La ruleta rusa de las drogas
Una muestra gratuita de Fundación La Caixa aborda en Donostia el complejo mundo de las drogas, sus consecuencias sociales y personales, y los retos de la prevención. Se puede visitar hasta el 11 de abril, en los jardines de Alderdi Eder.
Una pistola y una sola bala. Herramientas necesarias para jugar a la ruleta rusa. Una dosis de cocaína funciona como detonante. El tambor gira, apunta y dispara. Esta vez ha habido suerte, pero, en la próxima, la bala puede situarse ante el percutor y salir disparada. "Hablar de drogas legales o ilegales es una clasificación administrativa. Todas ellas pueden desarrollar la enfermedad de la adicción, que no es un vicio, y el riesgo de desarrollarla es imprevisible", sostiene el catedrático de Farmacología de la Universidad Pompeu Fabra, Rafael Maldonado. y comisario de la exposición Hablemos de drogas.
El juego continúa bajo la carpa de la Fundación La Caixa en los jardines del parque donostiarra de Alderdi Eder. ¿Qué se siente cuando se conduce una moto con un alto grado de marihuana en el cuerpo? El conductor apenas ve con claridad los vehículos y peatones que se cruzan por su camino. La capacidad de reacción se reduce, y la coordinación está trastocada. ¿Por qué carril se conduce? El resultado es trágico.
Ahora, una máscara de teatro sonríe tras tomar la primera dosis. La segunda le sigue situando en un estado de euforia irreal. La tercera, sin embargo, es menos placentera. La cuarta, necesaria. La quinta ya no produce placer. La sexta...
En la siguiente parada aparecen cuerpos humanos de plástico a tamaño real, como los que acompañaban los fascículos de la serie Érase una vez la vida. Pero aquí no se aprende a colocar el corazón en la parte izquierda del pecho o el músculo cuádriceps en el muslo. De manera muy visible, se muestran los efectos de las diversas drogas.
Un pulmón negro de un adicto al tabaco, un cerebro con problemas de memoria por el cannabis, un sarcoma de Kaposi que sufre un heroinómano contagiado de sida... Al éxtasis le toca finalizar el viaje: "Es una de las pocas drogas que mata neuronas", añade.
Todo estos juegos y simuladores son espacios de la exposición, que está dirigida, en palabras de su comisario, a "jóvenes, familias y educadores". La información es "básica", pero toda posee "base científica, sin moralismos". El mensaje que traslada es claro: "El consumo no es gratuito, tiene consecuencias", advierte Luis Reverter, secretario general de la Fundación La Caixa.
La droga mueve 64.000 millones de euros al año, "tres veces más que todo el grano que se consume en el mundo"; es causa de "uno de cada cuatro accidentes laborales; el coste de atender a los enfermos crónicos del alcohol asciende a 1.400 millones; "el 33% de los internos de las cárceles" del Estado está condenado "por tráfico de drogas". Los jóvenes manejan sus propias cifras. Tres de cada cuatro estudiantes de entre 14 y 18 años ha probado el alcohol, un 15% fuma tabaco a diario y un 5% ha consumido cocaína en más de una ocasión. Es al tener estas cifras delante por lo que la Fundación La Caixa decidió, según señaló su secretario general, que "merecía la pena dar este aldabonazo en la conciencia de los ciudadanos".
La muestra, que cuenta con nueve espacios modulares interactivos y audiovisuales, no es más que una parte del programa, que involucra a escolares, profesores y familias. Abierta hasta el 11 de abril, se puede visitar de forma gratuita para abordar temas como los países productores y consumidores, el reto de la prevención, el impacto social del consumo o su efecto sobre el cerebro. "Al final, es una decisión personal, así que esperamos que esta exposición ayude a tomar una decisión más responsable". Maldonado hace su apuesta y ahora: "¡Tú decides!"
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