Una denuncia grave que hay que investigar
LA información que hoy publicamos sobre cómo se obstruyó la
investigación policial sobre Iván Chaves es de una gravedad
extraordinaria. Nada menos que el ex jefe de la Udyco de Sevilla ha
denuciado por escrito con fines internos que fue destituido de su puesto
por investigar lo que un informe del grupo de blanqueo de capitales
-publicado por este diario el pasado mes de enero- definió como «una
trama corrupta» en torno al hijo de Manuel Chaves, en la que también
estaban amigos, socios y familiares. El denunciante relata con todo lujo
de detalles cómo sus superiores le fueron apartando del caso con
instrucciones claras para que no profundizara en las actividades como
comisionista e intermediario de Iván Chaves e hiciera tan solo «una
faena de aliño». Asimismo, enumera las irregularidades en la
investigación del presunto robo sufrido por el hijo del ex presidente
andaluz. La denuncia del ex alto mando policial es suficientemente grave
como para que deba ser investigada por parte del Ministerio del
Interior. Los ciudadanos andaluces se pronunciarán el próximo domingo
sobre las responsabilidades políticas, pero los posibles delitos no
pueden quedar impunes.
Orden policial: 'faena de aliño' para tapar al hijo de Chaves
El
ex jefe de la Udyco de Sevilla afirma por escrito que fue destituido
por no seguir esa consigna / Investigaba «una trama de corrupción» en
torno a Iván
La
investigación policial por el supuesto robo de documentos mercantiles
al hijo del ex vicepresidente del Gobierno y ex presidente de la Junta
de Andalucía, Manuel Chaves, fue boicoteada desde dentro hasta quedar
totalmente bloqueada.
Lo afirma quien fue su máximo responsable, el ex jefe de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de Sevilla, Francisco R.B., en un escrito de carácter confidencial que forma parte de una de las investigaciones internas que se le abrieron tras su destitución el pasado mes de noviembre.
Su relevo al frente de la Udyco se produjo, además, después de que cerrase la primera fase de otra investigación que destapó un fraude de 25 millones en las subvenciones al empleo en Cádiz y que salpicó a destacados dirigentes del PSOE.
En ese escrito, al que ha tenido acceso EL MUNDO, el inspector jefe vincula directamente su destitución a su decisión de proseguir tanto con la investigación sobre Iván Chaves Iborra -concretamente acerca de sus negocios con la Junta de Andalucía cuando la presidía su padre-, como con la referida al Plan Bahía Competitiva, por el que ha acabado detenido, entre otros, el ex gerente, Antonio Perales, hermano del ex consejero socialista Alfonso Perales.
En su declaración, el ex jefe de la Udyco advierte de numerosas irregularidades que se dieron en el transcurso de la investigación que él dirigió, y que se inició a raíz de la denuncia presentada por el hijo de Manuel Chaves en marzo del año pasado en la que daba cuenta de la sustracción de una serie de contratos, incluidos algunos con adjudicatarios de la Administración andaluza para los que pudo actuar como intermediario.
Dichos contratos, como ya publicó este periódico, vinculaban a Chaves Iborra con lo que los investigadores del Grupo de Blanqueo calificaron en un atestado como una «trama de tráfico de influencia, de cohecho y corrupción en general» y, sin embargo, las pesquisas no fueron más allá de insinuaciones recogidas en ese informe, remitido en su día al Juzgado de Instrucción 17, y que no fue suficiente para imputar al hijo comisionista del ex presidente del PSOE y hoy diputado.
La primera irregularidad, según la versión que mantiene Francisco R.B., la constituye la decisión de la Jefatura Superior de Sevilla de apartar de la investigación a la comisaría de Nervión, donde Iván Chaves interpuso la denuncia y a la que correspondía tramitarla. El caso se asignó al Grupo de Blanqueo, integrado en la Udyco y dependiente del inspector jefe, y ahí empezaron las «injerencias» nada veladas procedentes, especialmente, del comisario jefe de la Brigada de Policía Judicial, Manuel Piedrabuena.
El ex jefe de la Udyco hasta hace sólo unos meses llegó a afirmar en su escrito que Piedrabuena le ordenó que «se hiciera una faena de aliño con el asunto», sin profundizar en la materia de los contratos pese a que hacían sospechar del uso que Chaves Iborra hizo del nombre de su padre para que le abriesen las puertas de la Junta a sus clientes. Ésas eran, le dijo Piedrabuena, las «instrucciones de la superioridad».
Aunque él ordenó seguir el procedimiento establecido, añade en el escrito en poder de este periódico, el comisario Piedrabuena controló cada paso que daban los agentes encargados del caso y pedía constantemente notas informativas. Por si fuera poco, detalla Francisco R.B., el jefe de la Brigada de Policía Judicial dio instrucciones de que se le consultase cada gestión y no se llevase a cabo sin su autorización expresa.
Se explica entonces que, como sostiene el jefe de la Udyco, Piedrabuena se enfadase notablemente cuando el denunciante, esto es, el hijo de Chaves, fue citado para tomarle declaración sin que él lo supiese. Esto provocó, incluso, que el inspector jefe fuese llamado al orden y le recordase la «consigna» de «no ahondar» en los hechos y limitarse al delito de robo sin profundizar en lo que Francisco R.B. llama «trasfondo defraudatorio». De hecho, Piedrabuena le ordenó, siempre según su versión, que anulase la citación de Iván Chaves Iborra.Finalmente, la declaración fue suspendida porque «la superioridad» instó a hacerlo directamente al grupo encargado del caso. A partir de ese momento, cuenta el inspector jefe, se multiplicaron los «impedimentos y cortapisas», y el resultado fue un atestado en el que destacan más, según sus propias palabras, las diligencias no practicadas. Por ejemplo, cita Francisco R.B., ni siquiera se realizó una inspección ocular del despacho del que Iván Chaves afirmó que se habían llevado sus contratos.
Lo afirma quien fue su máximo responsable, el ex jefe de la Unidad contra la Droga y el Crimen Organizado (Udyco) de Sevilla, Francisco R.B., en un escrito de carácter confidencial que forma parte de una de las investigaciones internas que se le abrieron tras su destitución el pasado mes de noviembre.
Su relevo al frente de la Udyco se produjo, además, después de que cerrase la primera fase de otra investigación que destapó un fraude de 25 millones en las subvenciones al empleo en Cádiz y que salpicó a destacados dirigentes del PSOE.
En ese escrito, al que ha tenido acceso EL MUNDO, el inspector jefe vincula directamente su destitución a su decisión de proseguir tanto con la investigación sobre Iván Chaves Iborra -concretamente acerca de sus negocios con la Junta de Andalucía cuando la presidía su padre-, como con la referida al Plan Bahía Competitiva, por el que ha acabado detenido, entre otros, el ex gerente, Antonio Perales, hermano del ex consejero socialista Alfonso Perales.
En su declaración, el ex jefe de la Udyco advierte de numerosas irregularidades que se dieron en el transcurso de la investigación que él dirigió, y que se inició a raíz de la denuncia presentada por el hijo de Manuel Chaves en marzo del año pasado en la que daba cuenta de la sustracción de una serie de contratos, incluidos algunos con adjudicatarios de la Administración andaluza para los que pudo actuar como intermediario.
Dichos contratos, como ya publicó este periódico, vinculaban a Chaves Iborra con lo que los investigadores del Grupo de Blanqueo calificaron en un atestado como una «trama de tráfico de influencia, de cohecho y corrupción en general» y, sin embargo, las pesquisas no fueron más allá de insinuaciones recogidas en ese informe, remitido en su día al Juzgado de Instrucción 17, y que no fue suficiente para imputar al hijo comisionista del ex presidente del PSOE y hoy diputado.
La primera irregularidad, según la versión que mantiene Francisco R.B., la constituye la decisión de la Jefatura Superior de Sevilla de apartar de la investigación a la comisaría de Nervión, donde Iván Chaves interpuso la denuncia y a la que correspondía tramitarla. El caso se asignó al Grupo de Blanqueo, integrado en la Udyco y dependiente del inspector jefe, y ahí empezaron las «injerencias» nada veladas procedentes, especialmente, del comisario jefe de la Brigada de Policía Judicial, Manuel Piedrabuena.
El ex jefe de la Udyco hasta hace sólo unos meses llegó a afirmar en su escrito que Piedrabuena le ordenó que «se hiciera una faena de aliño con el asunto», sin profundizar en la materia de los contratos pese a que hacían sospechar del uso que Chaves Iborra hizo del nombre de su padre para que le abriesen las puertas de la Junta a sus clientes. Ésas eran, le dijo Piedrabuena, las «instrucciones de la superioridad».
Aunque él ordenó seguir el procedimiento establecido, añade en el escrito en poder de este periódico, el comisario Piedrabuena controló cada paso que daban los agentes encargados del caso y pedía constantemente notas informativas. Por si fuera poco, detalla Francisco R.B., el jefe de la Brigada de Policía Judicial dio instrucciones de que se le consultase cada gestión y no se llevase a cabo sin su autorización expresa.
Se explica entonces que, como sostiene el jefe de la Udyco, Piedrabuena se enfadase notablemente cuando el denunciante, esto es, el hijo de Chaves, fue citado para tomarle declaración sin que él lo supiese. Esto provocó, incluso, que el inspector jefe fuese llamado al orden y le recordase la «consigna» de «no ahondar» en los hechos y limitarse al delito de robo sin profundizar en lo que Francisco R.B. llama «trasfondo defraudatorio». De hecho, Piedrabuena le ordenó, siempre según su versión, que anulase la citación de Iván Chaves Iborra.Finalmente, la declaración fue suspendida porque «la superioridad» instó a hacerlo directamente al grupo encargado del caso. A partir de ese momento, cuenta el inspector jefe, se multiplicaron los «impedimentos y cortapisas», y el resultado fue un atestado en el que destacan más, según sus propias palabras, las diligencias no practicadas. Por ejemplo, cita Francisco R.B., ni siquiera se realizó una inspección ocular del despacho del que Iván Chaves afirmó que se habían llevado sus contratos.
epsimo y EL MUNDO
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LE PIDIERON UNA "FAENA DE ALIÑO"
El
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Corrupción en Andalucía
Orgullo por una excelente labor ¡¡¡MANDA GÜEVOS!!!!
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