Los alumnos que comenzaron ayer el curso en Cataluña pudieron leer a la puerta de los centros escolares unos carteles con este eslogan: «per un país de tots, l'escola en catalá». El mismísimo Orwell, el autor de Homenaje a Cataluña, tendría un excelente material con este eslogan para ilustrar sus tesis sobre el neolenguaje en el que las palabras sirven para ocultar o manipular la realidad hasta expresar lo contrario de lo que describen. Así como en 1984 el Ministerio de la Verdad era el
encargado de propagar mentiras, el lema de las escuelas dice que para construir un país para todos, lo que hay que hacer es imponer el catalán, o sea, obligar a pasar por el aro a la mitad de la población que habla el castellano como primera lengua. El contrasentido no puede ser mayor ya que se defiende la exclusión con el argumento de la integración, lo que demuestra hasta donde son capaces de llegar los nacionalistas catalanes a la hora de imponer su lengua. Si Orwell pudiera levantar la cabeza, vería que los que hoy mandan en Cataluña utilizan ese neolenguaje que él ya denunció hace más de 70 años.Manifestaciones y carteles en las escuelas a favor del modelo marcan la vuelta a las aulas en Cataluña
El Gobierno catalán dejó ayer claro que está dispuesto a defender la inmersión lingüística hasta las últimas consecuencias. Arropado por las miles de personas que se manifestaron por la tarde a favor del modelo educativo catalán en el primer día del curso escolar, el portavoz de la Generalitat, Francesc Homs, afirmó que, antes que ceder «un milímetro» en este asunto, el Govern «se iría a casa». No es la primera vez que el Ejecutivo de CiU amenaza con
algo parecido. El propio presidente de la Generalitat, Artur Mas, amagó con la posibilidad de convocar elecciones anticipadas si los Presupuestos de 2011 no salían adelante, pero al final recibieron el apoyo del PP.
Homs aseguró ayer que no aceptará que nadie condicione las cuentas de 2012 -que el Ejecutivo catalán tiene que aprobar en los próximos meses- a un cambio en la inmersión lingüística, puesta en duda por un requerimiento del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC). «Lo que nosotros seguro que no haremos nunca es, para aprobar unos Presupuestos, ceder en la cuestión de la
lengua. Antes nos iríamos a casa humildemente, si éste fuese el condicionante y no encontrásemos a nadie, ni PP, ni PSC, ni ERC, para aprobar los presupuestos», dijo.
Sin embargo, está claro que el único grupo que podría ponerle problemas en esa cuestión es el PP, que en lo que llevamos de legislatura ha sido una especie de socio preferente de CiU.
Pero los populares también parecen evitar el enfrentamiento directo con el Gobierno de Mas. El presidente del PP, Mariano Rajoy, minimizó ayer los incidentes de la Diada y admitió que en Cataluña «no existe problema lingüístico» en la calle, aunque sí pidió al Govern que cumpla las sentencias judiciales que instan a que el castellano sea también lengua vehicular en la educación porque si no quedará «deslegitimado».
El ministro de Educación, Ángel Gabilondo, apostó por «defender el modelo lingüístico vigente en el sistema catalán», pero también pidió «expresamente» a la Generalitat que «cumpla la sentencia» del TSJC y apostó por «no usar la lengua como arma arrojadiza».
El titular de Educación recordó que «al Govern le corresponde adoptar las medidas necesarias para garantizar que, en el modelo actual de inmersión lingüística, se conozca también el castellano de la manera en la que la sentencia establece». Y recalcó: «Cúmplase la sentencia y hágase de acuerdo a como se establezca por el Govern».
Al ser preguntado sobre si él cree que el fallo del TSJC afecta sólo a las familias que recurrieron a la Justicia o a todo el modelo lingüístico catalán, Gabilondo consideró que éste es «un debate jurídico de mucho alcance» y que «no estamos cuestionando el modelo de inmersión». «Estamos apoyando este modelo», puntualizó, «otra cosa es que se cumpla esa sentencia».
A pie de calle, ayer por la tarde políticos, educadores y parte de la sociedad civil se concentraron ante los ayuntamientos de varias ciudades catalanas para reivindicar el modelo de inmersión lingüística en las escuelas. En Barcelona, la cita organizada por la plataforma Somescola contó con la presencia de todos los partidos menos el PP y Ciutadans.
Ante más de 1.500 personas, los representantes políticos aprovecharon la ocasión para reivindicar el modelo lingüístico catalán que, a su juicio, genera «igualdad y cohesión social», según aseguró la portavoz de ERC, Anna Simó. Además, el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, insistió ante una plaza de Sant Jaume repleta de gente en protesta por el auto del TSJC en que, «digan lo que digan unos cuantos, no vamos a cambiar el sistema educativo».
Barcelona no fue la única ciudad donde ayer se produjeron concentraciones en defensa de la lengua. En Tarragona, Lérida y Gerona, más de medio millar de personas se manifestó a favor de la inmersión en actos que contaron con el apoyo de PSC, CiU, ICV y ERC, .
Las marchas sirvieron para subrayar el inicio del curso escolar, marcado este año por la polémica sobre la inmersión lingüística. Tanto es así que la plataforma Somescola repartió en los colegios carteles a favor del modelo educativo actual que los maestros y directores de los centros colgaron en los mismos coincidiendo con el primer día de clase en las aulas
epsimo y EL MUNDO__________________________
EL PRISOE ES EL CULPABLE DE LOS NACIONALISMOS FILOINDEPENDENTISTAS. AMÉN DE QUE LOS SANGUINARIOS ESTEN EN LAS INSTITUCIONES.
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