Rebaja
primero y congelación de sueldos después, ampliación del horario
laboral, ausencia de pagas extras, no reemplazo de las vacantes libres…
Si en su trabajo le hubiesen aplicado todas estas medidas, ¿se sentiría
un privilegiado? Nadie puede dudar de que tener un empleo en la
situación actual es toda una ventaja, pero parece que la sociedad, o por
lo menos, la clase política ha condenado a los trabajadores a vivir muy
ajustados.
Esto
es lo que les ha ocurrido y lo que les sigue pasando a los funcionarios
de este país. Parece que la opinión pública ha pasado de admirar estos
puestos de trabajo e, incluso, de querer formar parte de la
Administración, a poner en ellos toda la carga de las medidas de ajuste
del Gobierno. ¿No estamos condenando a este sector a la ….? ¿No estamos
mermando la calidad de los servicios que nos ofrecen a nosotros, los
ciudadanos?
Parece
que se ha posicionado a los funcionarios como excusa de los recortes,
cuando la rebaja salarial sólo supuso una rebaja del 0,7 por ciento en
las facturas de las nóminas del sector público.
Hasta
tal punto ha llegado la situación, que muchos funcionarios se han
decidido a denunciar los hechos y hasta se han atrevido a pedir perdón
por ser médico.A continuación reproducimos la carta de un profesional
sanitario aludiendo a este asunto:
Me presento: Soy médico (perdón)
Sí lo siento, me arrepiento, soy médico y por ello tengo que pedir perdón.
Pido perdón no sólo por ser médico, mi delito es aún más grave, soy médico y ¡¡funcionario!!, soy lo peor de lo peor.
Mi
problema es que he estado equivocado durante mucho tiempo: Tuve que
sacar buena nota en selectividad, estudiar una carrera dura, aprobar una
oposición para acceder a la especialidad, completar mi formación como
especialista sirviendo como mano de obra barata, y finalmente (de
momento) preparar otra oposición y aprobarla para acceder a una plaza
fija en la sanidad pública. Yo a esto lo he llamado durante mucho tiempo
"esfuerzo", "sacrificio"..., palabras malsonantes, con connotaciones
negativas hoy en día. Afortunadamente nuestros próceres y medios de
comunicación ya se han encargado de sacarme del error, no es "esfuerzo",
no es "sacrificio", de lo que estoy hablando es de "privilegio".
Ahora
soy mucho más feliz, ¡soy un privilegiado!, pero me han dicho que pida
perdón por ello, que la gente está muy susceptible con eso de que todos
los meses me levante (como el que no quiere la cosa) 1153 euracos de
sueldo base. Que ya quisieran muchos tener una plaza fija y que soy un
afortunado.
La
verdad eso de ser un "afortunado" sí que me fastidia un poco, porque
hace entrever que la suerte ha tenido algoque ver en mi carrera, a mí me
gusta más lo de "privilegiado". Sobre todo mis ojos hacen chiribitas de
placer cuando me lo dice un ministr@ de sanidad (ponga el lector la
cara ó el nombre) cuyo principal mérito ha sido escalar posiciones en un
partido político, pero claro, es que eso del esfuerzo está tan demodé
como la propia palabra demodé.
Yo
soy buen chico y obediente, y si mis jefes y los medios de comunicación
me dicen que soy un privilegiado y que tengo que pedir perdón por
serlo, pues yo voy y lo pido. Y que si tengo que hacer un esfuerzo
porque soy un privilegiado, pues venga que por mí no quede, que me bajen
el sueldo. Y ya puestos, que si puedo trabajar dos horas más a la
semana, que al fin y al cabo ¿que son dos horas cuando hay tanta gente
en paro?, pues venga que vengan horas.
Lo
único que me fastidia (un poco) de lo de ser un privilegiado es que ya
me han dicho en el sindicato que ellos no defienden a privilegiados,
pero bueno, antes de serlo tampoco hacían mucho por mí, así que tampoco
los echaré de menos.
Pido
perdón, pero no por ello me rindo. Estoy enamorado de mi trabajo y en
ocasiones hay resquicios de luz que sirven para mantener la llama
durante tiempo. Hace poco leí en un blog experiencias de médicos con
pacientes (no clientes), que les habían emocionado. Todos tenemos alguna
de ese tipo y es lo que hace grande a nuestra profesión, yo compartiré
con vosotros una de las mías:
Hace
ya unos añitos trabajaba en una Unidad de Reanimación de Cirugía
Cardiaca, tuve ingresado a un paciente durante meses, la primera semana
completa con una asistencia biventricular. El paciente pasó por varios
episodios de shock cardiogénico, SDRA, shock séptico, etc. Cuando por
fin pudo irse de alta me dio su tarjeta de visita, por detrás con letra
temblorosa solo había escrita una frase:
"Gracias por hacer posible la Navidad"
Todavía la guardo en mi cartera y la miro frecuentemente en los momentos en los que me encuentro desolado.
ESTAMOS CANSADOS DE RECIBIR CRÍTICAS Y PALOS
¿Funcionario harto? No suelo escribir ningún tipo de comentario a este tipo de articulos o como quieran que se llame, pero esta noche quiero practicar un poco de mecanografía. Soy Ingeniero en una empresa privada, no me quejo de mi trabajo, entre otras cosas porque me gusta y me permite seguir creciendo en conocimientos. Pero os digo algo, aqui la palabra estabilidad carece de valor, los sueldos, según demuestres capacidad, día a día. Es una lucha constante, para una empresa privada si no eres rentable estás sobrando, por muy ingeniero o titulado que seas. Entre otras cosas porque la empresa paga unas cargas sociales bastante elevadas por tenerme contratado. Cargas que son necesarias para que este pais funcione y tambien lo hagan sus funcionarios. Hay funcionarios que deberían cobrar más, pero lo que no tendrían que existir son funcionarios fijos. Este sistema no es bueno para los españolitos, si no nos están dando con la vara no andamos. Pregunta para un funcionario: ¿prefieres un 30% más de sueldo en una empresa privada o tu actual situación?. Tu respuesta será: pués prepárate unas oposiciones. Y yo te respondo, más funcionarios, creo que sois más de un 20% de a población activa, todos no podemos ser funcionarios. Además en su momento mis posivilidades economicas para acabar la universidad fueron escasas, cuanto más para seguir opositando. Sigo teniendo cierta habilidad con la mecanografía. Un saludo.
ResponderEliminarNo te has enterao de nada macho. Anda ingeniero, vuelve a leer y trata de entender lo que leas y así, entendiendo lo que lees al menos tu respuesta tendrá alguna relación con lo leído.
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