´El karateka´, a la derecha, junto a su abogado José María Caballero y la letrada Isabel Mendoza GLORIA NICOLÁSDice que en el expediente de su cliente consta un intento de fuga "que es absolutamente inexistente"
La defensa de 'El Karateka', el abogado José María Caballero, reiterará su denuncia a la Dirección General de Instituciones Penitenciarias por el trato dado a su cliente, Pedro S.G., ya que, según ha explicado en declaraciones a Europa Press, la denuncia "ha desaparecido, se ha perdido o no se ha tramitado".
Y es que, añadió, "a Pedro le consta en su expediente un intento de fuga que es absolutamente inexistente, que se produce, parece ser, cuando pasa de la cárcel de Alicante a la de Villena, una prisión de máxima seguridad como preso de primer grado".
Conducta modélica
En concreto, aclara el letrado, el director de la prisión dio aviso de que 'El Karateka' podía intentar fugarse "pero de ahí a que le pongan un intento de fuga cuando no existe, no hay ninguna sanción o procedimiento abierto por quebrantamiento de condena, completamente nada", por lo que señala, "no me vale" cuando, además, "Pedro es una persona que tiene una conducta modélica en la prisión".
De hecho, indicó, estas circunstancias le han dificultado la preparación de la defensa, pues no consiguieron que viniera a la cárcel de Sangonera de Murcia "por su presunta peligrosidad".
"Una barbaridad detrás de otra", añadió Caballero, quien indicó que el fin de la denuncia es que "le quiten el san benito de preso peligroso, venga a la prisión de Murcia o lo más cerca posible, pero que se le trate como corresponde porque parece que es el preso más peligroso de España. Es inexplicable".
A pesar de ello, José María Caballero, ha asegurado en declaraciones a Europa Press que, "en principio", no planea solicitar una indemnización por las "acusaciones falsas" que se han vertido sobre su cliente.
Hace tan sólo unos días que un jurado popular declaró inocente a Pedro S.G., que había sido juzgado acusado de matar de un disparo y descuartizar en el año 2000 a un hombre que trabajaba para él, tras obligarle a montarse en una bicicleta estática y encañonarle, amenazándolo con pegarle un tiro si dejaba de pedalear.
No obstante, al estar cumpliendo una pena por un delito de salud pública, su puesta en libertad no será inmediata, sino que tendrá que esperar tres años más hasta que la misma se cumpla.
Y es que, añadió, "a Pedro le consta en su expediente un intento de fuga que es absolutamente inexistente, que se produce, parece ser, cuando pasa de la cárcel de Alicante a la de Villena, una prisión de máxima seguridad como preso de primer grado".
Conducta modélica
En concreto, aclara el letrado, el director de la prisión dio aviso de que 'El Karateka' podía intentar fugarse "pero de ahí a que le pongan un intento de fuga cuando no existe, no hay ninguna sanción o procedimiento abierto por quebrantamiento de condena, completamente nada", por lo que señala, "no me vale" cuando, además, "Pedro es una persona que tiene una conducta modélica en la prisión".
De hecho, indicó, estas circunstancias le han dificultado la preparación de la defensa, pues no consiguieron que viniera a la cárcel de Sangonera de Murcia "por su presunta peligrosidad".
"Una barbaridad detrás de otra", añadió Caballero, quien indicó que el fin de la denuncia es que "le quiten el san benito de preso peligroso, venga a la prisión de Murcia o lo más cerca posible, pero que se le trate como corresponde porque parece que es el preso más peligroso de España. Es inexplicable".
A pesar de ello, José María Caballero, ha asegurado en declaraciones a Europa Press que, "en principio", no planea solicitar una indemnización por las "acusaciones falsas" que se han vertido sobre su cliente.
Hace tan sólo unos días que un jurado popular declaró inocente a Pedro S.G., que había sido juzgado acusado de matar de un disparo y descuartizar en el año 2000 a un hombre que trabajaba para él, tras obligarle a montarse en una bicicleta estática y encañonarle, amenazándolo con pegarle un tiro si dejaba de pedalear.
No obstante, al estar cumpliendo una pena por un delito de salud pública, su puesta en libertad no será inmediata, sino que tendrá que esperar tres años más hasta que la misma se cumpla.
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