La Policía pisa los talones a una banda de inmigrantes que asaltan pisos en los que se ejerce la prostitución
Se hacen llamar los «Hermanos latinos». Son muy jóvenes, anárquicos, violentos y con un sentimiento de rechazo a lo español,
aunque algunos han nacido en nuestro país. Así actúa un grupo compuesto
por una docena de inmigrantes inadaptados pertenecientes a la segunda
generación, dedicados a asaltar pisos donde se ejerce la prostitución,
así como a violar a las mujeres y golpear a los clientes.
Se
trata de un grupo de origen, principalmente, caribeño al que la policía
le está siguiendo la pista en base a los testimonios de las
damnificadas. Una de sus características más llamativas son las crestas que llevan en la cabeza, rapada por los laterales o con dibujos.
Se cree que viven en una zona céntrica aunque no dudan en desplazarse a
los lugares de contacto, previa cita. Los investigadores sospechan que
llevan actuando varios meses en la capital en cuatro pisos, uno de ellos
en Cardenal Cisneros. Su «modus operandi» es el siguiente: mientras uno
de ellos ha llamado previamente para solicitar el encuentro, tras verlo
en un anuncio, pulsa el timbre y le franquean la entrada. Acto seguido,
entra por la fuerza el resto de la banda. El ataque les coge por
sorpresa.
Como
en los pisos suele haber, generalmente pocas chicas, las intimidan a
todas, no dudando en golpearlas, lo mismo que a los clientes que allí se
encuentran o al encargado de turno, a los que les dan una paliza. En
ocasiones utilizan también un machete para amedrentar a las víctimas. Pero su superioridad numérica y extrema violencia les basta para dejarles totalmente indefensos.
Humillar a las mujeres
A continuación actúan a su antojo. No dudan en humillar a las mujeres y en someterlas a todo tipo de tocamientos y salvajes violaciones, incluso con algún objeto.
No contentos con ello, desvalijan la vivienda,
apoderándose de móviles, teléfonos, ordenadores y demás aparatos
electrónicos de su interés. Por si fuera poco, les arrebatan también los
objetos de valor que poseen las prostitutas así como el dinero que han
recaudado, que no suele exceder de los 800 o los 1.000 euros.
En
al menos una ocasión, antes de abandonar el domicilio en cuestión se
despidieron así de una de las chicas: «Esto es de parte de los Hermanos
Latinos».
No
se trata de una banda latina como tal del tipo «latin kings», o
«dominican don't play». Eso sí, son extremadamente jóvenes, y según el
testimonio de alguna de las víctimas, en el grupo podría haber incluso algún menor de edad.
Aunque
de momento hay cuatro casos constatados no se descarta que se hubiesen
producido más. Este tipo de casos no se suelen denunciar por las
características tan singulares del negocio, tanto por parte de las
mujeres como de los clientes.
Más víctimas del «lexatin»
Mientras la Policía
le pisa los talones a los «Hermanos Latinos», siguen conociéndose nuevos
casos de víctimas del club de alterne Suspiros, situado en los bajos de Azca.
Ahí, a los clientes, algunos de ellos menores de edad, eran
narcotizados con altas dosis de «lexatin» para así arrebatarles sus
tarjetas de crédito y hacer importantes cargos en la cuenta del negocio.
Si
a principios de esta semana se informó de que se habían producido cinco
casos de estas características, en los últimos días la Policía ha
recabado nuevas denuncias por parte de clientes del mismo
establecimiento. El propietario y ocho de sus empleados fueron
detenidos.
ABC

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