En términos numéricos la huelguita general de la función pública fue un fracaso rotundo. A pesar de que los sindicatos verticales, los del cariño y apoyo, no fueron los principales convocantes, y antes de que algún liberado mamporrero apaleara a alguno del CSIF, UGT y CC OO lanzaban sin pudor a los cuatro vientos el éxito de una parada funcionarial que rozaba el ochenta por ciento. Las cifras reales, o las más aproximadas a la verdad, distaban mucho de esa algarada sindical de número alto y mentira corta. Nunca como el día 8 se puedo acudir con tanta tranquilidad a cualquier oficina pública para ser amablemente atendido por el funcionario de turno. Los transportes nos llevaban de un lado para otro, y en las ventanillas los papeles sellados y firmados iban y venían en un baile sin fin al que los sindicatos quisieron quitarle música, pero no pudieron.El desprestigio de esta casta sindical, de restaurante caro y cena en Moncloa, es tan grande como lo es el desprestigio de quien ha llenado las arcas sindicales de millones de euros a cambio de mucho amor, mucho cariño y un silencio atroz en la denuncia a quien a perjudicado de manera tan evidente a los trabajadores y a las clases más desfavorecidas. Sabido es que ni UGT ni CCOO tienen excesiva preocupación por los parados, sino por quienes maman de la ubre sindical, y por aquellos que, aferrados a la teta pública, extraen hasta la última gota del néctar gratis del Estado. Méndez y Toxo, versión gruesa y bien alimentada de unos famosos dibujos animados, son cómplices de la inacción y de la mentira gubernamental. Durante estos últimos años, han venido apoyando la inacción ante la crisis, el ocultamiento de la situación real, y la parálisis gubernamental, que a cuenta de la negociación para la reforma laboral, ha disparado a cotas inimaginables las cifras de paro y agravado aún más la situación general de la economía española.
La función del sindicato se ha visto mermada por una exagerada sumisión al poder. Por un "do ut des" que ha tenido como principal beneficiario las cuentas corrientes de ambos sindicatos, generosamente regadas para comprar o pactar su silencio y la ausencia de crítica. En vez de eso, el dinero sindical se ha empleado para, entre otras cosas, realizar campañas ridículas de apoyo al presunto prevaricador, o para pagar los viajes de los liberados a Madrid, cuando no de las opíparas cenas que algún dirigente sindical se ha regalado en nombre de la clase trabajadora.
En teoría la función constitucional del sindicato es la representación y defensa del interés legítimo de los trabajadores. Por ello, la línea que les separa de los partidos políticos, debería ser infranqueable, aún cuando con alguno de ellos comparta ideología y un pasado no siempre glorioso. En España, para su vergüenza y desgracia de los trabajadores, esa línea no existe, y estas centrales declaradas de "izquierdas" muestran un grado de deleite gubernamental superlativo, exagerado, incluso para un hombre tan marcadamente pro-Zapatero como Méndez, y tan supuestamente ecuánime como Fernández Toxo. Esta confusión entre sindicato y partido político, entre los sindicatos verticales y PSOE, merman la confianza que los trabajadores deberían depositar en quienes les representan.
En una época de crisis como la actual, los caprichos políticos deben abonarlos quienes los disfruten. Y puesto que los sindicatos UGT y CCOO se han convertido en los perfectos bufones de un presidente sin salida y en la diversión oronda de un Gobierno estancado debería ser el PSOE quien pagara la factura de sus pasquines y comilonas, de sus actos y sus huelgas. La financiación de los llamados agentes socia de las tareas pendientes de la democracia española.
Pero de momento, me basta con que la cuenta de las horas de amor y de las caricias políticas y del embeleso sindical hacia el Presidente del paro no lo paguemos el resto. Quien quiera un sindicato vertical en su vida, que se lo pague.
EN LA FOTO PEQUEÑA PODEMOS VER AL Z+P Y SU VICEPRESIDENTE 4º DÁNDOSE EL PICO Y EN LA GRANDE EL TRIO QUE TRAICIONÓ A DOS MILLONES Y MEDIO DE EMPLEADOS PÚBLICOS. ES DECIR, EL Z+P, EL VICEPRESIDENTE 4º Y EL CHUPOPTERO.
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EL CHIVATAZO DEL DÍA:
El miércoles estará en el Congreso la secretaria General de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo, que comparecerá en la Comisión de Interior para explicar los motivos de la destitución de los tres máximos responsables del centro penitenciario de Alcalá-Meco.
De igual modo informará acerca de la situación actual del colectivo de funcionarias de prisiones de la Escala Básica Femenina en las prisiones españolas y explicará el malestar de los sindicatos con las políticas de su Secretaría.
Finalmente, Gallizo contestará diversas preguntas, como la referente a las actuaciones del Ministerio del Interior en relación al Plan Español de Empleo para el Estímulo de la Economía y el Empleo.
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