El vídeo grabado por una cámara de seguridad fue difundido un año despuésLos policías militares acusados son peligrosos, según un juez
'Es de una tremenda cobardía y una brutalidad como no había visto nunca'
El joven y su familia están en un programa de protección de testigos
El Tribunal de Justicia del Estado de Amazonas, en el noroeste de Brasil ha decretado la detención preventiva de cinco agentes de la policía militar en ese país, acusados de disparar a quemarropa a un adolescente de 14 años en agosto de 2010.
Tanto el joven, que sobrevivió a los disparos, como su familia han sido acogidos por el programa estatal de protección de víctimas para garantizar su seguridad ante el riesgo de ser objetos de represalias.
Los cinco policías militares acusados de haber participado en la agresión están bajo detención administrativa desde el miércoles en Manaos, según informa el diario 'Folha de Sao Paulo', mientras que se busca a otro agente que está huido.
Los acusados, que pertenecen a la Fuerza Táctica de la Policía Militar, son peligrosos, según el juez Bismarque Leite, que ha dicho sobre la agresión contra el adolescente que "es de una tremenda cobardía". "Es una brutalidad como no había visto nunca antes en mi vida", añadió.
El comandante general de la Policía Militar de Amazonas, el coronel Dan Câmara, ha dicho que estos siete hombres podrían ser expulsados del Cuerpo cuando finalice la investigación.
Los policías militares mintieron
Los hechos ocurrieron el 17 de agosto de 2010, cuando, según los acusados, fueron recibidos con disparos cuando llegaron al barrio de Amazonino Mendes, en el norte de Manaos. Según el coronel Câmara, sus subordinados explicaron entonces que se había producido un enfrentamiento, pero un vídeo que se ha hecho público ahora en el que se ve la agresión contra el chico demuestra que "no dijeron la verdad".
Las imágenes, difundidas el martes por el canal de televisión A Crítica, fueron grabadas por una cámara de seguridad privada. En ellas se ve a un policía militar armado agrediendo y amenazando al adolescente. Después del primer disparo, el chico intenta escapar, pero entonces otro de los hombres le dispara también, y un tercer compañero le imita.
El joven, sin estar armado, se tapaba los ojos muerto de miedo mientras era tiroteado a quemarropa por los agentes. Luego obligaron al adolescente a caminar hasta el vehículo de la Policía Militar.
Su madre escuchaba los tiros desde la ventana de su casa y, mientras, dos cámaras, una de un reportero y otra la de seguridad de una gasolinera, grababa los hechos. En aquel momento, nadie quiso denunciar lo sucedido, ni siquiera la familia del adolescente. Pero ahora están en un programa de protección de testigos y han decidido hablar contra la Policía Militar de Brasil.
"Solamente se sintieron seguros cuando ingresaron al programa de protección y se les informó que los policías habían sido detenidos", dijo el fiscal Joao Bosco Valente a la agencia AP. "Lo que hicieron los policías fue una barbarie. Ellos soslayaron completamente la tarea básica de la Policía, que es proteger a la ciudadanía", añadió.
El procurador Joao Bosco Sá Valente, coordinador del Centro de Apoyo Operativo de Combate del Crimen Organizado, ha incluido a la víctima de la agresión y a cuatro miembros de su familia en el programa estatal de protección de víctimas amenazadas.
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