EL INCENDIO en las Fragas do Eume, que ha reducido a cenizas centenares
de hectáreas de una de las joyas ecológicas del país, ha llevado a la
izquierda gallega a hablar de un «nuevo Prestige». La comparación no
sólo es exagerada sino injusta, y podría volverse en su contra. Todo
apunta a que el fuego fue intencionado, se ha desarrollado en una zona
de difícil acceso y tras una sequía que complica mucho la lucha contras
las llamas. Eso no exime de responsabilidad a la Xunta, que tendrá que
aclarar si hubo fallos en la coordinación y si los dispositivos de
prevención y de lucha contra los incendios son los adecuados. Por ello,
el presidente Núñez Feijóo haría bien en abrir una comisión de
investigación en el Parlamento gallego. Su petición de endurecer el
Código Penal con los pirómanos parece oportuna en un momento en el que
este tipo de catástrofes pueden ir a más. Ahora bien, el intento de
llevar otra vez la movilización a la calle como ariete contra el
Gobierno del PP, pretendiendo crear otro Nunca Máis cambiando chapapote
por ceniza, es oportunista y demagógico. Los socialistas deberían actuar
con responsabilidad y desvincularse de ese aquelarre.
epsimo y EL MUNDO
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