EN LOS cinco meses escasos que lleva al frente del PSOE tras su ajustada
victoria frente a Carme Chacón, Rubalcaba no ha logrado ni consolidar
su liderazgo, ni ejercer una labor de oposición eficaz y creíble, ni
capitalizar el desgaste del PP. Como consecuencia de ello, el PSOE no
remonta en intención de voto -la última encuesta de este diario
reflejaba una caída del PP del 5,5% y un raquítico avance socialista del
0,4%- y los españoles suspenden a Rubalcaba, puntuado con un 3,87.
Lo
cierto es que la dirección del PSOE carece de iniciativa y la calma
chicha interna de la que presume el equipo de Rubalcaba no es tal. Este
diario revela hoy que el interior del partido es un hervidero en el que
muchos dirigentes quieren que el PSOE elija cuanto antes mediante
primarias a su candidato a la Presidencia del Gobierno. El temor -muy
justificado- de los socialistas españoles es que el partido acabe como
el Pasok, una formación a la que los ciudadanos griegos
responsabilizaron de la crisis y en las últimas elecciones no ha
conseguido presentarse como alternativa fiable para resolver la
situación.
En este análisis coinciden tanto algunos de los que apoyaron a Rubalcaba en el Congreso como, lógicamente, los partidarios de Carme Chacón, que esperan su momento. La prisa por elegir a un candidato no está vinculada a un posible adelanto electoral -que es descartable pese a lo que auguran algunos dirigentes socialistas- sino a la propia debilidad del liderazgo de Rubalcaba, que no goza del respaldo de la mayoría de las federaciones, y al hecho cierto de que pocos españoles le ven como un líder de futuro.
Todo indica que la presión interna para la celebración de unas primarias que acaben con la situación de cierta interinidad abierta tras el último Congreso irá in crescendo a la vuelta del verano. La decisión del Gobierno de no celebrar el Debate del estado de la Nación este año perjudica objetivamente a Rubalcaba, ya que le arrebata la mejor ocasión de la que disponía para presentarse como alternativa a Rajoy.
Lo
cierto es que la dirección del PSOE carece de iniciativa y la calma
chicha interna de la que presume el equipo de Rubalcaba no es tal. Este
diario revela hoy que el interior del partido es un hervidero en el que
muchos dirigentes quieren que el PSOE elija cuanto antes mediante
primarias a su candidato a la Presidencia del Gobierno. El temor -muy
justificado- de los socialistas españoles es que el partido acabe como
el Pasok, una formación a la que los ciudadanos griegos
responsabilizaron de la crisis y en las últimas elecciones no ha
conseguido presentarse como alternativa fiable para resolver la
situación. En este análisis coinciden tanto algunos de los que apoyaron a Rubalcaba en el Congreso como, lógicamente, los partidarios de Carme Chacón, que esperan su momento. La prisa por elegir a un candidato no está vinculada a un posible adelanto electoral -que es descartable pese a lo que auguran algunos dirigentes socialistas- sino a la propia debilidad del liderazgo de Rubalcaba, que no goza del respaldo de la mayoría de las federaciones, y al hecho cierto de que pocos españoles le ven como un líder de futuro.
Todo indica que la presión interna para la celebración de unas primarias que acaben con la situación de cierta interinidad abierta tras el último Congreso irá in crescendo a la vuelta del verano. La decisión del Gobierno de no celebrar el Debate del estado de la Nación este año perjudica objetivamente a Rubalcaba, ya que le arrebata la mejor ocasión de la que disponía para presentarse como alternativa a Rajoy.
epsimo y EL MUNDO
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