viernes, 23 de noviembre de 2012

“El Gobierno manipuló a mi familia para tapar los trapos sucios que llevaban a cabo con los GAL”

Ricardo Portabales hijo ha remitido a elsoplon.net una carta dirigida a un íntimo amigo suyo, a quien desvela la verdad sobre la Operación Nécora. En ese escrito, al que ha tenido acceso este confidencial, señala que en su familia “nunca nadie ha delinquido” y denuncia que todo lo sucedido fue un montaje del Gobierno.
Gobierno que los utilizó como cortina de humo para desviar las miradas de los medios de comunicación sobre el GAL, hacia “el caso de los fondos reservados, el secuestro de Marey y muchas más cosas”.
Ricardo Portabales fue condenado por posesión de drogas y tenencia ilícita de armas. Pero su hijo, de igual nombre, en la carta enviada a su amigo, revela que no fue “el gran narcotraficante arrepentido que desmanteló los cárteles de la droga en Galicia y produjo varias investigaciones en Sudamérica y Europa”, sino que fue “totalmente manipulado por el Ministerio del Interior y los grandes jefes en la policía” para infiltrarlo en distintas operaciones para que colaborase con ellos. Cuenta que se negó y por ello lo extorsionaron amenazándolo con ampliarle la condena. Fue entonces, se vio obligado a aceptar y, a partir de ese momento, empezó a codearse “con los grandes en la cárcel y a pasarles información”.
Más tarde, cuenta el hijo de Portabales, lo indultaron y lo llevaron a la base militar de Madrid para instruirle en otras operaciones como la Plutonio, la Merlín o la Portabales, que nunca salió a la luz, entre otras. Desvela que le “daban papeles para que los estudiara para el juicio”, sin conocer a la gente a la que implicaba, en algunos casos, gente conocida como el hermano de Alfonso Guerra o Carlos Goyanes, ex marido de Marisol.
A continuación, publicamos la carta íntegra que Ricardo Portabales escribió a su amigo Agustín y que tiene en su poder elsoplon.net:
“Agustín, presta atención. Esto no lo sabe mucha gente y ahora se sabrá, por las pocas entrevistas que he concedido y concederé, si me lo permiten claro, en televisión o en prensa. Pero antes que nada te lo diré a ti:
La familia Portabales nunca, nunca, -presta atención, y gracias por tu apoyo de antemano- nunca hemos traficado con drogas, nunca hemos matado a nadie, nunca hemos delinquido de ningún tipo, por Dios, ¡¡nunca!! Somos una familia normal y corriente que el gobierno cogió y manipuló en aquellos años para tapar los trapos sucios que se llevaban a cabo con los GAL, según mi padre, y prepararon la Operación Nécora, ya que la gente se estaba preguntando demasiadas cosas de lo que pasaba en aquellos años en España, como el caso de los fondos reservados, el secuestro de Marey y muchas mas cosas… Sé que es difícil de creer, pero es la verdad, y la tienes de primera mano. Yo no digo “supuestamente”, como se debería decir, sino que afirmo, amigo Agustín. Pero la gente no sabe la verdad de la familia Portabales.
Nos cogieron a cuatro niños pequeños que éramos, a mi madre y a mi padre y nos metieron en varios coches, escoltados con uñas y dientes. Los escoltas, con metralletas en el hombro, nos trajeron para Madrid y fuimos escoltados de por vida por la Gran Operación Nécora, celebrada en España y que todos conocéis, o algunos conocen.
A mi padre sí es verdad que lo detuvieron en aquellos años por posesión tanto de droga, que llevaba en el coche, como por tenencia ilícita de armas, que también se la encontraron en el coche, y fue juzgado por todo aquello. Le echaron 5 años. Yo tenía 14 años cuando aquello. Ahora que tengo 35, le pedí explicaciones a mi padre, que me dijera si en verdad él había sido narcotraficante. Yo quería saber la verdad, quería saber quién era mi padre, cómo conocía a tanta gente si éramos de un pueblo, si él era de un pueblo. Me sentó y me dijo lo siguiente (esto es la primera vez que lo cuento y por eso lucho y sigo contándote, perdona):
- No, hijo, tu padre no es el hombre que el Gobierno puso como el gran narcotraficante arrepentido, el que desmanteló los cárteles de la droga en Galicia y produjo varias investigaciones en Sudamérica y Europa, así como la inculpación del caso Guerra el hermanísimo. No, hijo, tu padre no conocía a nadie de esa gente. Fui totalmente instruido y manipulado por el Ministerio del Interior y los grandes jefes en la policía, y me infiltraron en diversas operaciones llevadas a cabo en España. Tu padre cumplía condena como uno más. Llegaron de Madrid 2 hombres identificándose como policías y querían que colaborase con ellos para fraguar lo que ellos iban hacer, o lo que se estaba cociendo en Madrid. Yo, hijo, les dije que no, que bajo ningún concepto me prestaría a tal menester, y menos a hablar de gente que ni conocía. Me amenazaron diciendo que me darían más condena y que le dirían a los presos que yo estaba colaborando con ellos, y eso, en la cárcel, es la muerte, hijo. No tuve más remedio y acepte. Empecé a codearme con los grandes en la cárcel y ha pasarles información con todo el jodido dolor. Cuando ya tenían suficientes datos, les dije que, por favor, me dejaran tranquilo. Pero ellos me dijeron que tendría más trabajitos que hacer para ellos. No podía más y entré como infiltrado y colaborador en diversas operaciones, como te he dicho, sin quererlo. Me dieron el indulto y me llevaron con ellos a una base militar en Madrid. Allí me instruyeron en otras operaciones, como la operación Plutonio, la operación Merlín, la operación Portabales, que nunca salio a la luz, y muchas más. Me daban papeles para que los estudiara para el juicio. Yo no conocía a esa gente, como, por ejemplo, al hermano de Alfonso Guerra; que si Celso Barreiros traficaba con armas; que si Carlos Goyanes, el ex marido de Marisol, era traficante; que si los Charlines; que si los Ochoa de Colombia; que si los del cártel de Cali; y, muchas más operaciones que querían llevar a cabo. Esto y muchos nombres más como el caso Palomino o la trama de las Torres Kyo. Me metieron en todos esos fregados.
Yo contesté rápido:
- ¿Pero, papá, no había abogados con los que hablar y denunciar lo que te estaban haciendo? Eso era extorsión. O yo que sé, no entiendo, pero podrías decírselo a algún abogado.
Él me contestó:
- Hijo, no me hagas reír. En aquellos años, era tu palabra contra la de ellos, y los que mandaban eran ellos. No se podía hacer nada.
Agustín, no quiero aburrirte más, creo que me he extendido demasiado, pero ésa es la verdad, la verdad que no sabe la gente, sólo que Ricardo Portabales es un narcotraficante arrepentido, que metió en la cárcel a capos gallegos y muchos más, y pagaron las consecuencias una familia de 4 niños pequeños y una madre, una familia como podría ser la tuya. Y esto mismo, cuando me dejen ir a un plató de televisión, lo diré igualmente, como ahora te lo cuento a ti y, como te dije, si me dejan…
Perdona las molestias y lo extenso de mi escrito, pero, si quieres, estoy a tu disposición y a la de todos los españoles que quieran oír la verdad de lo que han hecho con una familia española que nunca delinquió, de ningún tipo.
Un abrazo”.

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