Unos 180 internos fueron trasladados a otras cárceles del país
La prisión de Villabona ha quedado más descongestionada desde que cerca de 180 internos fueron trasladados a otras cárceles del país. Las conducciones se han realizado, de forma paulatina, a lo largo del último año. Su nuevo destino estaba, mayoritariamente, en los centros penitenciarios de Andalucía y Canarias, las dos autonomías de donde eran originarios el grueso de reclusos que se han marchado de la cárcel asturiana y en las que terminarán de cumplir las penas impuestas. A fecha del pasado uno de agosto había ingresados en el Principado 1. 485 presos, mientras que un año y medio antes, la cifra no bajaba de los 1.650.
Evitar las masificaciones de las prisiones, por un lado, y procurar en lo posible facilitar el mantenimiento del arraigo familiar, acercando a los presos a sus lugares de origen para propiciar así las visitas y las comunicaciones, por otro, eran dos de los principales objetivos que se fijó Instituciones Penitenciarias a la hora de seleccionar a los nuevos inquilinos de la docena de cárceles de nueva construcción que se han ido edificando en los últimos seis años.
Y este objetivo se ha cumplido en Villabona. Esto es un hito para la macroprisión que ha conseguido, por primera vez en su historia, rebajar el número de internos hasta situarse por debajo de los 1.500, atenuando así los índices de hacinamiento.
Aunque las nuevas cárceles que se han construido en Andalucía y Canarias van a permitir mejorar las condiciones de vida de los internos en Villabona, al disminuir notablemente los índices de ocupación de la macroprisión asturiana, fuentes sindicales advierten del riesgo que entraña caer en el excesivo conformismo. “Esto no va a ser la panacea. Aún no llegamos al ratio de un preso por celda que debe ser el verdadero objetivo”, subrayan fuentes sindicales.
A la disminución de la población reclusa ha contribuido no sólo la apertura de nuevas prisiones en el marco del plan de amortización. La dirección del centro penitenciario considera que las últimas modificaciones legislativas registradas en el ámbito penal también han tenido una repercusión importante en la estadística con la que se cerró este primer semestre del año.
Los portavoces de las organizaciones sindicales no son tan optimistas. Aseguran que las condiciones laborales no son todavía las idóneas, ya que hay un promedio de dos funcionarios para controlar los movimientos de una media de 130 internos. Las limitaciones de plantilla impiden destinar a más funcionarios a las labores de vigilancia.
Villabona está diseñada para acoger a 84 celdas por módulo. Los internos se distribuyen en 10 módulos: nueve de hombres y el denominado de respeto destinado a las mujeres. De los 1.485 presos que alberga actualmente de media el centro penitenciario, unos 600 se reparten entre las tres unidades terapéuticas y educativas (UTEs) y el resto se encuentran alojados en tres módulos, el CIS, enfermería e ingresos.
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