miércoles, 12 de septiembre de 2012

A Frankenstein se le escapa el monstruo

Barcelona quema las banderas de Europa, Francia y España en la fiesta regional de Cataluña del 2012
Barcelona quema las banderas de Europa, Francia y España en la fiesta regional de Cataluña del 2012
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ARTUR MAS, con el apoyo activo de todos los estamentos financieros catalanes, los medios de comunicación y una TV3 convertida en plataforma de agitación, logró movilizar ayer a cientos de miles de ciudadanos en Barcelona, que salieron a la calle bajo el lema «Cataluña, un nuevo Estado en Europa».
Aunque había sido convocada originalmente para reivindicar el pacto fiscal, la manifestación se convirtió en un acto de exaltación independentista con pancartas en las que se pedía «libertad para Cataluña» y un nuevo Estado. Artur Mas apostaba por una presencia masiva de ciudadanos para presionar a Rajoy a negociar un pacto fiscal similar al concierto vasco. Pero los manifestantes ignoraron la pretensión de Mas y convirtieron la movilización en una reivindicación de la independencia, expresando claramente su voluntad de romper todos los lazos con España.
La inercia ha arrastrado tanto a los políticos catalanes que hasta una parte importante del PSC se ha sumado a este acto. El propio Duran i Lleida, que siempre se ha declarado contrario a la independencia, terminó por asistir y fue convenientemente abucheado.
No es exagerado decir, por tanto, que el juego independentista se le ha ido de las manos a Artur Mas, que ahora tendrá que gestionar esa ambición expresada en la calle por las bases nacionalistas de lograr la proclamación de un Estado catalán. Dicho de otra manera, a Mas le ha sucedido lo mismo que al doctor Frankenstein: que el monstruo que creó en el laboratorio para experimentar se le escapó de su control y adquirió vida propia, provocando unos daños que su inventor no había calculado.
Pero que cientos de miles de catalanes tomaran ayer el centro de Barcelona no significa que exista una mayoría social clara a favor de la independencia, ya que tampoco se puede ignorar que muchos catalanes más decidieron no acudir.
Barcelona quema las banderas de Europa, Francia y España en la fiesta regional de Cataluña del 2012 No es nuevo tampoco en la historia el fenómeno. Ya sucedió en momentos como la sublevación contra Felipe IV, la guerra de Sucesión y la proclamación del Estado catalán en la II República que duró unas pocas horas. Estos precedentes se resolvieron mediante actos de fuerza, pero, al margen de la plena vigencia de los instrumentos que contempla la Constitución para defender la integridad nacional, la situación ahora es enteramente distinta porque nadie piensa en recurrir a las armas.
El problema para Artur Mas y los nacionalistas catalanes es que la independencia de forma unilateral implica que Cataluña se quedaría fuera del euro y de la UE durante décadas, ya que España vetaría su ingreso. Ello tendría desastrosas consecuencias para el nivel de vida de los catalanes y la marcha de sus empresas. No deja de resultar paradójico que la manifestación de ayer se produzca en unos momentos en que las emisiones de la Generalitat son bonos basura precisamente por haber pedido el pacto fiscal.
Todo indica que Artur Mas va a utilizar esta movilización de la calle para lograr que Mariano Rajoy ceda ante su envite. Es lo contrario de lo que debe hacer porque los hechos demuestran que nada sirve para saciar las pretensiones nacionalistas. Es quien ha sacado a pasear al monstruo quien tiene ahora que resolver el problema de qué hace con él en la calle.

epsimo y EL MUNDO

1 comentario:

  1. soy catalan de bcn y español hasta la muerte,los independentistas la verguenza de españa.

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