Hoy encabezará la manifestación contra la reforma laboral por las
calles de la capital alguien que ha cobrado nada menos que 181.000 euros
como consejero de Bankia en 2011. Aunque él asegura que sólo cobra
2.300 euros como liberado sindical de Renfe (en teoría, es técnico
ferroviario, pero lleva 20 años liberado), el nivel de vida de José
Ricardo Martínez, líder de UGT-Madrid, es el de cualquier empresario a
quien le van bien las cosas. Como ya ha ocurrido en más de una ocasión
con líderes sindicales, Martínez no encaja en el perfil que la mayoría
de los afiliados imaginan de sus líderes. Colegios elitistas para sus
hijos, coches caros, complementos de marcas de lujo y, como no podía ser
de otra forma, una vivienda cara y bien situada. Nada que ver con lo
que luego les toca proclamar en el trabajo.
Según publica La Razón, su casa, en el barrio de Las Cárcavas, en
Hortaleza, sería la envidia de más de un afiliado de UGT. Según varios
portales inmobiliarios, el metro cuadrado en la zona –en plena
revalorización, ya que está pegada a la M-11, al parque mirador de Las
Cárcavas y al nuevo desarrollo de Valdebebas– se sitúa en 3.295 euros, y
eso que las viviendas del barrio son en su mayoría más antiguas que la
que habita el líder sindical.
La casa de Martínez, un pareado, tiene unos 150 metros cuadrados,
garaje privado en la planta baja de la vivienda, y dos alturas más.
También cuenta con un patio posterior en el que algunos residentes se
han construido piscinas individuales. El líder de UGT-Madrid, que
también es titular de al menos dos propiedades más en Vera (Almería),
lleva unos diez años viviendo allí, desde que se construyeron los chalés
y en el barrio todos le conocen.
Ayer, ante la presencia de ese periódico en la puerta de su casa,
Martínez no hizo gala de la incontinencia verbal a la que acostumbra en
sus mítines (dijo de Aguirre, por ejemplo, que era una «reliquia cañí
del tardofranquismo» o que Fernández Ordóñez, el director del Banco de
España, debía «por decencia» irse «a su puta casa»). Junto a algunos de
sus familiares, que aclararon que José Ricardo no es ningún «personaje
del corazón» y, tras hacer una llamada pidiendo consejo, el líder de UGT
se metió en el coche de un familiar y salió a media tarde de ayer de su
residencia. No resultó una jornada fácil para el sindicalistas que se
desayunó con la información de sus honorarios como miembro del consejo
de administración de Bankia en este diario. Como no podía ser de otra
manera –también negó en un primer momento que sus hijos estuvieran
matriculados en un colegio privado, sino en una «cooperativa de padres»,
mientras estaba inmerso en las manifestaciones educativas de la «marea
verde»–, Martínez tiró ayer de ironía cuando le tocó responder a
preguntas sobre sus ingresos de Cibeles, la corporación industrial de la
entidad financiera madrileña. Así, aseguró que por la mañana su mujer
le había dicho que le había tenido 25 años engañada con su sueldo real y
que cobra más de 180.000 euros (108.000, por su presencia en entidades
participadas por Bankia y 73.000 más, en concepto de dietas y asignación
fija) por asistir a las reuniones del consejo de administración de la
caja.
Este año, según pudo saber este diario, la asignación de Martínez y
de todos los nuevos consejeros de Cibeles será superior que la de los de
Bankia, porque las dietas en esta sociedad son mayores. En total, el
líder de UGT-Madrid (que ayer aseguró que estas retribuciones se
ingresaban íntegramente en las cuentas del sindicato) podría ganar hasta
198.000 euros. El secretario general de UGT es diplomado en Educación y
figura como parte de la plantilla de la empresa pública Renfe (como
técnico ferroviario) desde 1982. Tras formar parte del sindicato
ferroviario madrileño, solicitó la liberación sindical para trabajar a
pleno rendimiento por UGT.
El millonario tras la pancarta
José Ricardo Martínez apoyó de forma acérrima a los funcionarios e interinos de Educación, los conocidos como «camisetas verdes», que desde el inicio del curso escolar se han manifestado y han protagonizado huelgas de enseñanza. La Comunidad sólo pedía que ampliaran su jornada laboral en dos horas semanales.
José Ricardo Martínez apoyó de forma acérrima a los funcionarios e interinos de Educación, los conocidos como «camisetas verdes», que desde el inicio del curso escolar se han manifestado y han protagonizado huelgas de enseñanza. La Comunidad sólo pedía que ampliaran su jornada laboral en dos horas semanales.
EDUCACIÓN
SANIDAD
El líder de UGT-Madrid también ha estado al lado de los funcionarios de Sanidad cuando el Gobierno regional les pedía ampliar su jornada laboral.
El líder de UGT-Madrid también ha estado al lado de los funcionarios de Sanidad cuando el Gobierno regional les pedía ampliar su jornada laboral.
JUSTICIA
La Consejería sólo pidió a los funcionarios dejar de hacer horas extras y poder contratar así a más gente. Aún así, las manifestaciones en contra se han producido
La Consejería sólo pidió a los funcionarios dejar de hacer horas extras y poder contratar así a más gente. Aún así, las manifestaciones en contra se han producido
Alerta Digital

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