Así lo expresaron en Madrid los portavoces del Acuerdo de Gernika Oskar Matute (Alternatiba), y Maider Karrere (Gazte Abertzaleak). En total, una veintena de representantes de agentes políticos y sociales firmantes del documento se desplazaron a la capital del Estado, donde entregaron una carta a la directora de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, pidiéndole que les facilite un encuentro con el Colectivo de Presos Políticos Vascos (EPPK).
Entre los presentes, que viajaron en autobús desde Bilbao, estaban el secretario general de EA en Nafarroa, Maiorga Ramírez; los dirigentes de la izquierda abertzale tradicional, Miren Legorburu y Tasio Erkizia; el secretario general adjunto de LAB, Jabi Garnika; o el responsable de Aralar en Bizkaia, Iosu Murgia.
En la comparecencia posterior, los portavoces denunciaron que Gallizo no había querido recibirles. Según explicaron desde Instituciones Penitenciarias, la negativa fue debida a que no se había solicitado ninguna cita de manera formal, aunque los representantes del Acuerdo de Gernika aseguraron que sí la habían pedido, hasta en dos ocasiones, aunque sin recibir respuesta.
Así, los desplazados entregaron una carta dirigida a Gallizo en la que insisten en su petición de mantener una reunión con el EPPK. "Somos representantes de organizaciones legítimas y representativas y exigimos una reunión, no tenemos que andar con subterfugios de otro tipo", manifestó Oskar Matute.
Además, en la misiva exigen el cumplimiento de la legislación vigente: la desaparición de la doctrina Parot, el fin de la política de dispersión de reclusos o la puesta en libertad de los presos con enfermedades graves, entre otras cuestiones. También reclaman que Instituciones Penitenciarias facilite el debate interno de los presos.
Los firmantes del Acuerdo de Gernika entienden "imprescindible" la implicación del EPPK en el proceso de paz, aunque por ahora sus intentos reunirse con ellos se han topado con la inacción de Gallizo. A pesar de ello, los suscriptores del documento no contemplan forzar formas alternativas de ponerse en contacto con el colectivo de reclusos.
Jabi Garnika, por su parte, denunció la política penitenciaria del Gobierno Zapatero, a la que calificó como "completamente contraproducente de cara a facilitar una resolución democrática, entorpeciendo la relación del EPPK con el resto de agentes políticos y sociales que debemos impulsar el proceso de diálogo, negociación y la total normalización política".
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