Guindos avisa: habrá que hacer los ajustes en plena recesión
El ministro de Economía advierte que el último trimestre de 2011 terminará con una caída del PIB del -0,2% o -0,3%
El Gobierno de Mariano Rajoy deberá acometer los recortes necesarios para que España cumpla sus compromisos en materia de déficit mientras el país se sume, de nuevo, en la recesión.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, reconoció ayer que España vuelve a una «tasa de crecimiento negativa». Los números que ya se han hecho en el departamento fijan la caída del Producto Interior Bruto (PIB) en un -0,2% o un -0,3% en el cuarto trimestre del año. La economía se paró en seco en el tercer trimestre.
El año se cerrará, por tanto, con la economía ya en contracción y después habrá otros dos trimestres «que no van a ser sencillos ni en términos de crecimiento ni de empleo», afirmó De Guindos. Para el nuevo ministro, ese deterioro ha de ser un «acicate» para que el Gobierno ponga en marcha las reformas y haga los ajustes que necesita la economía.
Cuando apenas habían pasado 100 horas desde que accedió al cargo, y con la Nochebuena y la Navidad entre medias, el nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos, admitió sin tapujos que los negros nubarrones que se amenazaban con cernirse sobre España ya están aquí.
De Guindos aprovechó su primer acto público tras tomar posesión de su cargo para señalar que en España «volvemos a una tasa de crecimiento negativa».
Los cálculos que manejan los funcionarios del Ministerio de Economía apuntan a que el Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá entre un 0,2% y un 0,3% en el cuarto trimestre del año. En el tercer trimestre el crecimiento había sido nulo.
La estimación del Gobierno es que esa contracción proseguirá, con toda probabilidad, en los primeros meses de 2012. Bastan dos trimestres de descenso de la producción para que un país se encuentre ténicamente en recesión, y hacia ella se encamina España.
De esta manera, apenas habrán transcurrido cinco trimestres desde que España recuperó el crecimiento. Desde el verano de 2010 al verano de 2011 las tasas han sido positivas, con un avance máximo del 0,9%. Una débil recuperación que sucedió a siete trimestres consecutivos de desplome, los que se iniciaron en el otoño de 2008, tras la quiebra del banco norteamericano de inversión Lehman Brothers.
En 2011 la economía ha ido de más a menos. Creció un 0,4% en los tres primeros meses. Un 0,2% en la primavera. Se paró en el verano. Y se contrajo en otoño.
El Gobierno del Partido Popular confía en que, en 2012, el dibujo sea justo el contrario, de forma que el ejercicio acabe mejor de lo que va a empezar.
Ayer, en la toma de posesión de los altos cargos de su departamento, Luis de Guindos admitió que «los dos próximos trimestres no van a ser sencillos, ni en términos de crecimiento ni de empleo».
La contracción de la economía conllevará un aumento de la destrucción de puestos de trabajo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya se puso en lo peor e hizo propia en su discurso de investidura la cifra de 5,3 millones de parados, cuando el último dato oficial no llega a los cinco millones.
Luego están las consecuencias en el cumplimiento del déficit. Una caída del PIB, con la consiguiente rebaja de los ingresos públicos, hace casi inviable cerrar el año con un déficit del 6% y obliga a un ajuste extra para rebajar el desajuste fiscal al 4,4% en 2012. Los 16.500 millones avanzados por Rajoy no serán suficientes. Ya está sobre la mesa una congelación del sueldo de los 600.000 funcionarios que dependen de la Administración Central. Pero con eso sólo se ahorran 1.200 millones. El viernes se conocerán los detalles del primer recorte de fondos que pondrá en marcha el Gobierno.
Con todo, lejos de amilanarse ante esta realidad, el ministro de Economía indicó que esas malas cifras han de ser un «acicate» para poner en marcha las reformas que necesita España. De Guindos pronosticó que las próximas semanas van a jugar «un papel importante» porque la «agenda de reformas económicas va a ser muy profunda y muy amplia».
Dentro del ministerio, citó dos de calado y una organizativa, la integración de las funciones del Ministerio de Ciencia e Innovación. En cuanto a las primeras, arrancó por la reforma del sector financiero, que es «imprescindible» para que España «vuelva a la senda de crecimiento».
Y, en segundo lugar, están los cambios que tienen que ver con incentivar la capacidad emprendora y eliminar las trabas a la apertura de empresas y a los comercios.
Pero De Guindos mira más allá de las paredes del edificio del paseo de la Castellana donde se ubica el ministerio de Economía. Apoyará a Hacienda en la consolidación fiscal y al Ministerio de Empleo en la reforma del mercado laboral.
Asimismo, tratará de que España juegue «cada vez un papel más importante en el marco del euro». En su opinión, «nos jugamos muchísimo» en la redefinición de Europa y el Gobierno dará la batalla para estar en la vanguardia del Viejo Continente. El titular de Economía recordó que España es la cuarta economía de la zona euro, tras las de Alemania, Francia e Italia.
El ministro de Economía nombró ayer a Fernando Jiménez Latorre secretario de Estado de Economía y Apoyo a la Empresa. Miguel Temboury, por su parte, estará al frente de la Subsecretaría de Economía; Jaime García-Legaz ocupará la Secretaría de Estado de Comercio, y Rosa María Sánchez-Yebra será la jefa del gabinete del ministro.
El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, reconoció ayer que España vuelve a una «tasa de crecimiento negativa». Los números que ya se han hecho en el departamento fijan la caída del Producto Interior Bruto (PIB) en un -0,2% o un -0,3% en el cuarto trimestre del año. La economía se paró en seco en el tercer trimestre.
El año se cerrará, por tanto, con la economía ya en contracción y después habrá otros dos trimestres «que no van a ser sencillos ni en términos de crecimiento ni de empleo», afirmó De Guindos. Para el nuevo ministro, ese deterioro ha de ser un «acicate» para que el Gobierno ponga en marcha las reformas y haga los ajustes que necesita la economía.
Cuando apenas habían pasado 100 horas desde que accedió al cargo, y con la Nochebuena y la Navidad entre medias, el nuevo ministro de Economía, Luis de Guindos, admitió sin tapujos que los negros nubarrones que se amenazaban con cernirse sobre España ya están aquí.
De Guindos aprovechó su primer acto público tras tomar posesión de su cargo para señalar que en España «volvemos a una tasa de crecimiento negativa».
Los cálculos que manejan los funcionarios del Ministerio de Economía apuntan a que el Producto Interior Bruto (PIB) se contraerá entre un 0,2% y un 0,3% en el cuarto trimestre del año. En el tercer trimestre el crecimiento había sido nulo.
La estimación del Gobierno es que esa contracción proseguirá, con toda probabilidad, en los primeros meses de 2012. Bastan dos trimestres de descenso de la producción para que un país se encuentre ténicamente en recesión, y hacia ella se encamina España.
De esta manera, apenas habrán transcurrido cinco trimestres desde que España recuperó el crecimiento. Desde el verano de 2010 al verano de 2011 las tasas han sido positivas, con un avance máximo del 0,9%. Una débil recuperación que sucedió a siete trimestres consecutivos de desplome, los que se iniciaron en el otoño de 2008, tras la quiebra del banco norteamericano de inversión Lehman Brothers.
En 2011 la economía ha ido de más a menos. Creció un 0,4% en los tres primeros meses. Un 0,2% en la primavera. Se paró en el verano. Y se contrajo en otoño.
El Gobierno del Partido Popular confía en que, en 2012, el dibujo sea justo el contrario, de forma que el ejercicio acabe mejor de lo que va a empezar.
Ayer, en la toma de posesión de los altos cargos de su departamento, Luis de Guindos admitió que «los dos próximos trimestres no van a ser sencillos, ni en términos de crecimiento ni de empleo».
La contracción de la economía conllevará un aumento de la destrucción de puestos de trabajo. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ya se puso en lo peor e hizo propia en su discurso de investidura la cifra de 5,3 millones de parados, cuando el último dato oficial no llega a los cinco millones.
Luego están las consecuencias en el cumplimiento del déficit. Una caída del PIB, con la consiguiente rebaja de los ingresos públicos, hace casi inviable cerrar el año con un déficit del 6% y obliga a un ajuste extra para rebajar el desajuste fiscal al 4,4% en 2012. Los 16.500 millones avanzados por Rajoy no serán suficientes. Ya está sobre la mesa una congelación del sueldo de los 600.000 funcionarios que dependen de la Administración Central. Pero con eso sólo se ahorran 1.200 millones. El viernes se conocerán los detalles del primer recorte de fondos que pondrá en marcha el Gobierno.
Con todo, lejos de amilanarse ante esta realidad, el ministro de Economía indicó que esas malas cifras han de ser un «acicate» para poner en marcha las reformas que necesita España. De Guindos pronosticó que las próximas semanas van a jugar «un papel importante» porque la «agenda de reformas económicas va a ser muy profunda y muy amplia».
Dentro del ministerio, citó dos de calado y una organizativa, la integración de las funciones del Ministerio de Ciencia e Innovación. En cuanto a las primeras, arrancó por la reforma del sector financiero, que es «imprescindible» para que España «vuelva a la senda de crecimiento».
Y, en segundo lugar, están los cambios que tienen que ver con incentivar la capacidad emprendora y eliminar las trabas a la apertura de empresas y a los comercios.
Pero De Guindos mira más allá de las paredes del edificio del paseo de la Castellana donde se ubica el ministerio de Economía. Apoyará a Hacienda en la consolidación fiscal y al Ministerio de Empleo en la reforma del mercado laboral.
Asimismo, tratará de que España juegue «cada vez un papel más importante en el marco del euro». En su opinión, «nos jugamos muchísimo» en la redefinición de Europa y el Gobierno dará la batalla para estar en la vanguardia del Viejo Continente. El titular de Economía recordó que España es la cuarta economía de la zona euro, tras las de Alemania, Francia e Italia.
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epsimo y EL MUNDO_______________
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Lo primero, congelar el sueldo de 600.000 funcionarios
Soraya promete "sinceridad" y "realismo" al explicar las medidaS
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Zapatero nos ha endeudado cada día en 530 millones de euros
El Estado ha colocado en 2011 títulos por importe global de 194.884 millones. Se calcula que el próximo año España deberá abonar cerca de 30.000 millones de euros en los intereses que devengan estos títulos.
____________________________El Estado ha colocado en 2011 títulos por importe global de 194.884 millones. Se calcula que el próximo año España deberá abonar cerca de 30.000 millones de euros en los intereses que devengan estos títulos.
Los funcionarios piden menos empresas públicas y más sueldo
El sindicato independiente de funcionarios CSI-F ha pedido al Gobierno que elimine empresas públicas innecesarias en lugar de congelar salarios.
___________________________El sindicato independiente de funcionarios CSI-F ha pedido al Gobierno que elimine empresas públicas innecesarias en lugar de congelar salarios.
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