martes, 25 de octubre de 2011

Bretón, el padre de los niños de Córdoba, impresiona en prisión: impávido solo quiere saber cuándo sale

«Yo nunca llego tarde a mi casa»

La batalla psicológica que la Policía entabló con José Bretón, el padre de los pequeños Ruth y José, antes y después de detenerlo no funcionó. El juez del caso volvió a intentarlo, con una rocambolesca reconstrucción en el parque Cruz Conde, y tampoco dio resultado. Se pensaba que en prisión el detenido podía variar su actitud; si no derrumbarse, al menos contar algo de lo que ocurrió con sus hijos. No solo no ha sido así, sino que el ex militar ha impresionado a los funcionarios más veteranos de la cárcel con su frialdad y su ausencia. Al cabo de casi cinco días, el padre hermético mantiene su papel.

«Yo no sé lo que hago aquí dentro. Dicen que estoy por homicidio pero no he firmado nada. Ya me tenía que haber ido», le espetó a un funcionario. «¿Cuándo me voy? Necesito saberlo porque yo no llego nunca tarde a mi casa», insistió.

El jueves el juez José Luis Rodríguez Laín decretó su ingreso en prisión por detención ilegal cualificada y simulación de delito. Por orden del propio magistrado, se le aplicó el protocolo de prevención de suicidios. Cuando uno de los funcionarios le explicó en qué consistía la medida —restricción de acceso a determinadas zonas del centro, preso de confianza acompañándolo día y noche y horas de patio controladas—, Bretón sonrió y le dijo: «Muchas gracias por preocuparse por mí». Poco antes se había mostrado muy distante con el médico de guardia que lo examinó y que decidió, como informó ABC, que no tuviera a su alcance prensa, radio ni televisión.

Con el educador y la trabajadora social se mostró taciturno, aunque esbozó una sonrisa en algún momento. A alguno de los internos le ha comentado que no es la primera vez que le quieren meter en un lío, en referencia semiexpresa a sus allegados. Esta actitud cambiante que exhibe en prisión es la misma que mostró con la Policía durante la declaración y el registro de la finca de «Las Quemadillas». Por momentos, parecía venirse abajo pero al cabo de unos instantes se recomponía y volvía a la cantinela de que sus niños se le perdieron en el parque, con un guión que tiene cuatro versiones distintas en cuanto al momento y la forma en que ocurrieron los hechos.

La actitud de calma que mantiene Bretón en prisión también escama a los funcionarios. No reconoce haber cometido ningún delito, pero no se muestra desesperado; todo lo contrario, aparenta calma y su educación exquisita no se ha visto afectada —durante el rastreo dijo a los agentes que les invitaba a cenar en su finca—.

Vuelta a la finca

Pese a que su propio abogado José María Sánchez de Puerta explicó la semana pasada que José Bretón sufre trastorno bipolar, ayer el letrado explicó que su defensa se centrará en demostrar que el padre «no ha cometido los hechos de los que se le acusa» e insistió en que «no hay pruebas». Antes del jueves, presentará un recurso ante la Audiencia Provincial de Córdoba contra el auto de prisión

«Si surgieran pruebas contundentes, algo que, insisto, de momento no ha pasado, ya estudiaría la línea de defensa a seguir; una línea médico-psíquica, pero eso en el caso de que la culpabilidad de mi cliente estuviera clara con pruebas irrefutables», señaló Sánchez de Puerta a ABC.

Mientras, la Policía sigue trabajando a contrarreloj en busca de Ruth y de José en zonas próximas a la finca de «Las Quemadillas» y en otros puntos que los investigadores prefieren no revelar. No se descarta volver a batir la parcela familiar y la casa que se levanta en ella, dado que el geo-radar no es completamente fiable a más de 1.30 o 1.50 metros de profundidad.

"¿Por qué estoy en la cárcel?"
... apuntaban ayer a este diario fuentes penitenciarias que han seguido con detalle ... un programa de Instituciones Penitenciarias que permite tener bajo ...
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