domingo, 18 de abril de 2010

Billetes envasados al vacío para pagar cocaína

La organización de narcos asturianos había preparado con mimo el pago porque era la partida de cocaína más importante que traían hasta ahora: 700.000 euros que debían entregar a los transportistas para que estos a su vez pagaran a los colombianos que les surtían desde Santa Marta, en el país suramericano. El dinero lo bajaron desde Asturias en una furgoneta, en paquetes pequeños, envasado al vacío con cuatro precintos de seguridad y tapado con mantas, toallas y otros artículos de lencería procedentes de la venta en un mercadillo.
La noche antes de la entrega lo sacaron los fajos del vehículo (habían practicado una caleta para ocultarlos junto a una pistola) y los guardaron en el chalé alquilado para la ocasión. Un día antes habían hecho el contrato de un chalé de lujo en la localidad madrileña de Navalagamella donde se encerraron los cinco narcos. Allí esperaron el contenedor de cocaína que estaba viajando desde Algeciras con dirección a una nave de Alovera (Guadalajara) donde se iba a intercambiar la droga y el dinero. Pero la Policía estaba siguiendo con lupa sus pasos y a la misma hora se aseguraba de que esa entrega nunca se iba a materializar.
En el momento en que entraron los contenedores al almacén, los GEO derribaron las puertas. La Brigada Central de Estupefacientes arrestó en total a 12 individuos en Madrid, Guadalajara, Oviedo y Santander y se incautó del dinero y de 263 kilos de droga que estaban camuflados en polipropileno de alta densidad. La cocaína tenía como destino Asturias y Barcelona.
Los agentes llevaban meses detrás de la organización, al frente de la cual está Carmelo Larralde, un «minicapo» asturiano que de nuevo ha logrado escapar.
Dinero de prostíbulo
La Guardia Civil detuvo a Larralde como inductor del triple crimen que tuvo lugar el pasado 19 de octubre junto al penal de «El Dueso» en el que dos sicarios acribillaron a tiros a tres personas. Una de ellas era Tomás Ruiz, alias «Tomasín», que llevaba 30 años entre rejas por cuatro asesinatos y volvía a prisión tras un permiso. Todo apuntaba a que él era el objetivo de los matones, pero las investigaciones revelaron que buscaban a su amigo Isidoro Cuerno, otro contumaz delincuente, por un asunto de drogas.
Larralde quedó en libertad con cargos. «Es escurridizo y ha logrado muy buenas relaciones con los colombianos», aclaran fuentes policiales. «Cambian de teléfono cada semana y toman unas medidas de seguridad impensables hace cuatro días. Además tienen dinero, como se ha visto». Su yerno, más bien ex porque se ha separado de su hija, es el hombre de confianza al que habían mandado, posiblemente el propio Larralde, para supervisar la operación.
«El dinero estaba en billetes muy pequeños, la mayoría de 20, pero también de cinco y diez euros. Casi con seguridad proceden del prostíbulo que tiene en Santander el principal detenido donde el menudeo es continuo».
ABC.es______________________

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