viernes, 11 de marzo de 2011

11-M: seguimos sin la verdad siete años después

Zapatero embustero

EL SÉPTIMO aniversario de la masacre del 11-M coincide hoy con la declaración de una veintena de Tedax que van a ser interrogados en el juzgado sobre a dónde fueron a parar los restos de los explosivos que se recogieron en los andenes.

La Justicia intenta indagar qué sucedió con la cadena de custodia de esos restos que, de haberse preservado, podrían haber permitido identificar sin ningún género de dudas el explosivo que estalló en los trenes. Pero no fue así, de suerte que no es exagerado afirmar hoy que siguen siendo más las preguntas sin respuesta que suscitan los atentados que lo que sabemos a ciencia cierta que ocurrió.
Incluso dando por buena en su integridad la sentencia de la Audiencia Nacional, habría todavía aspectos sustanciales por aclarar. Pero tampoco podemos soslayar que ese fallo judicial incluye errores fehacientes concretos, pues era imposible que el reloj de la mochila de Vallecas guardara en su memoria la hora de los atentados y el dibutilftalato no es un componente exclusivo de la dinamita Goma 2 ECO, lo diga quien lo diga.
Zapatero embustero
Además la sentencia contiene lagunas esenciales como la no identificación de las personas que colocaron las mochilas en los trenes. El único condenado por ello es Jamal Zougam, sobre el que subsisten serias dudas de que participara en la masacre. Queda, sobre todo, por esclarecer la autoría intelectual de los atentados, ya que los tres acusados por la Fiscalía fueron absueltos tras quedar en evidencia que nada tenían que ver con el 11-M.
La fantasmagórica organización que reivindicó esta acción criminal fue un grupo vinculado a Al Qaeda, que en el vídeo hallado en una papelera en la víspera electoral aseguraba que era una represalia por la presencia de tropas españolas en Irak y Afganistán. Seguimos en Afganistán y ese grupo no ha vuelto a atentar jamás en España.
Siete años después de la matanza de Madrid, no cabe albergar ninguna duda de que el propósito de quienes planificaron los atentados era influir en el proceso electoral y evitar la victoria del partido que había liderado Aznar. Los resultados del 14-M demuestran que lo consiguieron.
Todos los datos empíricos que aporta hoy EL MUNDO sugieren que el PP hubiera ganado las elecciones de no haberse producido esa gran conmoción que supuso el 11-M. Y ello porque sólo hay dos precedentes en la historia de las grandes democracias occidentales de un vuelco similar entre los últimos sondeos y los resultados electorales: Truman frente a Dewey en 1948 y Major frente a Kinnock en 1992.
José Blanco aseguró hace poco que «el PP habría ganado en 2004 si Aznar hubiera gestionado bien la crisis del 11-M». Se trata de una hipótesis que no se puede demostrar, pero que, en cualquier caso, supone la admisión implícita de que los atentados cambiaron el resultado de las elecciones. Esto no significa cuestionar la legitimidad de la victoria de Zapatero, que siempre hemos reconocido sin reparo alguno.
La constatación de que hubo una acción terrorista que logró cambiar el curso de unas elecciones debería unir a todas las fuerzas democráticas para investigar quien fue el que organizó y planificó los atentados, máxime cuando ahora la verdad no podría ya ser aprovechada políticamente por nadie. Pero la realidad es que desgraciadamente no se percibe esa actitud ni en los líderes ni en la sociedad española. Nosotros, este periódico, seguiremos buscando esa verdad que exigen las víctimas y por la que merece la pena seguir peleando.
epsimo y EL MUNDO____________________

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