miércoles, 15 de junio de 2011

Las personas, al servicio de la producción: Peligra la cura de enfermedades mentales debido a los altos costes para las farmacéuticas

La investigación en enfermedades como la depresión, la esquizofrenia o el Alzheimer se está frenando ante la falta de dinero para invetigación. Neurocientíficos advierten de que el desarrollo de nuevos fármacos contra estas enfermedades está en peligro ante la decisión de las grandes farmacéuticas de retirarse de la investigación , tal y como advierte en un informe el ‘European College of Neuropsychopharmacology’ (ECNP).

La decisión de las grandes farmacéuticas de retirarse de la investigación en enfermedades como la depresión, la esquizofrenia o el Alzheimer, podría frenar el descubrimiento de nuevos fármacos. Así lo han advertido un grupo de neurocientíficos europeos en un informe que se publica en ‘European College of Neuropsychopharmacology’ (ECNP).

Las enfermedades y desórdenes mentales como la depresión, la demencia y las adicciones suponen un tercio de la carga de enfermedad en Europa. Sin embargo, los fondos destinados a la investigación pública y privada se han cortado.

Para el profesor de Neuropsicofarmacología del Imperial College London David Nutt, ex presidente del ECNP, “Estos son días oscuros para las ciencias dedicadas al estudio del cerebro”.

En los últimos años, grandes farmacéuticas europeas, como GlaxoSmithKline (GSK) o AstraZeneca, se han retirado de la investigación del cerebro, señalando las dificultades y los gastos que supone encontrar nuevos candidatos a fármacos.

El informe publicado en ECNP denuncia que los fondos para la investigación en Europa de los desórdenes mentales se han quedado significativamente detrás de las inversiones que se realizan en Estados Unidos.

Los expertos calculan que, cada año, casi 80 millones de europeos, el 27 por ciento de la población de la UE, sufre un trastorno mental.

Según el coautor de este trabajo, Guy Goodwin, jefe del Departamento de Psiquiatría de la Universidad de Oxford, “el asunto no es sólo que una pieza clave de la economía europea del conocimiento esté bajo una seria amenaza, es que la retirada de recursos para la investigación significa una ralentización, incluso un cese radical en algunas áreas, de los nuevos tratamientos que se desarrollaban”.

Nutt y Goodwin dicen que una gran parte del problema para convencer a las organizaciones públicas y privadas de que financien investigaciones sobre enfermedades mentales es el estigma que conlleva.

A diferencia de la investigación en cáncer o enfermedades cardíacas, que consiguen un enorme apoyo público y proporcionan más rápido beneficios a las farmacéuticas que encuentran tratamientos exitosos, investigar en enfermedades mentales se ve como una tarea cara y últimamente, menos fructífera.

Según este informe, los costes de las enfermedades y desórdenes mentales en la UE fueron estimados en los 386.000 millones de euros al año en 2005, cuando se realizó el último análisis total de costes.

Este gasto, según los autores del estudio, excede con creces el coste que tiene la región en cualquier otra área de enfermedad, incluidas las áreas del cáncer y de las enfermedades cardíacas.

“El coste humano, en términos de discapacidad laboral relacionada con enfermedad, los costes sociales y las muertes prematuras son también inmensos”, añaden este trabajo, donde se advierte también de que, con el envejecimiento de la población europea, estos costes podrían aumentar mucho más.

No hay comentarios:

Publicar un comentario