viernes, 23 de noviembre de 2012

CSI·F pide no tocar más ni el empleo público ni las retribuciones en las administraciones

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Al cumplirse el primer año de Rajoy
El sindicato independiente critica que sólo haya ayudas para la Banca y recortes para ciudadanos, trabajadores y empleados públicos. Considera necesario abordar reformas que acaben con los privilegios de los políticos y afrontar el problema del ruinoso sector público empresarial

           
                El primer año de Gobierno de Rajoy ha estado marcado por la reducción del gasto y la búsqueda de la consolidación fiscal que pide Bruselas. En ese camino, todos los españoles hemos tenido subida del IRPF, recorte de gasto público de 8.900 millones, recorte de 27.300 millones en los Presupuestos Generales del Estado para 2012, ajuste de 18.000 millones en las Comunidades Autónomas, subida del IVA, reforma del Impuesto de Sociedades, etc. etc.
            Estas cifras se traducen en que el desempleo sigue creciendo y nos acercamos a los seis millones de parados; el problema de la financiación sigue sin resolverse y nos encontramos en un escalón bajista en los salarios; la educación y la sanidad han empeorado; no hay inversión y, de momento, no volverá el crecimiento.
            En materia de empleo, el ajuste del Gobierno en 2012 se ha traducido en una Reforma Laboral que facilita los ERE en la Administraciones y los flexibiliza en la empresa privada, también se han suprimido bonificaciones a la contratación y se ha retocado la prestación por desempleo, se han aumentado las bases máximas de cotización y endurecido la jubilación anticipada.
            Para CSI·F, los 70.000 empleados públicos españoles son uno de los colectivos más castigados por la crisis y los recortes: se han empobrecido con una pérdida retributiva superior al 30% en los dos últimos años, se ha destruido mucho empleo público (228.900 durante el 2012), se ha ampliado el horario laboral, se han empeorado las condiciones laborales y se ha suspendido la paga extra.
            Estas medidas han estado acompañadas de una bien orquestada campaña de desprestigio hacia el empleo público y hacia miles de funcionarios, laborales y estatutarios de todas las Administraciones Públicas. Por ello, CSI·F pide acabar con los recortes y no tocar más ni el empleo público ni las retribuciones de sus trabajadores.
            Sin embargo, CSI·F señala que todavía no se ha afrontado el problema del ruinoso sector público empresarial formado por cientos de empresas públicas autonómicas y municipales, entes y fundaciones, nutridas con un enorme corolario de cargos, asesores y personal de confianza. Según estudios independientes, el ahorro vía empresas públicas se podría acercar a los 25.000 millones, cerca del 25% de lo que se proponen ajustar hasta el 2014.
            Tampoco los políticos han sido objeto de los recortes. Medidas más simbólicas que efectivas y, dilatadas en el tiempo, les han afectado de manera colateral. CSI·F sigue exigiendo que terminen las duplicidades y los privilegios, y que los ajustes lleguen a la clase política igual que al resto de ciudadanos.
            CSI·F señala que es tiempo de superar los recortes, afrontar la reforma que necesita la Administración y poner freno a la permanente sangría de empleos en el sector público. Un sector público de los mejores de Europa, que cohesiona nuestra sociedad y garantiza unos servicios de calidad para todos los ciudadanos.

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