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El PP reclama a Almunia que dimita como comisario
Le acusa, la víspera de su cita con Rajoy, de desleal y de ser «enemigo» de España
El PP rompió ayer las hostilidades al pedir abiertamente la dimisión del
español y socialista Joaquín Almunia como vicepresidente de la Comisión
y comisario de la Competencia.
El enfado trasladado la víspera por el partido y por algunos de sus dirigentes hacia el que fuera antecesor de Zapatero en la Secretaría General del PSOE se trocó ayer en guerra abierta. Desde el Grupo Parlamentario en el Congreso y desde la Eurocámara se puso voz al enfado del propio Gobierno por las sucesivas declaraciones de Almunia, primero advirtiendo sobre las condiciones del rescate bancario y, luego, sobre el cierre de algunas entidades financieras en España.
El enfado trasladado la víspera por el partido y por algunos de sus dirigentes hacia el que fuera antecesor de Zapatero en la Secretaría General del PSOE se trocó ayer en guerra abierta. Desde el Grupo Parlamentario en el Congreso y desde la Eurocámara se puso voz al enfado del propio Gobierno por las sucesivas declaraciones de Almunia, primero advirtiendo sobre las condiciones del rescate bancario y, luego, sobre el cierre de algunas entidades financieras en España.
Así,
en vísperas del encuentro que hoy mismo mantendrán Almunia y Rajoy en
La Moncloa, y pese a que el Gobierno está oficialmente instalado en una
posición de respeto institucional hacia el ahora representante europeo,
los populares protagonizaron una presión testimonial en forma de pinza
para que el socialista considere la posibilidad de dejar voluntariamente
su cargo antes de que finalice su mandato en 2014.
Ésta
sería, de hecho, la única manera de acabar con una cohabitación entre
el comisario socialista y el Gobierno popular que cada día se revela más
difícil. Fuera de micrófono, lo que reprochan los populares a Almunia
no es tanto la «obviedad» de algunos de sus comentarios como su
«inoportunidad». En todo caso, la noticia, ayer, fue la contundencia con
que éstos arremetieron a micrófono abierto en sedes parlamentarias.El diputado Rafael Hernando, miembro de la dirección del Grupo Popular, reclamó sin rodeos su «dimisión» porque demuestra una «terrible irresponsabilidad» y una gran «deslealtad» hacia España, por difundir «libelos», sembrar «alarmas extravagantes» y la «desconfianza» de los mercados, y por «perjudicar los intereses de los españoles».
Hernando llegó incluso a llamar a Almunia «enemigo de España»: «Ha llegado el momento de que este señor comience a pensar en coger las maletas y venirse para España después de haber dimitido, porque teniendo un enemigo de España en la Comisión Europea poco vamos a conseguir», afirmó.
Cabe recordar que fue el propio Hernando quien, hace dos meses, puso la diana sobre Almunia cuando todo el PP le atribuyó la polémica filtración de la Comisión a la agencia Reuters según la cual el Gobierno de Rajoy había inflado el déficit heredado de Zapatero.
Por su parte, el eurodiputado Carlos Iturgaiz -bilbaíno, como Almunia- repitió luego desde Bruselas palabras similares: «España no se merece un comisario como Almunia». Pero, además, le acusó de trabajar para Rubalcaba y hacer partidismo político desde la Comisión: «Tiene instrucciones de Rubalcaba de dificultar las labores del Gobierno español y de poner palos en las ruedas», afirmó, siendo más generoso que Hernando, quien advirtió: «Si quiere ejercer de jefe de la oposición frustrado pues que venga aquí, a España, que le dispute el liderazgo a Rubalcaba y dé la cara». Iturgaiz dio cuenta del «desconcierto» de sus compañeros de escaño y emplazó a Almunia a aprender de los demás comisarios que «trabajan por el bien de sus países, sin mirar siglas políticas ni partidismos».
Desde Bruselas, el portavoz de Competencia, Antoine Colombani, eludió la polémica: «No vamos a hacer ningún comentario por ahora», fueron sus palabras, horas antes de la cita de hoy.
epsimo y EL MUNDO
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