Esta situación de vulnerabilidad extrema debería obligar a Zapatero a aplicarse a fondo en las reformas necesarias, pero el presidente nos ha introducido en un laberinto en el que cada día que pasa es más difícil encontrar la salida. Porque al convocar las elecciones generales con cuatro meses de anticipación ha sometido al país a un paradójico impasse legislativo; hasta el punto de que el mismo Gobierno que ha abdicado de completar algunas reformas clave para la economía, y afianzar así su credibilidad en los mercados, por esa inoperancia ha sido obligado desde Europa a aprobar la segunda reforma de la Constitución en sus 33 años de vida.
Además, la cada vez más marcada bicefalia entre el presidente de un Gobierno desgastado e impopular y un candidato socialista que necesita votos como sea provoca el desconcierto en la ciudadanía y, algo mucho más grave en estos momentos, el temor entre nuestros acreedores.
El esperpéntico episodio del Impuesto sobre el Patrimonio es el ejemplo palpable de esta situación. Si «hace menos de 15 días» Zapatero explicaba al diputado de CiU Duran Lleida que no tocaría el impuesto -según afirmó ayer el líder convergente-, el sábado pasado decidió recuperarlo para los patrimonios superiores a 600.000 euros y el domingo elevaba ese mínimo exento hasta el millón de euros. Y veremos lo que decide el Consejo de Ministros del próximo viernes. Todo para plegarse a las exigencias electorales de Rubalcaba, que busca con propuestas populistas y demagógicas como ésta alejarse lo más posible del Gobierno.
La solución que se adopte para Grecia -quiebra, reestructuración ordenada, nuevos rescates...- tiene que llegar antes de octubre. Habrá que estar preparados para la reacción de los mercados. Y a España, uno de los países más necesitados de credibilidad, le va a pillar dirigida por un Gobierno interino comandado por un candidato que sabe que va a perder las próximas elecciones. Nos podríamos haber ahorrado mucho de esto si el presidente del Gobierno hubiera convocado las elecciones para finales de septiembre, como pedimos en su momento.
El 20-N está demasiado lejos y hasta entonces lo único que queda es que Zapatero vuelva a tomar las riendas de la situación, convoque cuanto antes a Rajoy y a Rubalcaba y, juntos, aceleren ya de cara a la próxima legislatura algunas medidas estructurales, como los cambios en la negociación colectiva o una reforma laboral más efectiva, que necesita la economía española para los próximos años.
epsimo y EL MUNDO_________________________
España, ¿por el camino de Grecia?
“La suspensión de pagos de Grecia es inevitable”
“Merkel y Sarkozy se equivocaron al no decidir la quiebra de Grecia hace casi dos años”. “La banca tendrá pérdidas de entre 100.000 y 125.000 millones”. “No afectará a España porque la exposición de los bancos es mínima”.
Recarte: "Habría que entregar Grecia al FMI y negociar su salida del euro"
Obama: «España es el problema si los mercados presionan más»
El FMI aprueba la segunda parte del rescate a Portugal
España tardará «muchos años» en reducir su deuda
Grecia arrastra a Europa al borde del precipicio
Obama cree que España es el mayor problema si continúa la presión de los mercados
La posible quiebra de Grecia hace mella en los periféricos. Costará más financiarse y tendrá un impacto mínimo en la banca española, según el economista Alberto Recarte.
Alerta máxima en Europa
Las discrepancias en el seno del Banco Central Europeo (BCE) y del Gobierno alemán y la posible suspensión de pagos de Grecia siguen agravando la crisis de la deuda y el castigo de los mercados a las Bolsas europeas.
Francisco Cabrillo y Carmen Tomás repasan toda la actualidad económica.
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