CORRUPCIONES SOCIALISTAS: El Consejero de Empleo pide desde la cárcel a la Junta socialista de Andalucía que empiece a decir la verdad

'El Gobierno presumía de las soluciones que aportábamos'

Fernández pide en una carta desde la cárcel que la Junta «empiece a decir la verdad»

. El recluso más famoso de la cárcel de Morón de la Frontera se comunica por cartas manuscritas con aquellos -no demasiados- que se atreven a enviárselas a prisión. Dos meses después de que la jueza Mercedes Alaya ordenara su ingreso en prisión por el caso ERE, el ex consejero de Empleo andaluz Antonio Fernández García alberga la esperanza de que la Audiencia de Sevilla estime su recurso y permita su libertad.
En una de esas cartas, dirigida hace unas semanas a un compañero de partido, el ex consejero socialista muestra su gran pesar por el miedo, indiferencia u olvido de sus compañeros, pese a que estarían «obligados» a lo contrario.
Fernández espera otras reacciones que no se terminan de producir. En la carta, según su destinatario, dice: «Espero que el Gobierno andaluz, los sindicatos y los empresarios empiecen a decir cada uno la verdad y dejen de estar 'viéndolas venir', y que las empresas a las que se les alude 'haber negociado' para su beneficio inicien sus acciones judiciales en defensa de la verdad; en definitiva, que cada uno diga y defienda la verdad».
«No dan la cara», opina, «quienes fueron beneficiarios de una política 'social' de un Gobierno legítimo, que conocía, aprobaba y pagaba, e incluso presumía, de la estrategia y soluciones que aportábamos para amortiguar los efectos de las crisis productivas en Andalucía. Y lo hacíamos. Eso duele a la derecha, pronunciando que la finalización de la vida laboral fuera digna [...] y de esa política de ayudas para casi 16.000 andaluces no me arrepiento, aun cuando el procedimiento tenga defectos».
En el escrito, Fernández le dice a su compañero: «Yo confío en la verdad, nadie podrá poner en duda, ni mucho menos demostrar, que mi gestión se llevó por la corrupción, y si alguien lo hizo al amparo de las políticas, que todo el peso de la ley caiga sobre los responsables, pero yo no lo soy, ni nada cogí, ni siquiera, digan lo que digan, firmé la prejubilación que me correspondía de González Byass».
Fernández insta a su interlocutor a que hable con los «compañeros» de la conocida bodega jerezana para que compruebe «lo escrupuloso que fui, para ser tachado de corrupto precisamente en ese expediente. «Hay pruebas de que digo la verdad y tendré que salir de aquí y muchos tendrán que dar explicaciones, políticas y en los juzgados», concluye

epsimo Y EL MUNDO