jueves, 21 de marzo de 2013

LA PRISIÓN, OCUPADA SOLO AL 28% Trasladan a reos desde Pamplona a otras cárceles por falta de personal

Un joven, en una de las celdas del nuevo centro penitenciario de Pamplona.

SALHAKETA DENUNCIA QUE SE ALEGA FALTA DE ESPACIO PARA DENEGAR EL RETORNO A NAVARROS
El módulo de jóvenes que existía en el viejo centro también ha desaparecido
¿Cómo en un centro penitenciario anunciado a bombo y platillo como la solución integral para la población reclusa en Navarra, con capacidad para más de un millar de personas y con solo ocho meses de funcionamiento, se puede permitir que se sigan produciendo traslados de internos por sobreocupación? En Navarra es posible.
PAMPLONA. El colectivo Salhaketa Nafarroa Elkartea, que trabaja en la defensa de los derechos de las personas presas y de sus familiares, denunció ayer que la nueva cárcel ubicada en la colina de Santa Lucía está abierta al 28% de su capacidad y, a pesar de esa circunstancia, se están produciendo traslados de personas presas por sobreocupación y falta de espacio tanto entre hombres como entre mujeres. La carencia de personal y de recursos impide abrir más módulos y que sean ocupados por los internos. Además, la asociación criticó que la misma razón alega Instituciones Penitenciarias para haber denegado el permiso a presos con arraigo social o familiar en Navarra que han solicitado su retorno a la Comunidad Foral. Por los datos que ofrece la web de Instituciones Penitenciarias, la cárcel albergaba en diciembre a 317 personas presas y desde que se abrió ha tenido una media de 311 internos.
Salhaketa entiende que más que por falta de espacio el movimiento de internos se ha producido "por falta de previsión". A modo de ejemplo, según la propia estadística de Instituciones Penitenciarias, señala el colectivo, "en diciembre del año pasado había en la macrocárcel de Pamplona 29 mujeres. Teniendo en cuenta que el módulo más pequeño cuenta con 72 plazas y hay dos destinados para mujeres, ¿de verdad piensan que nos creemos que están trasladando a esas mujeres a otras cárceles por falta de espacio".
De esta modo, desde Salhaketa, consideran "intolerable" que a pesar de que "esté en desuso y sin cubrir casi el 80% de la estructura de este centro, están llevándose a personas de Navarra y con arraigo en esta tierra fuera generando con ello a la persona presa y a su familia un sufrimiento adicional al que aparejada per se la privación de libertad".
Conviene recordar que la nueva cárcel, que abrió sus puertas el 18 de julio de 2012 y que venía a sustituir a la vieja prisión del barrio de San Juan, tiene una capacidad de 504 celdas todas ellas equipadas con literas. Consta de 10 módulos, 4 módulos de 72 celdas (144 plazas) y 6 módulos de 36 celdas (72 plazas) además de 44 plazas para ingresos, 33 para régimen cerrado y 44 para enfermería. Hoy, según la información de Salhaketa, se encuentran abiertos cinco módulos (uno de mujeres de 72 plazas, dos de hombres de 144 plazas, el de ingresos y enfermería). Precisamente las dimensiones de esta macrocárcel fueron las que llevaron a pensar que ya no se produciría ni el hacinamiento ni los traslados forzosos que se llevaban a cabo en el antiguo centro penitenciario pamplonés. Nada más lejos de la realidad. En varias ocasiones se ha denunciado también la falta de personal funcionario, de recursos y de actividades de las que carece la nueva prisión.
SIN DEPARTAMENTO DE JÓVENES Las limitaciones de personal que impiden la apertura de más módulos en el macrocentro penitenciario de Santa Lucía también han repercutido sobre la desaparición del Departamento de Jóvenes que sí existía en la vieja cárcel de San Juan, y que permitía separar a los reclusos de menos de 21 años de edad del resto, con el objeto de favorecer su reinserción.
En la Administración Penitenciaria se consideran jóvenes los menores de 21 años y excepcionalmente, quienes no hayan alcanzado los 25 años pero muestren un grado de madurez insuficiente. Los programas específicos para jóvenes se caracterizan por una acción educativa intensa que pretende frenar el desarrollo de una carrera delictiva y conseguir su integración social una vez excarcelados.
Sin embargo, y debido a lo exiguo del funcionariado destinado en la prisión de Santa Lucía, la única posibilidad de separación de los reclusos jóvenes del resto está en la Enfermería, donde se encuentran los internos con necesidades de tipo médico, y el departamento de Ingresos, que es la puerta de entrada de cualquier preso a la cárcel, donde todos son clasificados. Pamplona I no es ajena, en este sentido, a la tendencia de otros nuevos macrocentros penitenciarios, donde se ha prescindido de los módulos para jóvenes, departamento que sí existía en la vieja prisión.
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