La Fiscalía Anticorrupción investiga su implicación en una red que favorecía a presos
El 19 de diciembre se convirtió en una jornada desconcertante en la
cárcel de Huelva. La entonces secretaria general de Instituciones
Penitenciarias, Mercedes Gallizo, destituía al director de la
penitenciaría de La Ribera, Francisco Sanz, por "pérdida de confianza",
justo cuando iba a producirse un cambio de color político en el Gobierno
central. Unos meses antes ya se había abierto una investigación interna
que le ponía en el punto de mira de los inspectores -como también a
otros cargos de la prisión- por su supuesta implicación en una trama
corrupta que otorgaba privilegios a internos a cambio de dinero y
coches.
Según ha trascendido hasta el momento, Sanz pudo haber aceptado dos vehículos que le regaló, presuntamente, el narcotraficante Anselmo Sevillano a cambio de la concesión del tercer grado a un primo suyo, Felipe Escobar El negro. Sevillano, que desde este verano veía pasar la vida tras los barrotes de su celda onubense, pudo ser el delator de Sanz tras conocer que iban a trasladarlo a la cárcel salmantina de Topas, lejos de los suyos y de su área de influencia.
No obstante, Asuntos Internos ya sospechaba de Sanz desde que hace un año concediera un permiso de fin de semana al narco Sito Miñaco, una acción irregular que hizo saltar todas las alarmas.
En paralelo al proceso abierto por Instituciones Penitenciarias, la Fiscalía Anticorrupción ya se encuentra estudiando el caso para valorar la posible existencia de delito. A día de hoy, un inspector ajeno a Huelva se ha hecho cargo de la prisión de forma interina.
El funcionario gaditano Francisco Sanz dirigía la penitenciaría de Huelva desde 1998. Su labor de diez años ininterrumpidos le llevó a ganarse una gran reputación e, incluso, a coordinar las prisiones de Andalucía, Ceuta y Melilla.
Según ha trascendido hasta el momento, Sanz pudo haber aceptado dos vehículos que le regaló, presuntamente, el narcotraficante Anselmo Sevillano a cambio de la concesión del tercer grado a un primo suyo, Felipe Escobar El negro. Sevillano, que desde este verano veía pasar la vida tras los barrotes de su celda onubense, pudo ser el delator de Sanz tras conocer que iban a trasladarlo a la cárcel salmantina de Topas, lejos de los suyos y de su área de influencia.
No obstante, Asuntos Internos ya sospechaba de Sanz desde que hace un año concediera un permiso de fin de semana al narco Sito Miñaco, una acción irregular que hizo saltar todas las alarmas.
En paralelo al proceso abierto por Instituciones Penitenciarias, la Fiscalía Anticorrupción ya se encuentra estudiando el caso para valorar la posible existencia de delito. A día de hoy, un inspector ajeno a Huelva se ha hecho cargo de la prisión de forma interina.
El funcionario gaditano Francisco Sanz dirigía la penitenciaría de Huelva desde 1998. Su labor de diez años ininterrumpidos le llevó a ganarse una gran reputación e, incluso, a coordinar las prisiones de Andalucía, Ceuta y Melilla.
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