El socialista Cepeda también espió a la 'popular' Vicente
El miembro del Comité Federal regaló un móvil con un 'troyano' a la diputada
El socialista José Cepeda espió en 2006 a la popular Ana Paula Vicente,
diputada en la Asamblea de Madrid. Cepeda, que acaba de ser reelegido
miembro del Comité Federal del PSOE y que hasta marzo era vicepresidente
del grupo socialista de la Asamblea de Madrid, utilizó sus
conocimientos de ingeniero informático para colocar un programa espíaen
el teléfono móvil de la que fuera diputada autonómica. Tanto la línea
telefónica que espiaba como la espiada eran oficiales y pertenecían a la
Asamblea de Madrid.
EL MUNDO ya publicó el pasado 3 de febrero que Cepeda también espió telefónicamente y en la misma época a su ex compañera sentimental y de partido, la concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid Noelia Martínez. El sistema empleado para espiar a ambas fue el mismo: colocó un troyano en el teléfono móvil marca Nokia que les regaló.
Un informe de ocho páginas elaborado en 2006 por el Departamento de Gestión de Riesgo y Fraude de Telefónica Móviles y que está en poder de este periódico recoge que «en octubre de 2006 se detectó que la línea 6380817... (a nombre de la Asamblea de Madrid) estaba siendo espiada por la línea 6092567... (también a nombre de la Asamblea de Madrid)». En el folio seis se indica: «Entendemos que este tema es sumamente delicado por posible espionaje político». Automáticamente, los responsables de la investigación deciden que «se informe al Comité de Seguridad ante la gravedad del incidente».
El informe interno de Telefónica va aún más lejos y explica cómo se produjo la intervención del móvil: «Para espiar se utilizó un troyanoFlexispy instalado en el IMEI 351…, que primero utilizó el 6092567... y que posteriormente se lo proporcionaron al número espiado: 6380817...». El Departamento de Gestión de Riesgo y Fraude aclara: «Revisando la línea espía: 6092567... comprobamos que está a nombre de José Carmelo Cepeda García».
El informe no precisa a quién pertenece la línea espiada. La Asamblea de Madrid ha declinado, una y otra vez, ofrecer información sobre ese número a este periódico. Pero EL MUNDO ha conseguido una factura de Movistar donde viene reflejado el titular del número 6380817... y corresponde a Ana Paula Vicente Benítez, ex diputada de la Asamblea de Madrid por el PP.
La propia ex diputada popular lo ha reconocido a este medio: «Efectivamente, en aquella época yo tenía ese número y es verdad que José Cepeda, al que conocía como diputado de la Asamblea de Madrid, me regaló un móvil». La que fuera presidenta de Nuevas Generaciones del PP de Villanueva de la Cañada se muestra asombrada, molesta y ofendida cuando comprueba que el informe de Telefónica refleja, pormenorizadamente, cómo y cuándo el socialista Cepeda la espió.
Ana Paula Vicente recuerda que tuvo problemas con su teléfono móvil. «De repente dejó de funcionar, y José Cepeda, con el que tenía una buena relación de amistad y respetaba como político, me dijo que él se acababa de comprar uno nuevo y que si quería me facilitaba su viejo modelo».
La popular Vicente, tras dejar el escaño de diputada autonómica en el año 2007, preguntó a la Asamblea de Madrid si existía la posibilidad de quedarse con el número que había venido utilizado en la legislatura 2005-2007. De esa forma, el número adjudicado a la Asamblea se convirtió en el personal de la ex diputada, que a partir de julio de 2007 comenzó a abonarlo con cargo a su cuenta corriente.
La ex diputada autonómica no sale de su asombro y no entiende qué pretendía el ex vicepresidente del grupo socialista de Madrid con la información personal y política que obtenía. «Estudiaré cómo y de qué forma puedo emprender acciones legales, pues considero que las intervenciones telefónicas y el espionaje que se ha llevado a cabo, según se desprende del informe de Telefónica, no se pueden admitir bajo ningún concepto», explica Ana Paula Vicente.
La reflexión de la ex diputada sobre los pinchazos telefónicos que sufrió va mucho más lejos: «También habrá que preguntarle a Telefónica por qué no fui informada de esas irregularidades o por qué no fueron denunciadas esas escuchas a las autoridades judiciales competentes». Y sentencia: «Telefónica o las personas de esa empresa que taparon las escuchas son tan responsables de esa ilegalidad como el que la llevó a cabo. Estudiaré emprender acciones legales contra todos los responsables».
En el periodo en que se produjo el espionaje, el director general de Seguridad de Telefónica era Florencio San Agapito, ex comisario de Policía. EL MUNDO ha podido saber de fuentes internas de Telefónica que fue el propio San Agapito el que «tomó la decisión de frenar el informe para que no llegara a las autoridades judiciales».
San Agapito es un experto de la información que entre 1980 y 1982 trabajó con el ministro del Interior, Juan José Rosón (UCD), y con Francisco Laína, que en febrero de 1981 era el director de la Seguridad del Estado. El ex comisario conoció aspectos delicados del 23-F y de las acciones del Batallón Vasco Español (BVE). San Agapito también estuvo a las órdenes de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior, y supo de las actividades de los GAL. Se jubiló en la época de José Luis Corcuera. Más tarde se pasó a la empresa privada y se convirtió en el hombre de confianza de César Alierta, actual presidente de Telefónica.
Florencio San Agapito fue detenido e imputado en el año 2007 dentro de la operación Malaya, que llevó a cabo el juez Miguel Ángel Torres en Marbella. El magistrado imputó al ex comisario por cohecho, fraude y blanqueo de capitales.
En enero de este año, EL MUNDO se puso en contacto con Cepeda, todavía vicepresidente del grupo en la Asamblea de Madrid, para saber si el teléfono 6092567... era o había sido su línea personal y si había espiado al 6380817... Cepeda asumió que el primer número fue suyo e indicó que nunca había espiado a nadie.
El dirigente socialista argumentó que «la persona espiada y perjudicada he sido yo, todo ha sido producto de una mala relación amorosa con una antigua compañera de partido», en referencia al primer espionaje que destapó EL MUNDO contra la socialista Noelia Martínez.
Sobre si el motivo último era el espionaje político, el diputado autonómico del PSOE negó la mayor: «Era una compañera que ahora está casada y con dos hijos. No quiero perjudicarla. Lo mejor es que no se mueva nada». José Cepeda no dijo verdad. Ni la socialista ni la popular están casadas y tampoco tienen dos hijos.
EL MUNDO ya publicó el pasado 3 de febrero que Cepeda también espió telefónicamente y en la misma época a su ex compañera sentimental y de partido, la concejal socialista del Ayuntamiento de Madrid Noelia Martínez. El sistema empleado para espiar a ambas fue el mismo: colocó un troyano en el teléfono móvil marca Nokia que les regaló.
Un informe de ocho páginas elaborado en 2006 por el Departamento de Gestión de Riesgo y Fraude de Telefónica Móviles y que está en poder de este periódico recoge que «en octubre de 2006 se detectó que la línea 6380817... (a nombre de la Asamblea de Madrid) estaba siendo espiada por la línea 6092567... (también a nombre de la Asamblea de Madrid)». En el folio seis se indica: «Entendemos que este tema es sumamente delicado por posible espionaje político». Automáticamente, los responsables de la investigación deciden que «se informe al Comité de Seguridad ante la gravedad del incidente».
El informe interno de Telefónica va aún más lejos y explica cómo se produjo la intervención del móvil: «Para espiar se utilizó un troyanoFlexispy instalado en el IMEI 351…, que primero utilizó el 6092567... y que posteriormente se lo proporcionaron al número espiado: 6380817...». El Departamento de Gestión de Riesgo y Fraude aclara: «Revisando la línea espía: 6092567... comprobamos que está a nombre de José Carmelo Cepeda García».
El informe no precisa a quién pertenece la línea espiada. La Asamblea de Madrid ha declinado, una y otra vez, ofrecer información sobre ese número a este periódico. Pero EL MUNDO ha conseguido una factura de Movistar donde viene reflejado el titular del número 6380817... y corresponde a Ana Paula Vicente Benítez, ex diputada de la Asamblea de Madrid por el PP.
La propia ex diputada popular lo ha reconocido a este medio: «Efectivamente, en aquella época yo tenía ese número y es verdad que José Cepeda, al que conocía como diputado de la Asamblea de Madrid, me regaló un móvil». La que fuera presidenta de Nuevas Generaciones del PP de Villanueva de la Cañada se muestra asombrada, molesta y ofendida cuando comprueba que el informe de Telefónica refleja, pormenorizadamente, cómo y cuándo el socialista Cepeda la espió.
Ana Paula Vicente recuerda que tuvo problemas con su teléfono móvil. «De repente dejó de funcionar, y José Cepeda, con el que tenía una buena relación de amistad y respetaba como político, me dijo que él se acababa de comprar uno nuevo y que si quería me facilitaba su viejo modelo».
La popular Vicente, tras dejar el escaño de diputada autonómica en el año 2007, preguntó a la Asamblea de Madrid si existía la posibilidad de quedarse con el número que había venido utilizado en la legislatura 2005-2007. De esa forma, el número adjudicado a la Asamblea se convirtió en el personal de la ex diputada, que a partir de julio de 2007 comenzó a abonarlo con cargo a su cuenta corriente.
La ex diputada autonómica no sale de su asombro y no entiende qué pretendía el ex vicepresidente del grupo socialista de Madrid con la información personal y política que obtenía. «Estudiaré cómo y de qué forma puedo emprender acciones legales, pues considero que las intervenciones telefónicas y el espionaje que se ha llevado a cabo, según se desprende del informe de Telefónica, no se pueden admitir bajo ningún concepto», explica Ana Paula Vicente.
La reflexión de la ex diputada sobre los pinchazos telefónicos que sufrió va mucho más lejos: «También habrá que preguntarle a Telefónica por qué no fui informada de esas irregularidades o por qué no fueron denunciadas esas escuchas a las autoridades judiciales competentes». Y sentencia: «Telefónica o las personas de esa empresa que taparon las escuchas son tan responsables de esa ilegalidad como el que la llevó a cabo. Estudiaré emprender acciones legales contra todos los responsables».
En el periodo en que se produjo el espionaje, el director general de Seguridad de Telefónica era Florencio San Agapito, ex comisario de Policía. EL MUNDO ha podido saber de fuentes internas de Telefónica que fue el propio San Agapito el que «tomó la decisión de frenar el informe para que no llegara a las autoridades judiciales».
San Agapito es un experto de la información que entre 1980 y 1982 trabajó con el ministro del Interior, Juan José Rosón (UCD), y con Francisco Laína, que en febrero de 1981 era el director de la Seguridad del Estado. El ex comisario conoció aspectos delicados del 23-F y de las acciones del Batallón Vasco Español (BVE). San Agapito también estuvo a las órdenes de Rafael Vera, ex secretario de Estado de Interior, y supo de las actividades de los GAL. Se jubiló en la época de José Luis Corcuera. Más tarde se pasó a la empresa privada y se convirtió en el hombre de confianza de César Alierta, actual presidente de Telefónica.
Florencio San Agapito fue detenido e imputado en el año 2007 dentro de la operación Malaya, que llevó a cabo el juez Miguel Ángel Torres en Marbella. El magistrado imputó al ex comisario por cohecho, fraude y blanqueo de capitales.
En enero de este año, EL MUNDO se puso en contacto con Cepeda, todavía vicepresidente del grupo en la Asamblea de Madrid, para saber si el teléfono 6092567... era o había sido su línea personal y si había espiado al 6380817... Cepeda asumió que el primer número fue suyo e indicó que nunca había espiado a nadie.
El dirigente socialista argumentó que «la persona espiada y perjudicada he sido yo, todo ha sido producto de una mala relación amorosa con una antigua compañera de partido», en referencia al primer espionaje que destapó EL MUNDO contra la socialista Noelia Martínez.
Sobre si el motivo último era el espionaje político, el diputado autonómico del PSOE negó la mayor: «Era una compañera que ahora está casada y con dos hijos. No quiero perjudicarla. Lo mejor es que no se mueva nada». José Cepeda no dijo verdad. Ni la socialista ni la popular están casadas y tampoco tienen dos hijos.
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