El ultraderechista Ricardo Guerra Cuadrado regresó
al penal Victoria Kent, donde está en segundo grado, con 150 «bellotas»
de hachís ocultas bajo el cinturón. Le pillaron en un cacheo
Ricardo Guerra Cuadrado, el ultraderechista condenado a 17 años de prisión por el asesinato
del hincha de la Real Sociedad Aitor Zabaleta en 1998, vuelve a estar
en el ojo del huracán. Esta vez, después de que la Policía le
sorprendiera con una faja repleta de droga a su regreso de un permiso
carcelario, en el Victoria Kent de Madrid.
Fue condenado a 17 años de cárcel por acuchillar en 1998 al hincha de la Real Sociedad
Este 17 de mayo, jueves, Ricardo Guerra regresaba de un permiso al Centro Penitenciario de Inserción Social Victoria Kent,
donde cumple condena en segundo grado por el asesinato de Zabaleta. El
ultra, un personaje nada brillante, fue sorprendido en el pertinente
cacheo de entrada con nada menos que 150 bellotas de hachís encima. Las
llevaba en una bolsa azul, oculta en el interior de su ropa, a la altura
del cinturón, informaron a ABC fuentes policiales.
Más de 1,6 kilos
En
total, Guerra Cuadrado portaba 1,610 kilos de la droga. Indicativos
policiales de la comisaría de Arganzuela fueron avisados a las 20.30 de
ese día por parte del Victoria Kent, y quedó nuevamente detenido. Lo que
se investiga ahora es si el asesino de Aitor Zabaleta pretendía meter
el hachís dentro de la prisión y venderlo él mismo o si trabajaba para otro preso.
Buena
parte del historial delictivo de Ricardo Guerra se ha desarrollado
parcialmente en paralelo a sus permisos carcelarios. Cuando la noche del
8 de diciembre de 1998 apuñaló a Zabaleta por el mero hecho de ser
vasco e hincha de la Real, disfrutaba del tercer grado, precisamente, en
el mismo Victoria Kent.
Acuchillo a un joven en una discoteca
Entonces,
se encontraba preso en régimen abierto tras haber apuñalado a otro
joven en una discoteca madrileña. Dormía en prisión de lunes a jueves y
salía los fines de semana. Cuando esto se supo, la polémica no tardó en
saltar, puesto que la Junta de Tratamiento de Alcalá-Meco había emitido
un informe que desaconsejaba que se le diera el tercer grado por su personalidad agresiva.
Es el tercer polémico permiso de este miembro del grupo ultra Bastión, del Atlético de Madrid
La
Sección 5ª de la Audiencia Provincial así lo dictó, también en contra
del criterio del juez de Vigilancia Penitenciaria, el fiscal y la Junta
de Tratamiento de Soto del Real. Le habían denegado dos permisos anteriores por su «alta peligrosidad».
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