lunes, 19 de noviembre de 2012

Carta abierta a Toxo y Méndez


En un decálogo se pueden resumir las razones del fracaso y las causas para la dimisión inmediata de unas deshilachadas elites sindicales.
 Señores Ignacio Fernández Toxo y Cándido Méndez, el 14-N ha sido la gota que ha colmado el vaso de sus equivocaciones, sus torpezas, sus hipocresías, su falta de rumbo, su ausencia de discurso y su sostenido ridículo. Están ustedes definitivamente desacreditados y fundidos, inhabilitados para pastorear el movimiento sindical español.
¿Les queda alguna duda? Despéjenlas pronto y sepan de la necesidad, por pura higiene democrática, de que ustedes dimitan de sus cargos. Las razones son pesadísimas e incontrovertibles:
1. Porque han sido incapaces de canalizar constructiva y positivamente un indudable descontento social inherente a toda sociedad en tiempos de crisis. Han sido especialmente destructivos y negativos en sus planteamientos.
2. Porque han funcionado como una compacta y endogámica élite concentrada en el blindaje de sus chollos. Ni han querido ni han sabido poner los pies en el suelo.
3. Porque no han entendido que no sólo los obreros sino, con la misma crudeza y dolor, los empresarios son víctimas de la recesión. Su cinismo y su falta de sensibilidad con los emprendedores ha sido atroz.
4. Porque no han sabido conquistar el apoyo de los verdaderos trabajadores de un país que no saldrá adelante con aspaventosas y gritonas algaradas sino con inteligencia y sacrificios. Es posible protestar y trabajar al mismo tiempo, algo difícil de entender para quienes viven sin dar un palo al agua.
5. Porque no han sido transparentes en sus presupuestos –generosamente regados con dinero de todos– ni se han enterado de lo que significa el democrático principio de «rendición de cuentas». Son oscurantistas y son tramposos en la gestión de los dineros.
6. Porque han fracasado estrepitosamente en la elaboración y ejecución de programas de formación que ayuden al nuevo proletariado a progresar y prosperar. Se han concentrado más en recaudar que en buscar la profesionalidad o la excelencia.
7. Porque han exhibido una retórica oxidada propia de la lucha de clases del siglo XIX y enteramente asincronizada con la Europa del siglo XXI. En el desfase radica la inutilidad y el esperpento en el que se han instalado.
8. Porque han adolecido de un penoso déficit de independencia funcionando como fuerza de choque anexa al PSOE. El doble rasero de sus movilizaciones y en sus soflamas ha rayado el patetismo.
9. Porque no han sido ejemplares al vivir de una forma distinta de la que predican y de la que se ven obligados a vivir aquellos a los que ustedes dicen representar. Es así como funcionan las castas, los estamentos.
10. Porque no han comprendido que los ciudadanos que se desloman a diario para sacar adelante a sus familias hace tiempo que dejaron de considerarles unos líderes creíbles y fiables. Ha sido demasiada la desfachatez y la falta de consistencia y coherencia con la que han desgobernado y debilitado sus organizaciones
Hay pocas tareas más nobles que la de un sindicalista. Pero una cosa es un sindicalista de verdad, que se viste por los pies (¡pensemos en Marcelino Camacho!), y otra distinta, un lacayo o un chikilicuatre o un pancartero. No es lo mismo. Discúlpense y hagan las maletas. Se harán un favor. Nos harán un favor. No estorben más y háganse a un lado. Tenemos que seguir funcionando.
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