lunes, 3 de septiembre de 2012

El doble juego del PSOE vasco al repudiar en público cualquier tipo de acuerdo con la izquierda abertzale mientras se reunía entre bastidores con líderes históricos de Batasuna


































L MUNDO revela hoy que los socialistas vascos han venido manteniendo contactos periódicos, reglados con un orden del día, con dirigentes de la antigua Batasuna a lo largo del último año. Estos contactos, iniciados antes de la legalización de Bildu, han sido secretos, lo que indica el doble juego del PSE al repudiar en público cualquier tipo de acuerdo con la izquierda abertzale mientras se reunía entre bastidores con líderes históricos como Rufi Etxeberria.
El PSOE está listo para liderar este otoño el ensayo de Golpe de Estado del año que viene. Están movilizados los sindicatos de clase y cursillo, sindicato de la ceja, titiriteros radicales, kulturetas, quinces emes, oeneges, asociaciones de gays, lesbianas, transexuales, emigrantes, feministas, … y las infinitas asociaciones y organizaciones socialistas creadas y financiadas con fondos públicos malversados del Presupuesto
Esta vez no ha formado parte de la delegación del PSE Jesús Eguiguren, que había negociado con ETA en representación del Gobierno de Zapatero durante la última tregua. Los socialistas vascos estaban encabezados por Rodolfo Ares, consejero de Interior y hombre de absoluta confianza de Patxi López, proclamado ayer candidato de su partido por unanimidad a las elecciones del 21 de octubre.
Batasuna buscaba en estos encuentros el acercamiento y la progresiva excarcelación de los presos vascos, entre otras reivindicaciones, mientras que los socialistas pretendían capitalizar el anuncio de ETA de abandono de la lucha armada y el inicio de una nueva etapa en Euskadi. No parece que esta estrategia le haya salido muy bien al PSE, ya que las encuestas predicen un importante descenso de su apoyo electoral, mientras que Bildu se convertiría en la segunda fuerza política, muy cerca del PNV.

Pero el PSE mira seguramente a largo plazo, poniendo las bases de una estrategia que le coloque en una posición central de la vida política vasca, haciendo de bisagra entre un PNV con posiciones pragmáticas y el independentismo radical de Bildu-Batasuna. En este sentido, no sería descabellado pensar que si a corto plazo el pacto más probable sea entre PSE y PNV, a medio plazo pudiera darse una alianza vasca de izquierdas -con o sin Ezker Batua- equivalente al tripartito catalán. Es evidente que en este escenario el PP quedaría convertido en un partido irrelevante y marginal, sin aspiración alguna a ejercer un papel en las instituciones vascas.

Según informa hoy nuestro periódico, ETA exigió que Mariano Rajoy fuera informado de los contactos bilaterales entre Batasuna y el PSE para implicarle en algún futuro acuerdo. El presidente del Gobierno dejo muy claro al comienzo de su mandato que nada debía a la banda terrorista y que no se sentía vinculado por ningún compromiso.

Hay que creer en la palabra de Rajoy a pesar de episodios como el de la posición de Interior a favor de la excarcelación de Bolinaga, aunque ayer insistía en que el Gobierno se ha limitado a cumplir la ley. Lo mismo que declaraba en estas páginas el propio Rodolfo Ares.

Posiciones como éstas dañan objetivamente la credibilidad del Ejecutivo y restan fuerza al mensaje del PP vasco, que afronta las elecciones con unas expectativas bastante decepcionantes. Desgraciadamente, no se puede ser optimista sobre el futuro en un País Vasco en el que las dos formaciones nacionalistas van a salir de las urnas con una clara hegemonía política. Los errores cometidos por Patxi López, que ha malogrado una gran ocasión, han contribuido a ello.
epsimo y EL MUNDO

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