El 25 de noviembre fue declarado día Internacional contra la Violencia hacia la Mujer en el primer Encuentro Feminista de Latinoamérica y del Caribe celebrado en Bogotá (Colombia) en julio de 1981. El Departamento de la Mujer de CSI·F quiere concienciar a la ciudadanía sobre esta problemática social.
Se eligió el 25 de noviembre para conmemorar el violento asesinato de
las hermanas Mirabal (Patria, Minerva y María Teresa), tres activistas
políticas asesinadas el 25 de noviembre de 1960 en la República
Dominicana.
La violencia de género tiene sus raíces en razones de carácter cultural
y social, que son consecuencia del específico papel que la mujer ha
desempeñado a lo largo de la historia de la humanidad.
Asimismo, la violencia de género ya no es un problema de ámbito
privado, si no que afecta a la sociedad en general. Es una expresión de
la relación de desigualdad y poder entre hombres y mujeres que está
basada en la supuesta superioridad y la dominación real de un sexo sobre
otro.
El silencio no debe ser nunca la respuesta, ni para la víctima de la
violencia, ni para quienes convivimos con quién la sufre. No debemos ser
cómplices de ello. La violencia de género es un fenómeno que se
extiende por todo el mundo.
El artículo 14 de la Constitución Española, proclama el derecho a la
igualdad y a la no discriminación por razón de sexo. Por su parte, el
artículo 9.2 consagra la obligación de los poderes públicos de promover
las condiciones para que la igualdad del individuo y las agrupaciones en
que se integran sean reales y efectivas. La igualdad es, asimismo, un
principio fundamental en la Unión Europea. Desde la entrada en vigor del
Tratado de Amsterdam, el 1 de mayo de 1999, la igualdad entre mujeres y
hombres y la eliminación de las desigualdades entre unos y otros son un
objetivo que debe integrarse en todas las políticas y acciones de la
Unión Europea y de sus miembros.
La violencia contra la mujer es el resultado de una compleja
interacción entre factores individuales, relacionales, sociales,
culturales y medioambientales.
Los diversos tipos de violencia tienen en común numerosos factores de
riesgo: normas culturales, pobreza, marginación social o alcoholismo,
entre otros.
En las sociedades donde la ideología del dominio masculino está
profundamente anclada, donde se insiste en su superioridad, su fuerza
física y su honor, las violaciones ocurren con mucha más frecuencia.
Para luchar contra la violencia hacia la mujer, es necesario:
• Tomar medidas relacionadas con los factores de riesgo individualmente.
• Comunicar tu problemática a nivel familiar y de amistad.
• Influir en las relaciones interpersonales cercanas.
• Tomar medidas contra la violencia institucional.
• Localizar las prácticas culturales perjudiciales.
• Centrarse en los factores económicos, sociales y culturales más generales.
• Etc.
Desde el Departamento de la Mujer de CSI·F lucharemos
constantemente para que todas las mujeres tengamos derecho a una vida
libre de violencia, tanto en el ámbito público como privado y
solicitamos que fluya la tolerancia entre todos.
Y para finalizar, recordar que el silencio hace cómplices a quienes no
lo rompen; por ello denunciemos y rechacemos cualquier acto violento, ¡NO TE CALLES!
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