Un preso del centro penitenciario de Córdoba al que le descubrieron 91 gramos de cannabis a la vuelta de un permiso se enfrenta a cuatro años de prisión por un delito contra la salud pública. Según las conclusiones provisionales del fiscal, el acusado, aprovechando una salida del centro penitenciario con motivo de un permiso, adquirió sustancias estupefacientes con intención de introducirlas en la cárcel. Su llegada, añade el escrito, "era esperada con expectación por varios internos". Así, el 7 de septiembre del 2009, al regresar al centro, ante las sospechas de los funcionarios, fue requerido para someterse a rayos x. Aunque en principio se negó, finalmente accedió a entregar las sustancias que portaba, entre otras, 91 gramos de resina de cannabis sátiva que pensaba dedicar a la venta entre los internos. Las sustancias intervenidas hubieran alcanzado en el mercado ilícito el valor de 550 euros.
El acusado ha sido condenado con anterioridad por sendos delitos contra la salud pública por la Audiencia Provincial de Córdoba y por el juzgado de lo Penal número 3 de Jerez de la Frontera.
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