En el módulo II de la cárcel de Picassent se rozó ayer la tragedia. Un
incendio desatado por un preso de segundo grado que trataba de evitar su
traslado a otro establecimiento penitenciario obligó a desalojar a a 40
internos, dejó reducida a cenizas una celda y puso a prueba la pericia
de los funcionarios. El siniestro se desató en torno a las 14.30 horas.
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