El módulo B de la prisión permanecerá en situación de aislamiento hasta nueva orden.

Aíslan el módulo B de Puerto II por un brote de varicela

Brenda Gómez

El interno portador ha sido apartado del grupo y llevado a la enfermería
Prohíben la salida del mismo pero no la comunicación por locutorio

El módulo B del centro penitenciario Puerto II va a permanecer en situación de aislamiento debido a que se ha detectado un brote de varicela, del que es portador concretamente un interno que, en cuanto se supo la noticia, se apartó del resto del grupo, causando baja en dicho módulo y siendo dado de alta en la enfermería, según indican fuentes consultadas por este medio.

De ahora en adelante desde la prisión se desarrollará un protocolo de actuación sanitaria, que durará 21 días, cuando los médicos calculan que el virus ya no sea un peligro para el resto de los internos de dicha cárcel.

Por tanto, la orden dada por la dirección del centro es que se prohibe totalmente la salida de cualquier preso del módulo B hacia otras dependencias del centro penitenciario, pues corren el riesgo de portar el virus e infectar a otros presos. La excepción será que los internos podrán comunicarse con sus familiares desde el locutorio, pero se prohiben igualmente los vis a vis, aunque en el caso de que hubiera alguno programado, el familiar de quien quiera ser beneficiario del mismo tendrá que, previamente, firmar un documento en el que deje constancia de asumir cualquier tipo de responsabilidad si contrae la enfermedad, pues está al corriente de lo que ocurre en el interior de la cárcel, ya que desde la dirección se ha dado orden expresa de que así sea.

Las fuentes consultadas consideran que por el momento el virus está controlado, entiendiéndose que se ha hecho un examen médico al resto de internos y no ha dado positivo. A pesar de que reina un ambiente de total calma y sosiego, pues es sólo un brote causado por un interno, los funcionarios no entienden por qué nadie les ha preguntado por sus antecedentes médicos, si han pasado o no la enfermedad (pues aquellos que puedan estar en riesgo podrían ser relegados a otro módulo de la prisión o ser vacunados para no contraerla), e incluso, yendo más lejos, por qué no se les ha hecho una analítica para comprobar su estado de salud ante dicho caso de varicela.

Consideran que, ante casos como éste, hay que extremar las medidas de seguridad, pero no sólo en base al resto de los internos, sino también a los funcionarios de prisiones, que son los que trabajan de manera directa con los presos.

Visitas, no

Este brote ha provocado que las visitas que realizan distintas entidades a las cárceles se hayan suspendido hasta nueva orden, según ha podido averiguar este medio. Así, una de las entidades afectadas será Cruz Roja, entre otras, que a la semana podía enviar a un grupo de voluntarios, entre cinco y ocho, dependiendo de las circunstancias, que ofrecían en Puerto II distintos talleres de pintura, escayola, informática, introducción a la lectura y simple conversación, como indica el presidente de la Cruz Roja, Juan Ruiz-Herrera, algo básico y muy importante para la gente privada de libertad.

Sin duda, desde Cruz Roja consideran que esta prohibición de poder acudir a la cárcel es una medida muy positiva para evitar el contagio, pero entienden que afectará a la evolución de los presos, acostumbrados a poder realizar las actividades a las que se consagran durante todo el año, hasta previo aviso, es decir, que no hay una fecha concreta para poder volver a prisión.

Con todo, representantes de Cruz Roja y de la dirección del centro penitenciario tienen pensado reunirse la próxima semana para evaluar la situación y poder determinar si se puede continuar la colaboración con Puerto II, o en qué medida se puede no cortar la relación existente mientras dura dicho brote de varicela. Esto será una práctica que la dirección de la cárcel deba repetir con todas aquellas entidades o colaboradores que acudan a la misma

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