El consejo de ministros del día 5 de enero reconoce el exagerado número de empresas públicas y el problema del endeudamiento autonómico, tal como venía denunciando CSI-F desde hace años.
Desde CSI-F, llevamos meses señalando que uno de los grandes problemas de este País, el déficit público, ha venido generándose entre otras cosas por una serie de gastos que nada tienen que ver con los Servicios Públicos que reciben los ciudadanos, ni con los Empleados Públicos.
La proliferación indiscriminada de Empresas Públicas, es una de las causas del déficit. Muchas de ellas fueron creadas con el único objetivo de saltarse la Ley de Procedimiento Administrativo y la Ley de Contratos del Estado escapando de esta forma al control presupuestario y de la Intervención de Cuentas.
Favoreciendo la existencia de Consejos de Administración con sueldos millonarios, con directivos nombrados a dedo por los responsables políticos del Estado, Autonomías o Ayuntamientos en su ámbito de actuación.
Empresas estas, casi todas deficitarias que nos cuestan más de cuarenta mil millones de euros al año. Todas las Administraciones han abusado de esta figura, que en unos casos entran en competencia con las empresas de capital privado y en otras sirven para externalizar servicios públicos y montar administraciones paralelas. Algunas de las cuales son de dudosa justificación, sobre todo en una situación de
crisis económica como la que estamos atravesando.
Algunas empresas públicas aun siendo deficitarias tienen razón de ser, son los abusos, son los excesos los que tenemos que denunciar, porque nada justifica que su número se haya multiplicado por 10 en estos años.
El despilfarro y la alegría en el gasto del Estado, de las Autonomías y su prolongación en las Diputaciones, Ayuntamientos, Comarcas, Veguerías…, es la causa principal de la situación que nos encontramos y no los sueldos de los empleados públicos que, como todo el mundo sabe, son inferiores a los de la empresa privada y a los de los empleados públicos de los países de nuestro entorno económico. Había dinero para todo y en último extremo no había límites para el endeudamiento. Televisiones públicas, infraestructuras faraónicas e innecesarias y tantos gastos que se podían haber evitado sin repercusión en los ciudadanos…
No se puede intentar reducir el déficit público recortando servicios públicos, ya que en las situaciones de crisis económica es cuando los servicios públicos, universales y gratuitos, son más necesarios. La defensa de los Empleados Públicos y de los Servicios Públicos, es la defensa de los ciudadanos y del Estado del bienestar.
Desde CSI-F, llevamos meses señalando que uno de los grandes problemas de este País, el déficit público, ha venido generándose entre otras cosas por una serie de gastos que nada tienen que ver con los Servicios Públicos que reciben los ciudadanos, ni con los Empleados Públicos.
La proliferación indiscriminada de Empresas Públicas, es una de las causas del déficit. Muchas de ellas fueron creadas con el único objetivo de saltarse la Ley de Procedimiento Administrativo y la Ley de Contratos del Estado escapando de esta forma al control presupuestario y de la Intervención de Cuentas.
Favoreciendo la existencia de Consejos de Administración con sueldos millonarios, con directivos nombrados a dedo por los responsables políticos del Estado, Autonomías o Ayuntamientos en su ámbito de actuación.
Empresas estas, casi todas deficitarias que nos cuestan más de cuarenta mil millones de euros al año. Todas las Administraciones han abusado de esta figura, que en unos casos entran en competencia con las empresas de capital privado y en otras sirven para externalizar servicios públicos y montar administraciones paralelas. Algunas de las cuales son de dudosa justificación, sobre todo en una situación de
crisis económica como la que estamos atravesando.
Algunas empresas públicas aun siendo deficitarias tienen razón de ser, son los abusos, son los excesos los que tenemos que denunciar, porque nada justifica que su número se haya multiplicado por 10 en estos años.
El despilfarro y la alegría en el gasto del Estado, de las Autonomías y su prolongación en las Diputaciones, Ayuntamientos, Comarcas, Veguerías…, es la causa principal de la situación que nos encontramos y no los sueldos de los empleados públicos que, como todo el mundo sabe, son inferiores a los de la empresa privada y a los de los empleados públicos de los países de nuestro entorno económico. Había dinero para todo y en último extremo no había límites para el endeudamiento. Televisiones públicas, infraestructuras faraónicas e innecesarias y tantos gastos que se podían haber evitado sin repercusión en los ciudadanos…
No se puede intentar reducir el déficit público recortando servicios públicos, ya que en las situaciones de crisis económica es cuando los servicios públicos, universales y gratuitos, son más necesarios. La defensa de los Empleados Públicos y de los Servicios Públicos, es la defensa de los ciudadanos y del Estado del bienestar.
¡¡¡ SEGUIMOS DEFENDIENDO LO PÚBLICO!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario