¿Podrá algún día la ciencia certificar que es Cristo el de la Sábana Santa?

Desde el pasado 10 de abril y hasta el próximo 23 de mayo la Sábana Santa va a estar expuesta en la Catedral de Turín para que pueda ser contemplada por fieles, curiosos y científicos. A pesar de ser la pieza arqueológica más estudiada en la Historia, la Ciencia no ha podido de momento resolver las principales incógnitas suscitadas por este controvertido lienzo: ¿es una "fotografía de Jesucristo"?, ¿se trata de la prueba de la Resurrección?

Muchas preguntas pendientes, muchas mentiras refutadas y algunas verdades certificadas por la ciencia componen el ingente balance de la Sábana Santa. La Sindone, como prefieren llamarla los estudiosos de este controvertido lienzo, puede ser observada estos días en Turín. Una ocasión única al ser la primera vez en 10 años que la Catedral la exhibe y que no han querido desaprovechar miles y miles de personas.

Se calcula que más de dos millones de personas se acercarán a observar el lino más famoso del mundo. Benedicto XVI será uno de ellos. El Papa participará el próximo 2 de mayo en la ostensión de la Sábana Santa que venerará durante una hora.

Como ya expuso él mismo cuando era cardenal, el Santo Padre orará ante esta “reliquia” porque, aunque “la mortaja de Turín es un misterio, (…) en ese rostro podemos reconocer la Pasión de una forma estremecedora. Y vemos, además, una gran dignidad interna” pues “desprende sosiego y resignación, paz y bondad. En este sentido, -explicaba el cardenal Ratzinger- nos ayuda, de verdad, a imaginarnos a Cristo”.

Muchos como el Papa han empleado la Síndone para recrear en su mente la imagen de Cristo. Otros rechazan recurrir a este ejercicio de imaginación pero tanto unos como otros han recurrido a la ciencia para lograr sonsacar alguna verdad de este misterioso lienzo que podría ser la "fotografía" más antigua de la Historia. María Teresa Rute Carrillo de Albornoz es uno de ellos. Ha dedicado toda su vida a investigar la Sábana Santa y por mucha creencia en la Ciencia y en sus avances, a pesar de los miles de estudios realizados por creyentes y no creyentes, ha afirmado a este periódico que ve "imposible ahora mismo que la ciencia pueda dictaminar que esta Sábana perteneció a Jesucristo”.

¿Pero qué se ha certificado de este gran pedazo de lino? En su libro "¿El Rostro de Cristo?" (Ediciones Sekotia) María Teresa Rute expone con claridad didáctica los hallazgos científicos de la Sindone de Turín, un lienzo que actúa como un negativo fotográfico con información tridimensional y pormenorizada. La experta en Sindonología, en cuya obra relata también la historia de "la mayor reliquia" del cristianismo, se detiene también en las grandes mentiras que han circulado en torno a ella. Hay algunos que afirmaron que el hombre de la Síndone no estaba muerto, otros que afirmaron que el cadáver "volvió a la vida"... Pero la más difundida es que se "trata de una pintura". Esta afirmación ha sido refutada por las pruebas empíricas, explica la escritora, pues"la tela no presenta ningún pigmento".

Entonces, ¿cómo se ha producido esta imagen? He aquí el gran misterio de la Sábana Santa que, para algunos podría ser la "prueba de la Resurrección" dado que se ha generado con una "potente fuerza de calor" que ha chamuscado la tela. Este calor no es propio de un cadáver y los estudios científicos también dice que el hombre del lienzo era cadáver cuando se le colocó dicha tela. Sin embargo, explica la investigadora a EL IMPARCIAL, "la Resurrección es indemostrable dado que en un laboratorio no se puede repetir".

El poder de poseer la Síndone
A lo largo de su historia, la Sábana Santa ha circulado por el mundo como “reliquia milagrosa”. En la antigüedad, poseerla implicaba poder para utilizarla ante las adversidades del pueblo. Durante siglos permaneció en Edesa, al este de Turquía, después llegó a manos del emperador de Bizancio Romano I que, más que un ferviente cristiano, era supersticioso.

Esta relación de la fuerza milagrosa de la Síndone con el poder que provoca que todo el mundo quiera tenerla guarda para María Teresa Rute una relación directa con la lucha entre las fuerzas del mal y el bien. “Al ser la Sábana Santa una representación de la Pasión de Cristo y por lo tanto venerada por los cristianos —indica la experta- ésta molesta al enemigo de Cristo. La fuerza del mal siempre ha estado cerca de esta reliquia”, añade por lo que no cree que sea casualidad Turín es la capital satánica del mundo.

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