Nos temiamos que podria haber ocurrido algo de esto, pero ahora se ha puesto en
evidencia. La Seguridad Social ha denunciado ahora que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero sacó de los fondos
para la pensiones el dinero para una veintena de prestaciones que se deberían
haber pagado con impuestos. Según ha denunciado el secretario de Estado de
Seguridad Social, Tomás Burgos, esta desviación de recursos habría privado al sistema público de
pensiones de 15.000 millones de euros.
En los últimos años, las cotizaciones sociales de los
trabajadores, los recursos que supuestamente deberían ir única y exclusivamente
a pagar las pensiones de los españoles, se han utilizado para financiar hasta
una veintena de contingencias sociales impropias que, también supuestamente,
deberían haber sido pagadas con impuestos.
Burgos puso como ejemplo lo sucedido en 2008 y 2009 durante
los gobiernos de Zapatero, dos años en los que la Seguridad Social obtuvo un
significativo superávit (1,31% y 0,8% del PIB, respectivamente) pero en los
que, sin embargo, no se realizó dotación
alguna a la hucha de las pensiones. Fueron años, denunció el cargo gubernamental, en que la
Seguridad Social se conviritió en el cajero automático del Gobierno y financió
todo tipo de prestaciones cuya financiación le debería haber correspondido al
Estado.
No es nada nuevo. Desde que el Pacto de Toledo recomendara
separar las fuentes de financiación del sistema de pensiones en 1996 este
proceso no ha terminado de completarse, permitiendo este tipo de
transferencias. La novedad es que un informe elaborado por la Tesorería
General de la Seguridad Social, ha
identificado por primera vez una por una las prestaciones financiadas de forma
impropia por la Seguridad Social durante el ejercicio de 2011.
La relación es sorprendente. En ese ejercicio, las
cotizaciones de los trabajadores financiaron asistencia sanitaria prestada por el INSALUD, prestaciones no
contributivas por invalidez y jubilación, prestaciones de protección familiar,
subvenciones pendientes de años anteriores, ayudas a la jubilación anticipada
en sectores en reconversión, exenciones de cuotas a los autónomos,
bonificaciones previstas en el Régimen Fiscal Especial de Canarias y otras
prestaciones de tipo asistencial.
Con los recursos
gastados en esas políticas en las arcas de la Seguridad Social, dijo ayer
Burgos en la Comisión de Presupuestos del Congreso, posiblemente el Gobierno no
se habría visto obligado ahora a recurrir al Fondo de Reserva para financiar
las pensiones contributivas. La buena noticia es que es probable que esta situación no se
vuelva a repetir. Los Presupuestos Generales del Estado para 2013 prevén la
separación definitiva de las fuentes de financiación del sistema de Seguridad
Social.
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