Admitió ante el congreso de diputados que faltan funcionarios para abrir las nuevas instalaciones
PAMPLONA. El secretario
general de Instituciones Penitenciarias, Ángel Yuste, admitió esta
semana en el Congreso de los Diputados que no hay funcionarios
suficientes para la apertura de nuevas cárceles, como la construida en
Pamplona, al tiempo que anunció que se revisarán las infraestructuras
proyectadas con el fin de adecuarlas al personal existente, como la
nueva cárcel prevista en San Sebastián, cuyo proyecto va a ser
replanteado.
"Lo que pretendemos es que en el ámbito de ese plan de
revisión de infraestructuras, valorar los problemas que en este momento
pueda generar, no el centro de San Sebastián en sí, sino los centros
iniciados para los cuales no existe en este momento una dotación de
funcionarios que puedan hacer frente a la demanda para su apertura",
advirtió Yuste en su comparecencia ante la Comisión de Interior de la
Cámara Baja para explicar los presupuestos de su departamento.
Durante su intervención, el secretario general de
Instituciones Penitenciarias cuestionó la necesidad de construir nuevas
cárceles y lamentó que no se hubiese planificado mejor la dotación de
funcionarios. "Los niveles de dotación de funcionarios no llegan a la
mitad", denunció Yuste, quien censuró la planificación y la licitación
de otros centros como el de Pamplona, Soria y Teruel.
Al respecto, llegó a calificar como "prescindibles" las dos
últimas dado el índice de criminalidad en ambas provincias y criticó que
no se hayan dedicado en el pasado "a dotar mejor de funcionarios
aquellas cárceles que ya estaban en funcionamiento". Yuste hizo especial
énfasis en sus críticas teniendo en cuenta que en los últimos años se
ha producido un descenso de la población reclusa, según dijo, 5.000 en
dos años. "El problema no es de centros, sino de funcionarios", aseguró.
Con el fin de estrenar el nuevo centro Norte II, Instituciones
Penitenciarias ha destinado a Pamplona la mitad de la última promoción
de funcionarios en prácticas (30 trabajadores), con los que se pretende
reforzar la plantilla actual que trabaja en la cárcel de la capital
navarra. Con esta dotación, los sindicatos calculan que tan sólo podría
abrirse el 40% de la infraestructura construida en la colina de Santa
Lucía.
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