La Ministra de Empleo predica la austeridad pero los recortes los sufren otras personas

 Su personal de confianza se verá compensado de la eliminación de la paga extraordinaria de Navidad utilizando el concepto de gratificaciones que siempre ha servido a los Gobiernos de turno para pagar favores y lealtades inútiles para los servicios públicos mientras, la ministra, se sigue gastado miles de euros semanales en comidas y actividades más ligadas a lo lúdico que a la gestión propia del Ministerio.
Con las nóminas del mes de agosto, altos cargos, personal de confianza, directores, subdirectores generales y resto de asesores de la ministra Bañez tienen asegurada la compensación de una parte de la paga extra de Navidad. En dicho mes de agosto, este personal cobrará hasta 1.500 Euros en concepto de gratificaciones. En diciembre se repetirá la jugada y con ello se producirá el milagro, no debemos olvidar el apego de esta ministra por buscar la intervención divina en cuestiones terrenales, y el consuelo para una cierta elite del Ministerio de Empleo que verán compensada la decisión del Gobierno de arramblar con la paga extraordinaria de Navidad de las empleadas y empleados públicos.
Se utiliza el concepto de gratificaciones, concepto presente en el presupuesto de todos los ministerios y aunque la ley dice que retribuye los servicios extraordinarios fuera de la jornada laboral, lo cierto es que se ha utilizado sistemáticamente, de manera discrecional y arbitraria por el poder político de turno para comprar voluntades y pagar fidelidades. Las organizaciones sindicales hemos denunciado reiteradamente este tipo de decisiones y hemos exigido la necesidad de distribuir dichos fondos de una manera razonable y razonada pero desgraciadamente la ministra apuesta por mantener la capacidad de repartirlo a su antojo.
Este hecho es un ejemplo más de la hipocresía de la actual responsable de este ministerio y de la clase política gobernante que recorta derechos de los trabajadores y trabajadoras, que recorta derechos de la ciudadanía en general pero que asegura fórmulas de privilegio para los de su “casta”. Que empobrece a la mayoría de la población eliminando servicios públicos y haciendo desaparecer derechos de la ciudadanía en general, mientras mantiene bolsas de gastos injustificables y en muchos casos ocultas. Sirva como ejemplo las decisiones de la ministra de Empleo y Seguridad Social, sra. Bañez, que viernes tras viernes agasaja a sus acólitos con un ágape que da la empresa “Central de Catering” en el que se gasta más de 4.000 euros mensuales (48.000 anuales) en una comida que terminamos pagando todos los habitantes de este país entre las risas de Montoro y el “que se jodan” de Andrea Fabra