El fraude de los ERE persigue a Griñán

 

JOSE ANTONIO Griñán logró su reelección como presidente de Andalucía gracias a un pacto con IU, pero la espada de Damocles del fraude de los ERE sigue sobre su cabeza. Un informe de la Guardia Civil encargado por la juez pone de manifiesto la responsabilidad de la Consejería de Economía que ocupaba Griñán en la creación de un fondo de reptiles fuera del control de la Intervención General. La UCO advierte de que el informe del interventor que detectó el uso ilegal de los fondos públicos «debía ser conocido por el propio consejero». La portavoz de la Junta, Susana Díaz, descalificó la investigación asegurando que forma parte de «un procedimiento inquisitorial» sin pruebas y «con fines partidarios». Sin embargo, el documento tiene 300 páginas y 50 anexos en los que se detallan actuaciones de consejeros y altos cargos que participaron en el fraude. Mientras tanto, IU ha aplazado la petición de la comisión de investigación comprometida en la campaña, tal vez porque seguramente tendría que declarar el presidente andaluz 

La portavoz de Griñán dice que la Guardia Civil se comporta con los ERE 'como la Inquisición'

. La consejera de Presidencia de la Junta de Andalucía y número dos del PSOE en la región, Susana Díaz, arremetió ayer contra la Guardia Civil y la juez Alaya, tras el atestado de la Unidad Central Operativa (UCO) que señala directamente que el presidente andaluz, José Antonio Griñán, conocía y podría estar implicado en la trama fraudulenta de los ERE durante su etapa de consejero de Economía y Hacienda.
Con la contundencia que le caracteriza, la portavoz de la Junta acusó a la magistrada y a los investigadores de abrir una «causa general» contra Griñán a través de una «instrucción inquisitorial», que se basa en «suposiciones y sospechas impropias porque no se sustentan en ningún medio probatorio». «Es rotundamente falso que el Gobierno andaluz tuviera conocimiento o permitiera cualquier tipo de irregularidad. Es mentira que se hayan sustraído o destruido documentos en la Consejería de Empleo. No compartimos ni las conclusiones ni el tono de ese atestado», añadió, antes de reclamar a la Guardia Civil que actúe con «rigor en sus pruebas, en vez de dañar la imagen del presidente de la Junta con suposiciones».
Díaz se mostró convencida de que si Griñán no fuera hoy el presidente andaluz «no saldrían a la luz este tipo de atestados», insinuando algún tipo de influencia política en la investigación policial por parte del Gobierno del PP, que no quiso concretar a preguntas de los periodistas. «No se estaría haciendo este tipo de valoraciones. La propia Guardia Civil asegura en el atestado que necesita más tiempo para seguir investigando», respondió.
Insistiendo siempre en la salvaguarda de Griñán, puntualizó que en 2001, cuando se firmó el convenio que dio pie al reparto arbitrario y opaco de las subvenciones, no era miembro del Consejo de Gobierno, sino diputado en el Congreso, y que no hay ningún informe de actuación por parte de la Intervención de la Junta de Andalucía que advierta de alguna irregularidad que debería conocer en su etapa posterior como consejero.

«No hay ninguna comunicación al consejero de Economía y Hacienda sobre la posibilidad de algún tipo de irregularidad en los años que dice el atestado», añadió. La Intervención sí le remitió informes en los que mostraba su disconformidad con el procedimiento administrativo utilizado para la concesión de ayudas, si bien su entonces viceconsejera, Carmen Martínez Aguayo, ha asegurado que no dio traslado al titular de la Consejería.
La defensa a ultranza de la figura de Griñán, que era consejero de Economía y Hacienda en esos años, delata el nerviosismo desatado en el PSOE-A por la implicación de todo el Gobierno andaluz en la investigación policial. Hasta ahora, la estrategia de defensa de Griñán se basaba en que cualquier irregularidad procedía de una etapa pasada, de la que ya no quedan representantes en el Consejo de Gobierno. De hecho, el propio presidente se muestra molesto cuando se le vincula con el fraude investigado, y su insistencia en limitarlo a los gobiernos anteriores de Manuel Chaves -aunque participó en ellos- le ha valido más de un reproche de la vieja guardia socialista, que siempre ha echado en falta más contundencia de la Junta en defensa de su antecesor y sus compañeros de Gobierno y partido.

A las críticas de Susana Díaz se sumó también el portavoz socialista en el Parlamento andaluz, Mario Jiménez, otro dirigente promocionado por Griñán que se caracteriza por la dureza de sus declaraciones políticas. «Lo único que busca a cualquier precio y de cualquier manera el atestado es implicar o intentar vincular a José Antonio Griñán» en la trama que utilizó a la Agencia IDEA para pagar las ayudas a las empresas afines al PSOE, eludiendo los controles administrativos.
Así se pronunció durante la celebración del congreso provincial extraordinario del PSOE de Huelva. Jiménez repitió el argumentario de su compañera obviando que la investigación se extiende hasta el año 2010 y abarca tres legislaturas, en las que Griñán ocupó los cargos de consejero de Economía y la vicepresidencia segunda, hasta convertirse en presidente tras la salida de Chaves en 2009. «El atestado muestra cierta actitud intentando indicar una conclusión que no aparece por ningún lado», aseguró, acusando a los agentes de «dar la orientación que se le da por parte de la Guardia Civil».
El portavoz del PSOE en el Parlamento también obvió que los informes de la UCO señalan, además de a Griñán, a todo el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía como conocedores del sistema de pago de las ayudas a las empresas «que nada tenían que ver con necesidades objetivas».

epsimo y EL MUNDO