, que señaló que la hipotética secesión sería “una barbaridad”.

‘Un desastre económico’

El informe subraya que estar fuera de la UE también supone salir de la Eurozona, perdiendo la protección de las instituciones monetarias comunitarias. ‘¿Quién sería el prestamista en última opción para la deuda catalana?’ se preguntan. El escenario que prevén no es nada halagüeño: la pérdida de exportaciones depreciaría la moneda catalana de nueva creación, lo que ayudaría a mejorar las exportaciones pero haría ‘estallar’ la deuda, por lo que esta debería ser emitida en euros. Pero esto también supone que aumente el riesgo de impago de la deuda pública, a causa de las propias depreciaciones. Una situación que también podría arrastrar a los bancos.
‘Esto podría suponer un desastre económico’, sentencia. E insisten en que incluso ‘en el mejor escenario posible’, esto es ‘renunciando a su parte de la deuda del Gobierno y asumiendo que la transferencia fiscal neta hacia [el resto de] España es tan grande como estima la Generalidad’, la salida de Cataluña de la UE plantea unas perspectivas económicas ‘potencialmente desastrosas’.

Mas busca mejorar la financiación de la Generalidad

El complicado entorno económico actual, la deuda pública totalmente emitida en moneda extranjera, la falta de acceso a los mercados financieros, y el hecho de quedarse fuera de los mecanismos de protección de la Eurozona, supondría ‘un probable impago de la deuda soberana, el pánico bancario, y una enorme caída de la riqueza y de los ingresos‘. ‘No creemos que el presidente [autonómico] catalán Mas quiera arriesgar la región hasta ese nivel’, deducen.
Así, UBS llega a una conclusión final:
 ‘Creemos que la carta independentista es más bien un juego que Mas está jugando con el Gobierno para obtener algo más realista, como la largamente buscada renegociación del mecanismo de transferencias fiscales intrarregionales. Creemos que, tras las elecciones [autonómicas] catalanas del 25 de noviembre, la palabra independencia se convertirá en menos común en la retórica de Mas. Sin embargo, este es un juego arriesgado. Una vez que se despierta al genio independentista, puede resultar difícil volver a meterlo en la lámpara’.

No hay peor ciego que el que no quiere ver.

Esto es lo dice un refrán muy popular. Pero en Catalunya hay algo peor, mucho peor. Me refiero a esa casta política que hace del victimismo, del cinismo y de la mentira su bandera para arrastrar a los Ciudadanos que, bien por interés, por desinformación o por una ingenuidad sin límites, se dejan llevar a un futuro que, cómo mínimo es bastante incierto.
Hay muchas razones, entre ellas la legalidad vigente que fue votada afirmativamente en nuestro referendum de la Constitución, que llaman la atención ante las evidencias que señalan, no ya un camino incierto, sino la más lamentable de las ruinas social, económica y políticamente hablando. Claro está que, para la élite de esa casta política eso no supone ningún problema insalvable; en el caso de que las cosas salgan mal, unos escaparan por las alcantarillas y otros tendrán los billetes de avión preparados para retirarse a algún lugar privilegiado a disfrutar de su patrimonio jugoso y a buen recaudo….a la espera de que pase el temporal y si se tercia volver a intentarlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario