El investigador valenciano Vicente Garrido reivindica el papel del perfilador criminal
'El Delincuente Español' es una de las obras sobre las que
se apoya el monitor de Vicente Garrido en su despacho de la Universitat
de València. El hombre que se pasa el día aprendiendo sobre asesinos,
escribiendo o instruyendo sobre ellos sigue embarcado en una cruzada.
«Cuanto más conozcamos sus impulsos de matar, más probabilidades
tendremos de frenarlos y evitar esas muertes», considera el experto
valenciano.
El profesor, doctor en Psicólogía y diplomado en
Criminología presentará el miércoles su nueva obra 'Perfiles Criminales'
en el Aula LAS PROVINCIAS, un acto que contará con la participación del
comisario Juan Vicente Luis Turegano, máximo responsable de la Policía
Autonómica de la Comunitat. La obra se presenta como «un recorrido por
el lado oscuro del ser humano».
Además de desentrañar al milímetro los modos criminales
de peligrosos delincuentes de la historia reciente, Garrido reivindica
en su libro el papel del perfilador, un especialista con conocimientos
psicológicos capaz de comprender de manera integral la mente y las
conductas de un asesino a través de sus decisiones y los rastros que
deja.
«Su papel es especialmente relevante en aquellos delitos
en serie en los que la Policía carezca de pistas», destaca Garrido.
«Puede dar aportaciones importantes en la escena del crimen o ayudar en
interrogatorios a personas con un trastorno de psicopatía, por ejemplo».
Estos profesionales ya están funcionando en unidades de inteligencia
criminal de la Policía Nacional y Guardia Civil, pero únicamente a nivel
estatal.
Quienes bucean en las mentes más oscuras se topan con un
problema que aún no tiene solución. Valga como ejemplo el caso de
Castellar. ¿Cómo prever que un hombre aparentemente normal y padre de
familia acabe de repente a cuchilladas con tres de sus vecinos? «No
tenemos ningún arma para detectar a esos asesinos latentes», lamenta
Garrido.
«Sólo hay signos claros cuando se producen las primeras
amenazas o se detecta una patología mental». Garrido estima que
únicamente los familiares o personas más próximas podrían ayudar a dar
la voz de alarma, «pero la respuesta judicial sería muy difícil de
gestionar ante un delito que sólo se prevé y no se ha producido».
El peligro de la crisis
El analista de asesinos no cree que la actual crispación
social, por sí misma, genere más criminales, «al menos en las
circunstancias actuales». «No obstante», matiza, «una concatenación de
paro y el consiguiente estrés familiar sí podría repercutir en
determinadas personas y acabar con actos homicidas».
Lo primero que uno lee al abrir 'Perfiles Criminales' es
una dedicatoria a «los policías que nunca se dan por vencidos». Tras una
semana en la que la Policía Nacional ha sido cuestionada e insultada en
las calles por las cargas contra algunos manifestantes en Valencia,
Garrido, profesor universitario, lanza un mensaje: «Hay que distinguir.
Al margen del menor o mayor acierto en estos hechos, la mayoría del
tiempo la Policía está sirviendo a los ciudadanos y su actividad es muy
necesaria para el mantenimiento de la democracia».
Prever la acción criminal, casi imposible. Pero ¿y curar a
aquellos asesinos con impulsos irreflenables de matar? «Las posibles
soluciones son el paso del tiempo y aprender a controlar los impuslsos
en la cárcel o en un hospital de seguridad», estima el experto. Un
homicida de un sólo acto, como el de Castellar, «tiene mejor pronóstico
que Ferrándiz o el asesino de la Baraja, aunque haya dejado tres
muertos. Una vez han matado sacian su necesidad contenida y ya no
encuentran razón para volver a actuar así».
Garrido percibe una peligrosa «competitividad e
individualismo» en la sociedad actual, un mundo de «ganadores y
perdedores». Estos últimos presentan «una mayor probabilidad de caer en
las drogas o incurrir en conductas criminales». Los abismos sociales y
la desigualdad, advierte, «pueden ser detonante de violencia». Otro
factor que resalta el investigador valenciano es la «emergente presencia
de profesionales del crimen en casi todos los países».
Tras leer el libro de Garrido, uno suspira al conocer
tanta crueldad entre los asesinos retratados y se pregunta cuándo
dejaremos de matarnos. «Nunca», responde el criminólogo tajante. «El ser
humano tiene un potencial creador y un potencial de destrucción. Sólo
la cultura y la educación pueden ayudar, pero mientras la vida siga
siendo difícil y llena de obstáculos, algunas personas seguirán
encontrando razones para matar», estima. Es lo que lo ocurrió con José
Francisco Planells, Antonio Ferrándiz o Vladimir Rausell, importantes
asesinos valencianos que Garrido analiza junto a estas líneas. El
perfilador nos brinda su enfoque.
Aula Las Provincias: La presentación del libro de Vicente
Garrido tendrá lugar el miércoles a las 19.30 horas en el Hotel Astoria
Palace. Entrada libre.


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