En
marcha la huelga general, que es la coartada de los sindicatos para
justificar su existencia y sus prebendas, el Gobierno de Mariano Rajoy
ha hecho públicas las últimas subvenciones con las que se obsequia a las
centrales sindicales. CCOO y UGT son, sin duda, un excelente negocio.
Reciben subvenciones directas o indirectas de las cuatro
Administraciones: la central, la autonómica, la provincial y la
municipal. Cuentan sus empleados por decenas de miles y se han
convertido en suculentas agencias de colocación. Según acaba de hacer
público el Gobierno Rajoy, CCOO acaba de recibir 488.000 euros para su
red de apoyo y defensa del inmigrante, una camelancia que nadie sabe
bien para qué sirve. Además, sus arcas se han engrosado con 101.000
euros por planes generales de formación y ayuda al empleo, y otros
120.267 para centros de reinserción de personas con problemas con el
alcohol y otras drogas. Nadie controlará todo ese dinero público que
acaba de recibir CCOO y en idénticas proporciones, y a través de las
mismas camelancias, UGT.
Más del 90% de lo que despilfarran CCOO y UGT es dinero público que no
se controla. Los sindicatos son imprescindibles en una democracia
pluralista. Hay que robustecerlos. Pero también embridarlos y
controlarlos para evitar sus abusos. Mientras el Gobierno de Rajoy
derrama su lluvia de dinero sobre las centrales sindicales, Toxo y
Méndez desencadenan para justificarse la huelga general que nos costará
un ojo de la cara.
Luis María ANSON
de la Real Academia Española
de la Real Academia Española
UGT y CC.OO. ganan más de 10 millones al año con sus
negocios empresariales. Suman activos de 240 millones de su gestión en
fondos de pensiones, aseguradoras, promotoras y consultorías
Los
sindicatos mayoritarios controlan un complejo entramado de sociedades
limitadas y anónimas que suman unos activos de más de 240 millones de
euros. En el último ejercicio contable presentado en el Registro
Mercantil, las 53 empresas analizadas obtuvieron unos beneficios de 10.595.000 euros.
Los
sindicalistas se convierten en patronos en varios sectores económicos e
incluso se asocian a grandes multinacionales como el BBVA y Telefónica,
alianzas de las que obtienen suculentos réditos en el campo de la
gestión de planes de pensiones de empleo privados. CC.OO. y UGT (15%
cada uno) son socios de Telefónica (70%) en Fonditel Pensiones, la cuarta mayor gestora de España,
ya que no sólo se encarga de los planes de pensiones privados de la
firma de telecomunicaciones, sino que está abierta a otras compañías. La
participación de cada sindicato en Fonditel se traduce en activos de
más de once millones y beneficios de un millón en el último ejercicio
fiscal presentado, el correspondiente a 2010.
Mayor
presencia tienen en Gestión de Previsión y Pensiones S.A., la gestora
del BBVA, donde suman el 40% de las acciones. En 2011 cada sindicato se
llevó 853.000 euros correspondientes al beneficio del año anterior.
Entre otros, gestionan el plan de pensiones de la Administración del
Estado: 537 millones de euros
propiedad de más de 600.000 funcionarios. Invierte más de una tercera
parte en Bolsa. La gestora BBVA-CC.OO-UGT cobró en 2011 una comisión por
la administración de este plan que ronda el millón y medio de euros.
Intereses «compatibles»
En un folleto
publicitario de esta gestora, ambos sindicatos aseguran que «es
perfectamente compatible combinar objetivos financieros con valores
sociales». Según las fuentes consultadas, los sindicatos son claves para
atraer a estas gestoras el dinero de los planes de pensiones de empleo
de las compañías en las que UGT y CC.OO. controlan el comité de empresa.
El
otro sector en el que ambos sindicatos son socios es el de las
aseguradoras, concretamente en la firma Atlantis. UGT y Comisiones
Obreras tienen presencia en las cuatro empresas del grupo con
participaciones que van del 5 al 20% del capital. Los accionistas de
referencia son la aseguradora Macif, la mutua Maif —ambas de capital
francés— y la empresa de seguros italiana UGF. Los beneficios obtenidos
en este negocio a cierre de 2010 fueron discretos, pero los activos
proporcionales que maneja cada sindicato rondan los cinco millones.
Ya
por separado, las principales centrales sindicales suman una veintena
de empresas relacionadas con el ladrillo, sin tener en cuenta las
cooperativas con las que han levantado miles de viviendas. Comisiones
Obreras es dueña de la promotora Grupo de Proyectos Sociales de Gestión,
que ganó 4,8 millones de euros en 2010 y que cuenta con unos activos que ascienden a 42,7 millones.
Algo más de la mitad, 22,7 millones, suma Deinco Inmobiliaria, una
cantidad similar a la de Habitatge Social S.A., domiciliada en
Barcelona. CC.OO. también cuenta con un grupo de promotoras en Aragón.
Aunque
menos voluminosas, las inversiones en ladrillo del sindicato socialista
también son notables. Destaca la empresa navarra Plazaola Gestión
Integral S.L., donde hay que tirar del hilo para llegar hasta UGT. El
82% de Plazaola está en poder de otra S.L., Gestión Social e
Inversiones, de la que el sindicato controla el 70% del capital. Esto se
traduce en unos activos en ambas compañías de 18,5 millones de euros y
unos beneficios cercanos al millón.
Otra
de las joyas de la corona inmobiliaria del sindicato de Cándido Méndez
es Qualitat Habitatge Social, una sociedad anónima controlada al cien
por cien por la UGT de Cataluña y que cuenta con más de 15 millones de euros en activos y unos beneficios de 347.000 euros.
Uno
de los sectores en los que se han especializado CC.OO. y UGT con mayor
ahínco es el de consultoría. La mayor empresa está en manos de
Comisiones, Grupo de Proyectos Sociales de Madrid S.A. En su último
balance de cuentas aparecen más de siete millones en la casilla de
activos.
En
el campo de la consultoría empresarial encontramos una sociedad
participada por ambos sindicatos al 50%: Protección Social
Complementaria de los Trabajadores S.L. Pese a esta denominación, el
objeto social es «la prestación de todo tipo de servicios de dirección,
administración y gestión de empresas, ocupando para ello cargos en los
órganos de administración si fuera necesario».
Cursos de formación
Una de las
tradicionales y grandes fuentes de financiación de las centrales
sindicales son los cursos de formación a los trabajadores con cargo a
los presupuestos públicos o de grandes empresas.
En
unas ocasiones subcontratan los cursos; en otras utilizan sus propias
compañías para impartirlos. Una de las más llamativas en Escola de
Formació Sindical S.L., propiedad de CC.OO. de Cataluña. Se dedica a «todas aquellas actividades relacionadas con la enseñanza e impartición de cursos de formación», según su objeto social, y atesora 4,3 millones de euros en activos.
Al
margen de las 53 sociedades reseñadas, hay otras seis que siguen
activas, pero sus responsables —cuatro son de UGT y dos de CC.OO.— no
depositan las cuentas en el Registro aunque no han sido liquidadas.
Los
dos sindicatos mayoritarios cuentan con otro medio centenar de
organizaciones entre fundaciones, federaciones y cooperativas. Éstas
presentan actividad económica pero no ánimo de lucro.
ABC
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