sábado, 24 de septiembre de 2011

Detenido «cabeza de cerdo», uno de los capos de la prostitución más buscados

Su red está detrás de la explotación de prostitutas rumanas en la Casa de Campo y el Polígono Marconi

Estaba en la lista de los criminales más buscados por Interpol, la Policía española y la de su propio país, Rumanía. Su ídolo es Al Capone. Derrochaba billetes de euros a puñados, literalmente. Y está considerado uno de los mayores traficantes de seres humanos de Europa. Es Ioan Clamparu, o lo que es lo mismo, «cabeza de cerdo», uno de los capos rumanos de la trata de blancas más temidos y poderosos del continente.

Su red está detrás de la explotación de prostitutas rumanas en la Casa de Campo y el Polígono Marconi, aunque también tenía contactos en otros países como Italia, Irlanda, Francia y Reino Unido. La Policía sospechaba que podía andar por Holanda o España. No en vano, había tenido una de sus residencias en Boadilla del Monte, junto a su esposa. Ahora, en una operación conjunta con la Policía Rumana, «cabeza de cerdo» ha caído en Madrid.

Fuentes policiales indicaron que Ioan Clamparu (Botosani, Rumanía, 29-10-1968), también conocido como «Papá», está considerado el responsable de la red de tráfico de mujeres que, entre 2000 y 2004, obligó a ejercer la prostitución a más de cien chicas de su país en España. Podrían ser muchas más. El «modus operandi» era casi siempre el mismo, casi de manual: en Rumanía, captaban a las víctimas, les ofrecían trabajos normales en España y, una vez aquí, las obligaban a hacer la calle como esclavas, con la «excusa» de que debían abonar la deuda contraída con la organización.

Una organización que sufrió un durísimo golpe en 2004, con la detención de 14 de sus miembros. Pero Clamparu, tan listo como corpulento, supo poner tierra de por medio en el último momento y consiguió escapar. Aquel capítulo fue de antología. Debía firmar cada 15 días y la mayoría de las veces lo hacía en el juzgado de una ciudad española distinta. Una vez se presentó en el de Plaza de Castilla, acompañado de su séquito de coches de alta gama y guardaespaldas. Cuando acudieron a detenerle, era tal la corte que le seguía que fue imposible dar con él.

Desde entonces se le venía buscando. Escurridizo, se dejaba ver en fiestas privadas al más puro estilo gángster. Porque mientras a sus esclavas las trata como si ganado fuese, el dinero que ha ido amasando se sospecha que ha sido «lavado» en negocios como la construcción, las inversiones y las apuestas. Ahora toca resolver la incógnita de cómo ha sido su vida a lo largo de estos años desaparecido, aunque está claro que, pese a la operación policial de 2004, ha seguido moviendo los hilos de la delincuencia a nivel internacional.

Lo que está claro es que ahora deberá hacer frente a la sentencia que le condenó a 13 años de cárcel a principios de este año en Rumanía, cuando aún estaba en paradero desconocido. Las autoridades rumanas han felicitado al Cuerpo Nacional de Policía.

2 comentarios:

  1. ¿Detenido o entregado?
    ¿No te resulta raro que se entregase así, sin más?
    Supuestamente pq habían puesto un video en el youtube que tenía unas pocas visitas. Jaja.
    Y vivía en Majadahonda, acudiendo al gimnasio a diario. Que estará lleno de maderos.

    Este hombre y Dorel Inocentiu son unos cabezas de TURCO, un par de mindundis que han puesto para que no salgan los auténticos capos. Ambos son informantes de la policía y como tales saldrán libres. La auténtica cabeza de las mafias de explotación en Madrid responde a las siglas J.N. y es de nacionalidad española.

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