
Ayer, a modo de colofón a esas decisiones, y coincidiendo con la también esperada reunión del Eurogrupo, el bono cerró por encima del 7% y la prima, en 574 puntos básicos. Fue el mismo día en que el Gobierno confirmaba por boca de Montoro la pronta subida del IVA, escudándose en el elevado fraude que soporta ese impuesto. Y ayer también conocimos que la UE va a retrasar un año a España, hasta 2014, la consecución del déficit público del 3% del PIB, lo que sin duda supone un cierto alivio de la presión sobre las reformas que soporta el Gobierno.

Porque, tras la cumbre de junio, la reforma del sector financiero parece más encarrilada. Anoche, además, el Eurogrupo dio otros pasos para apuntalar esa reforma, como el establecimiento de una quita del 30% a los poseedores de participaciones preferentes de las entidades nacionalizadas o la creación del banco malo en el que aparcar los activos tóxicos.

Rajoy
explicará mañana en el Congreso el nuevo programa de ajuste del
Ejecutivo. Nadie entendería ya que no acometiera a fondo esa reforma de
la Administración Pública que se le pide desde las instancias europeas.
Cerrar las empresas públicas inservibles, privatizar o eliminar
servicios innecesarios como las televisiones autonómicas, acabar con la
duplicidad o triplicidad de funciones en los distintos estamentos,
establecer planes eficaces de recorte de gastos en los organismos
públicos, reducir el número de ayuntamientos, eliminar las
diputaciones,...
Que el volumen de las nóminas públicas haya aumentado un 1,2% en el primer trimestre sobre el mismo periodo del año anterior muestra que los planes realizados hasta la fecha no han dado resultado. Por eso, a Rajoy sólo le queda el arma de ese ajuste radical, junto con la reducción del gasto en pensiones y en las prestaciones por desempleo, para luchar contra la prima de riesgo.
Que el volumen de las nóminas públicas haya aumentado un 1,2% en el primer trimestre sobre el mismo periodo del año anterior muestra que los planes realizados hasta la fecha no han dado resultado. Por eso, a Rajoy sólo le queda el arma de ese ajuste radical, junto con la reducción del gasto en pensiones y en las prestaciones por desempleo, para luchar contra la prima de riesgo.
e-psimo y EL MUNDO
No hay comentarios:
Publicar un comentario