martes, 21 de febrero de 2012

La crisis paraliza la 'minicárcel' para presos de tercer grado

La crisis económica se ha llevado por delante otro proyecto: la construcción de un Centro de Inserción Social (CIS), una especie de 'minicárcel' destinada a favorecer la integración de los reclusos que están a punto de terminar sus condenas.
De momento, no se hace. Está paralizado a la espera de que vengan tiempos mejores.
El 20 de mayo de 2009, el entonces director del Centro Penitenciario de Jaén, Manuel Martínez Cano, se reunió con el anterior subdelegado del Gobierno, el socialista Fernando Calahorro. Fue la primera vez que se habló de construir un CIS en la provincia, un módulo separado de la propia prisión en el que los presos en régimen de tercer grado acudirían solo a dormir.
No obstante, de las palabras a las obras hay un trecho que, en ocasiones, es largo, muy largo. Al principio, el principal escollo era que el Ayuntamiento de la capital tenía que facilitar una parcela de entre 5.000 y 8.000 metros cuadrados para ubicar el CIS. El anterior equipo de Gobierno ofreció varias parcelas en diferentes zonas. Incluso, técnicos de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias llegaron a inspeccionar los terrenos. Sin embargo, nada fructificó. Así que el proyecto se perdió en el cajón de las administraciones.
El pasado 6 de octubre, el director de la cárcel, Juan Antonio Marín, quiso desempolvar esta iniciativa. Se reunió con el alcalde, José Enrique Fernández de Moya. El tema estrella de la conversación fue el CIS. El regidor popular se comprometió a ceder una parcela en el entorno de Vaciacostales e, incluso, dio un plazo para elegirla: antes de final de 2011.
No obstante, la crisis económica ha enterrado el proyecto casi de forma definitiva. Se paraliza “sine die”, tal y como comunicó la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, encabezada por Ángel Yuste, a los sindicatos de prisiones en una reunión mantenida en Madrid el pasado día 14 de febrero. El Gobierno no abrirá más centros sin disponer de los medios adecuados, es decir, sin que convoquen nuevas plazas de funcionarios de prisiones. Y, de momento, no hay convocatorias de empleo público a la vista. “Son conscientes de que la situación es muy mala, llevamos dos o tres años sin oposiciones lo suficientemente amplias y, cuando se construye una prisión hay que prever el personal que se necesita”, aclara Pablo Viedma, miembro del sindicato Acaip. La futura “minicárcel” de Jaén fue planteada con una plantilla mínima de 40 funcionarios, encabezada por un subdirector.
En este sentido, Instituciones Penitenciarias anunció a los representantes sindicales que todos los proyectos que estaban pendientes de ser licitados quedan “paralizados”. Es el caso del Centro de Inserción Social de Jaén.  El director de la cárcel, Juan Antonio Marín, asegura que no tiene confirmación oficial de esta medida. Admite que ha elevado consultas a sus superiores para saber si sigue adelante con las gestiones emprendidas con el Ayuntamiento: “De momento, no me han contestado. Estoy a la espera de respuesta”, afirma.
Las previsiones iniciales eran construir una “minicárcel” con 50 habitaciones para otros tantos internos. El objetivo que se perseguía era favorecer la integración social y laboral de aquellos presos que hayan alcanzado el tercer grado. Por ello, se buscaba una parcela cercana al Centro Penitenciario. En los distintos módulos, los reclusos realizarían actividades de formación e inserción con vistas al momento en que recobrasen su libertad y tuvieran que rehacer sus vidas en la calle.
Todas las provincias andaluzas cuentan con un CIS, a excepción de Jaén. Además de facilitar la integración a los presos en régimen de tercer grado, también serviría para aliviar la sobreocupación de la cárcel jiennense, que actualmente supera los 650 reclusos, aunque ha llegado a albergar más de 820. De momento, y hasta que la situación económica mejore, la “minicárcel” de Jaén queda en “stand by”.
DIARIO JAEN

No hay comentarios:

Publicar un comentario